Ayer, el mundo asistió a un espectáculo surreal: los futuros del barril de petróleo se vendían a precios negativos. Los contratos de mayo tocaron los US$ -40 (para comprador) por una combinatoria de falta de capacidad de almacenamiento y maniobras especulativas.
Acá hay un claro culpable: USO, el fondo cotizado (ETF, por sus siglas en inglés) de EE.UU. Según Bloomberg, la semana pasada USO tenía 25% del volumen pendiente de contratos de futuros del crudo West Texas Intermediate para mayo. Como ese contrato vence hoy, los compradores de ese “petróleo de papel” tienen que venderlos o aceptar la entrega física a fines de mayo. Los ETF como USO no están pensados para recibir el producto físico de los contratos que tienen, por lo cual, si hay presión para vender, los gerentes del fondo ?el socio general y patrocinador de USO es U.S. Commodity Funds, LLC? tienen que deshacerse del petróleo.
Independientemente de quién vendió, los precios de los futuros a un mes cayeron más de 40% ayer. También cayó el contrato que vence en junio, pero mucho menos (bajó US$ 2,37 por barril, a US$ 22,36). Es un declive previsible en medio de la peor pandemia de los últimos 100 años, pero ningún escenario económico podría justificar que el petróleo se venda a menos de US$ 10, y la implosión de USO dejó el contrato de futuros del WTI al borde de tocar esa marca hoy.
En pocas palabras, USO funciona hasta que un día deja de hacerlo. Ayer fue claramente uno de esos días.
La solución sería que los administradores de USO disolvieran el fondo. La semana pasada, esos administradores realizaron un cambio diminuto en la composición del fondo ?pasaron sus tenencias a los contratos a dos y tres meses en vez de prolongar los vencimientos del contrato a un mes al contrato a dos meses dos semanas antes de su vencimientó pero no sirvió de nada. USO ya agotó su vida útil, si es que alguna vez fue útil.
Lo triste de la tendencia a usar ETF es el costo económico humano que pueden provocar los sacudones de precios. El conteo de torres de perforación activas en EE.UU. cayó 11% ?la reducción semanal más fuerte de los últimos tiempos? en el recuento hecho por Baker Hughes la semana pasada.
Lo que viene
¿Cómo va a terminar estó La enfermedad COVID-19 plantea escenarios que habrían resultado extravagantes hace seis meses. Yo había mencionado la posibilidad de que la Reserva Federal de EE.UU. comience a comprar acciones de USO. Como ahora la Fed tiene en su mandato de compra acciones de dos ETF que operan con bonos, LQF (de calificación elevada) y HYG (de alto rendimiento), no veo obstáculos para que compre un las de un ETF más.
Para la segunda mitad de 2020, a medida que la producción marginal de petróleo de EE.UU. se frene por completo y los recortes de producción de la OPEP y sus aliados lleguen a los mercados, volverá a escasear el petróleo, justo mientras las economías comienzan a recuperarse de las cuarentenas impuestas por la COVID-19. Las empresas que almacenan petróleo temporariamente saldrán muy beneficiadas.
Hoy es un nuevo día para los traders de petróleo, ya que vence el contrato de futuros del WTI con entrega en mayo, pero el que crea que el desplome de los precios del contrato a un mes no se puede repetir se engaña a sí mismo. Por eso, voy a seguir teniendo participaciones en empresas que tienen productos escasos (buques petroleros) y ofrezcan a las traders de energía la posibilidad de aprovechar las distorsiones extremas en la curva de futuros de commodities que provocan ETF como USO.
Autor: Jim Collins