Vuelve a crecer el temor a una recesión. La enorme mayoría de los directores financieros se está preparando para un bajón económico en 2020 y los datos históricos muestran que las tendencias de caída del optimismo entre los CFO de EE.UU. a veces preanuncian liquidaciones inminentes en el mercado.
El miedo a una recesión volvió con todo: el 97% de los CFO afirmó que la economía ya empezó a desacelerar o lo comenzará a hacerlo en 2020. El año pasado, había dicho lo mismo el 88% de los encuestados, según la edición más reciente de la CFO Signals Survey de Deloitte.
Muchos miembros de Wall Street toman la confianza de los CFO para medir el ambiente empresarial. A veces, pronósticos más negativos pueden ayudar a anticipar bajones en el mercado, según muestran los datos históricos.
A comienzos de 2019, por ejemplo, solo el 28%de los CFO proyectaba que la economía norteamericana mejoraría, la mitad que a comienzos de 2018. Esa cifra cayó a 24% al trimestre siguiente, y poco después, en mayo, el S&P 500 cayó casi 7% y casi 6% más entre mediados de julio y agosto.
El optimismo de los empresarios también decayó mucho antes de la gran liquidación de diciembre de 2018, cuando el S&P 500 bajó más de 9%: más de dos tercios de los CFO habían advertido que el mercado estadounidense estaba sobrevaluado, y una medición de su optimismo acerca del futuro había alcanzado el valor más bajo en dos años.
En el tercer trimestre de 2015, antes de que el mercado retrocediera casi 10%, las expectativas de crecimiento de algunos CFO tocaron sus niveles más bajos en un lustro, un reflejo de la preocupación creciente antes del desplome. Y en enero de 2016, el S&P 500 cayó 5%; en los análisis previos de Deloitte, el optimismo de los CFO venía menguando sin parar.
Y más atrás todavía, la opinión de los CFO también fue relativamente acertada antes de la crisis financiera de 2008: según la CFO Global Business Outlook de Duke, el optimismo se había desplomado y batido un récord negativo ya para septiembre de 2017, con cerca de cuatro CFO pesimistas por cada optimista.
Lo que viene
cabe recordar que la opinión de los CFO, dato que ayuda a entender el gasto de empresas y consumidores, es más un indicador de la actividad económica que del comportamiento de los mercados de valores.
La cita
“Por sí solas, esas encuestas no aportan mucha información, pero resulta muy útil cotejarlas con los datos económicos duros”, afirma Mark Freeman, director de inversiones de Socorro Asset Management. “Lo que importa es en qué medida puede influir esa confianza en el comportamiento de los CFO; eso impacta en las ganancias, lo que sí es importantísimo para el mercado”.
La yapa
Casi dos tercios de los CFO encuestados por Deloitte afirmaron que el desempeño económico de EE.UU. después de 2020 “dependerá sustancialmente” del resultado de las elecciones a presidente, y para ellos la política comercial sigue siendo “el riesgo externo más preocupante”. También mencionaron la caída de las expectativas en dos mediciones clave de la economía: la confianza de los consumidores, que se mantiene en gran parte planchada, y el gasto de las empresas, cuyas expectativas tocaron el nivel más bajo en tres años. Más del 80% de los CFO también afirmó que adoptó por lo menos una medida defensiva para mitigar el riesgo de recesión, como demuestra su énfasis cada vez mayor en la reducción de costos y el rendimiento líquido.
Por Sergei Klebnikov
Traducción: Santiago Farrell