Critiqué a la Reserva Federal por las medidas de emergencia que tomó el domingo pasado, pero ahora supongo que no habían entrado en pánico. Más bien, estaban tratando de anticiparse, hacer lo que sabemos que tenemos que hacer y hacerlo ya. Pido disculpas por mis críticas.
Si no se toman medidas radicales (en algunos lugares se tomaron algunas, pero no alcanza), esta pandemia podría costar muchas vidas y desatar una depresión económica. No exagero. Hablo en serio.
No tiene por qué ser así. Podemos solucionarlo. Es lo que hacemos los estadounidenses, los británicos, los italianos o los chinos. Es lo que hacemos los seres humanos: ante una crisis, nos unimos.
Pero para eso, tendremos que enfrentar la situación no como emergencia, sino como una batalla que puede convertirse en una guerra. La Guerra Mundial C. Será costosa y exigirá medidas extraordinarias por muy rápido que reaccionemos.
Por eso, te insto a leer los siguientes links y entender la necesidad urgente de tomar medidas extraordinarias de distanciamiento social. Esas medidas tendrán un costo terrible para gran parte de EE.UU., pero si las tomamos ahora, podremos superar rápidamente esta crisis.
Mirá cómo les fue a Corea del Sur, Singapur y Hong Kong. Las medidas rápidas y abarcadoras funcionan. Además, tal como en una guerra, todos debemos hacer un sacrificio financiero y en nuestro estilo de vida, entendiendo que habrá consecuencias. Cuando más tardemos en hacerlo, más elevados serán los costos.
Para evitar una situación al estilo de la Segunda Guerra Mundial, propongo que pensemos de manera absolutamente radical.
Los datos del primer link señalan claramente que debemos tomar medidas que van a costarles mucha plata, tiempo y sangre a muchísimas personas y empresas. Cuanto más rápido lo hagamos, más bajo será el costo.
El primer link habla sobre las consecuencias de postergar políticas serias de distanciamiento social y cuarentena incluso un día más. Creo que los cálculos y los análisis científicos son devastadores. Y eso significa que vos, amable lector, tenés que tomar medidas hoy, por tu familia.
Si estás en una posición de poder, tenés que intervenir por tu comunidad o tu empresa. Concentrate en las medidas que marcarán la diferencia hoy y preparate para adaptarte cada vez más a medida que se libre la batalla.
Coronavirus: por qué hay que actuar ahora
Permítanme hacer un llamamiento a mi propio estado. Esta mañana, en Dallas prácticamente cerró todo. En cambio, Fort Worth permitió que bares y restaurantes abran con los clientes a casi 2 metros de distancia entre sí. Fort Worth está poniendo en peligro a Dallas y a toda la región.
Quizás en el futuro descubramos que Fort Worth tenía razón. Pero con estos datos, ¿nos la podemos jugar?
Gobernador Abbott, sé que leyó mi carta. Hágase cargo y vaya a retar a los texanos.
El segundo link describe un estudio del Imperial College de Reino Unido. Dentro de la nota hay un segundo link con datos más exhaustivos. En pocas palabras, si no se toman medidas drásticas ahora, es posible que muera un millón de estadounidenses o incluso más. Repito: lo que hagamos hoy puede cambiar muchísimo lo que podamos y no podamos hacer en unas semanas. El estudio te pone las cosas en perspectiva.
Una predicción sombría
Sin rodeos: esto va a costar más que unos billones de dólares. Habrá consecuencias financieras desagradables por mucho tiempo. Lo mismo pasó con la Segunda Guerra Mundial. Pero si intervenimos rápido, reduciremos la pérdida de vidas y dinero; si no, las consecuencias financieras y médicas serán una depresión y una pérdida inaceptable de vidas y soporte económico para millones de personas.
Los que me leen hacen mucho saben que como economista suelo opinar que hay que seguir adelante a cara de perro. Pero esta situación no es así.
Es hora de que nuestra propia generación dorada se ponga las pilas. Solo que esta vez tenemos que ser todos.
Para los fans de Tolkien y El señor de los anillos, es hora de encender las almenaras y llamar a los Rohirrim. Nunca puedo ver esa escena de 30 segundos sin lagrimear.
Es hora de que encendamos nuestras almenaras y juntemos coraje. Sabe Dios que tendremos que apoyar al frente y ponernos en peligro para que el país siga funcionando.
Por John Mauldin