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Por qué inversionistas estadounidenses dicen que la segunda 'Gran Depresión' podría estar por llegar

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5 Diciembre de 2019 08.30

Les recomiendo enfáticamente a todos mirar este video de una charla reciente entre Ray Dalio y Paul Tudor Jones. Ellos hablan en los primeros 40 minutos, aproximadamente. Ray resalta algunas semejanzas problemáticas entre el presente y la década de 1930.

Ambas épocas presentan:

Una gran disparidad de riqueza

Ninguna política monetaria efectiva

Un cambio en el orden mundial (en nuestro caso, el auge de China y la posibilidad de guerras comerciales/de tecnología/de capital).

Antes de que se acabara el tiempo, Ray también aludió rápidamente a la posibilidad de que colapsen el sistema de reservas mundiales y los regímenes de dinero fiduciario. Quizás fue porque se apuró para terminar a tiempo, pero sin duda su tono fue mucho más duro que cuando escribe.

Guerras cambiarias

La charla me recordó un ensayo de mi banquero central preferido, el exjefe de Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), William White, que leí la semana pasada. White advierte contra la posibilidad de que estallen guerras cambiarias, en particular ante el deseo de la Reserva Federal de EE.UU. de devaluar el dólar. Lo mismo se aplica a otros gobiernos de todo el mundo.

Para White, es la receta de un desastre:

Una posibilidad es que caiga de manera caótica el régimen actual basado en el dólar, que ya viene sobrecargado por diversos motivos económicos y geopolíticos. Destruir un régimen antiguo ?que ya sabemos que no es ideal? sin tener listo un reemplazo podría afectar mucho al comercio y el crecimiento económico.

Quizás sea aun peor: al librar una guerra cambiaria, se deja de usar la economía monetaria para mantener la estabilidad de los precios domésticos. Así, deja de haber un ancla doméstica para limitar la expansión de los balances de los bancos centrales.

Si esto vuelve más sospechoso a todo tipo de dinero fiduciario, especialmente a las monedas emitidas por gobiernos con mucha deuda soberana, podrían dispararse las expectativas de inflación y las tasas de interés. Es fácil imaginar cómo se engancharía esto con las tasas de endeudamiento récord (tanto para la deuda pública como la privada) que observamos actualmente en el mundo.

Llamé a Bill para preguntarle si le parecía que eso era lo que iba a pasar. En pocas palabras, me dijo que no, pero que ni siquiera deberíamos tener que pensar en eso. Fue una forma educada de hacerme una advertencia.

Las devaluaciones de monedas frente al oro fueron parte de lo que provocó la Gran Depresión. Sumadas al proteccionismo y los aranceles, devastaron el crecimiento económico y el comercio mundial.

¿La secuela de 1929?

Ahora, ¿creo que esto se dará con fuerza en los próximos años? No me parece lo más probable. Pero imagínense una recesión que lleve el déficit de EE.UU. a US$ 2 billones, seguida, posiblemente, por un nuevo gobierno que eleva los impuestos y el gasto.

Esto podría causar una segunda recesión, como la réplica de un terremoto, que aumentaría todavía más los déficits y obligaría a la Reserva Federal a monetizar la deuda para impedir que se disparen las tasas de interés, lo que a su vez debilitaría el dólar.

Si a eso le sumamos una crisis simultánea en Europa, que podría incluso terminar con la eurozona, habría países en todo el mundo tratando de devaluar sus monedas, lo que podría elevar la inflación en muchos lugares.

En un escenario como este, a fines de la década que viene, ¿acaso cuesta imaginarse a un presidente y un Congreso de EE.UU. desesperados (no importa qué partido gobierne), ordenándole al Tesoro que use sus herramientas para bajar el dólar?

¿Podemos tratar de arreglar el problema perjudicando a otros países? ¿Podemos imaginar a otros países intentando lo mismo, todo mientras aumenta la deuda sin otra estrategia de escape realista que monetizarlá

Por John Mauldin

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