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Juan Ángel de la Fuente, cofundador de Okara. Fotos: Nicolás Garrido
Negocios

Juan Ángel de la Fuente: "Muchas veces hay más tecnología en un grano de soja que en un celular"

Andrés Oyhenard

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El productor agrícola y presidente de Okara es optimista con el desarrollo del sector y habló de los desafíos ambientales y productivos que tiene por delante uno de los motores del agro uruguayo

21 Marzo de 2025 09.43

Juan Ángel de la Fuente es escribano y piloto de rally, pero las vueltas de la vida lo terminaron llevando a meterse de lleno en el negocio agrícola de Uruguay. Vive en el campo, cerca de Dolores, donde está el corazón de la agricultura uruguaya (tiene los suelos más productivos). Actualmente se desempeña como presidente del directorio de Okara, una companía que gestiona fondos de inversión públicos y privados que arrancó sobre fines de 2011. De la Fuente también es director ejecutivo de ADP-Agronegocios del Plata, otra de las grandes empresas agrícolas del país. En diálogo con Forbes Uruguay, De la Fuente relató cómo se dio la idea de crear Okara junto a su socio, Marcos Guigou. "Queríamos tener una empresa con cotización pública. Lo habíamos intentado un par de oportunidades en otras compañías y, por diferentes situaciones, no se había dado. Uruguay es un país muy agropecuario, pero muchas veces está lejos del mercado de valores", explica.

En un principio, Okara arrancó con proyectos privados, de familias que tenían grandes extensiones de tierra y la querían manejar de "manera muy profesional". Luego vino una segunda etapa, que fue una emisión en la Bolsa Electrónica de Valores de Montevideo (Bevsa) a través de un fideicomiso público, donde el principal inversor es República AFAP.

"Lo que hicimos fundamentalmente fue comprar un gran portafolio de tierras, gestionarlo, administrarlo de una manera muy profesional. Lo bueno de estar en el mercado de valores es que estamos en una compañía que es muy transparente. Nosotros tenemos una calificadora de riesgo, auditorías externas, un comité de vigilancia", destaca De la Fuente. 

Actualmente, Okara maneja un portafolio de unas 10 mil hectáreas (ha). En un tiempo esa superficie fue mayor, pero en su momento se tomó la decisión de vender porque hubo una oportunidad. "Nosotros nos debemos a nuestros inversores. Cuando vimos una oportunidad de salida, vendimos uno de nuestros activos y tomamos una ganancia importante. Una ganancia alineada con la promesa que le hemos hecho a los inversores. Ese fue un hito importante", asegura. 

Juan Ángel de la Fuente, fundador de Okara. FOTOS: Nicolás Garrido
Juan Ángel de la Fuente, fundador de Okara. FOTOS: Nicolás Garrido

El negocio con Jodal y la sustentabilidad 

La agricultura de precisión llevó a que la tecnología ocupe un rol central en la gestión de Okara, al tal punto que tuvo su propio spin off. Todo nació cuando durante una gira por China en el 2014, Guigou conoció a Nicolás Jodal (fundador de GeneXus). "Después de eso le planteamos a Jodal incorporar más tecnología a la empresa. Tanto fue la incorporación de tecnología que terminamos haciendo un spin off de la compañía, formando Okaratech, que era el brazo tecnológico de Okara", indica De la Fuente. En 2019 se tomó la decisión de vender ese spin off a una empresa estadounidense. Okaratech se dedicaba a tomar fotos satelitales para el análisis del suelo.

El foco tecnológico continúa jugando un papel central hoy en Okara para la producción (fotos satelitales, control del riego), pero también en la pata de la sostenibilidad del ambiente. "El tema de la sustentabilidad a nosotros, como propietarios de tierra, nos importa y mucho. Es decir, es muy importante producir utilizando los máximos controles de cuidado del medio ambiente y cuidado del suelo", destaca. De hecho, el fideicomiso financiero de Okara se llama Campos Sustentables

Sobre al avance de la inteligencia artificial, el presidente de Okara considera que "va a revolucionar cualquier tipo de negocios en el negocio agropecuario". En particular, todo lo que tenga que ver con análisis de datos, con proyecciones, con entender lo que viene para adelante, los comportamientos del campo. De todas formas, el factor humano sigue jugando su papel en la gestión del negocio. "Somos empresarios que estamos muy cercanos a nuestros inversores, muy cercanos a la gente que trabaja con nosotros. La parte tecnológica es muy importante, pero la parte humana y la parte de confianza es la que realmente construye la empresa. A mí siempre me gusta decir que en el sector agropecuario el principal insumo es la confianza y nosotros, en la medida de lo posible, tratamos de construir confianza todo el tiempo, apoyado obviamente en datos y en sistemas tecnológicos", acota. 

Encalado de los suelos 

La Agropecuaria de Dolores, de la cual De la Fuente es directivo, viene trabajando desde hace cuatro años en un proyecto para el encalado de suelos, buscando revertir la degradación (bajo PH que reduce crecimiento de las plantas) que han sufrido unas 300 mil hectáreas. La aplicación de cal en esos predios permitirá una recuperación inmediata de su potencial productivo por un período de cuatro o cinco años.

"Es una tecnología que ya existía desde hace mucho tiempo y es aplicable en otras partes del mundo, principalmente en Brasil y Estados Unidos", apunta y destaca que esta metodología  "viene para quedarse en Uruguay porque tiene varias bondades. El encalado permitiría recuperar prácticamente el 30% del suelo productivo uruguayo", acota. Además, generaría otros efectos de "derrame" en el sector logístico y el desarrollo de la minería, "una industria no muy fomentada en Uruguay". 

Algunos de los escollos para aplicar esta tecnología, que demanda una inversión de unos US$ 450 y US$750 por hectárea, es que el agricultor que haga esa erogación tenga la certeza de que podrá permanecer en el predio en los próximos cuatro o cinco años para amortizar la inversión. 

El gran desafío que tiene la agricultura es el buen uso de la tecnología

El futuro de la agricultura 

De la Fuente se muestra "optimista" con el desarrollo a futuro de la agricultura uruguaya. Destaca las fortalezas de Uruguay como un país "seguro para invertir", "transparente" y con reglas de juego clara independientemente de los cambios de gobierno. "Generalmente en el agro somos proclives a hablar de las cosas malas. A mí me gusta hablar de las cosas buenas que tiene producir acá en Uruguay", dice. 

A su juicio, el "gran desafío que tiene la agricultura es el buen uso de la tecnología". "Y no solamente me refiero puntualmente a las maquinarias. Muchas veces hay más tecnología en un grano de soja que en un computador, que en un teléfono o que en un reloj", asegura.

El empresario destaca algunos hitos que tuvo el país en los últimos 20 años como la creación del todo el complejo oleaginoso que prácticamente "no existía". "Una de las cosas más importantes es que hemos sabido jugar en equipo. Podemos tener discrepancias, pero siempre llegamos un buen acuerdo. La agricultura es un juego en equipo. El agricultor no puede jugar solo", advierte. 

Como prueba de otros de los avances que ha logrado la agricultura, el presidente de Okara mencionó al cultivo de trigo, que pasó de 1.200 a 1.300 kg por hectárea cuando él era niño, para luego estancarse durante varios años en 2.500kg por hectárea, hasta el récord de  5.000 kg por hectárea que hubo apenas dos años atrás. 

"En Uruguay hay muchos productores que saben hacer muy bien agricultura y grandes empresarios para proyectar la agricultura del siglo XXII", finalizó.

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