El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires implementó un nuevo esquema de licencias que amplía de 2 a 15 los días otorgados por paternidad.
"Postergué la maternidad". Es algo que suelen decir las mujeres exitosas. La llegada de un hijo a un hogar significa la suspensión de la vida profesional de las mujeres pero no la de los padres. Más allá de las razones biológicas, las licencias familiares han "beneficiado" siempre a la mujer. Pero aquello se tradujo y se sigue traduciendo no solo en el refuerzo del estereotipo sino de sus responsabilidades en el cuidado de los hijos. Siguiendo esta línea, el Gobierno de la Ciudad decidió cambiar su régimen interno y dar una señal hacia afuera.
Los nuevos beneficios para la "persona no gestante" incluyen 15 días corridos libres; 30 a tomarse con goce de haberes durante el primer año de vida o 120 sin; y la opción de que la madre o "persona gestante" le transfiera los últimos 30 días de licencia.
Según el anuncio del GCBA, estos cambios en el régimen de licencias familiares favorecen la igualdad de género. En primer lugar, a través de la asunción de responsabilidades domésticas y de cuidado por parte de los padres, en reemplazo o colaboración con las madres. Segundo, la inserción laboral de las mujeres cuyos embarazos son el terror de sus empleadores: esta equiparación en las licencias ayudaría a erradicar la creencia de que contratar mujeres es más costoso que contratar hombres.