Un número creciente de adultos jóvenes en los EE.UU. y Europa están optando por abstenerse o reducir el alcohol, impulsados por consideraciones de gusto, salud y estilo de vida. Mientras que una de las tendencias que se está observando en las nuevas generaciones es que se gasta significativamente menos en bebidas alcohólicas que las generaciones anteriores, a la par crecen las categorías atadas a esto, por ejemplo, los aperitivos, los vinos y destilados bajos en alcohol, aunque también el segmento de la cerveza 0%. Una mentalidad consciente de la salud, sumado el impacto de tendencias en redes sociales y además una visión más flexible (en la que se alterna ingesta de alcohol y espacios de menor consumo, detox periódico o abstención), están cambiando la actitud del público joven hacia el alcohol y promoviendo la sobriedad como una opción de estilo de vida popular.

Según un informe de Kantar, el 75% de los jóvenes argentinos se plantea reducir su consumo de alcohol, y 6 de cada 10 personas de entre 18 y 25 años consideran interesante elegir bebidas con bajo contenido alcohólico o sin alcohol. Otra encuesta anterior de Gallup realizada en EE.UU. en 2023 concluyó que solo cuatro de cada 10 jóvenes (el 38% de los encuestados de entre 18 y los 34 años) son bebedores regulares.

De tendencia de nicho a la masividad

Lo que una vez fue una tendencia nicho que comenzó a observarse con mayor fuerza post-pandemia con los sober curious y los periodos de abstención popularizados como el "Enero Seco" o Dry January a la cabeza, empezó a tener penetración en públicos más jóvenes. E inclusive en los públicos más adultos como la Generación X, como relataba un reporte de diciembre del año pasado, que explicaba que, si bien los consumidores más jóvenes (Generación Z y Millennials) seguían siendo los más propensos a participar en general de los períodos de reducción o abstención total del alcohol, la proporción de la Gen X que no consume alcohol había aumentado.

El reporte de Morning Consult Pro registraba un 22% de los adultos estadounidenses mayores de 21 que dijeron que participarán en el Enero Seco del 2024, 5 puntos más que la proporción de quienes dijeron que lo habían hecho en el pasado. En relación a los motivos, el 69% de los participantes cita la salud como motivo de participación, lo que refleja una mayor preocupación relacionada con la advertencia sobre el vínculo entre el consumo de alcohol y el cáncer.

En simultáneo, comenzaron a aparecer desde comunidades en redes (Sober Girl Society, Club Söda y otras) a fiestas pop-ups sin alcohol, pasando por marcas que comenzaron a darle más espacio al desarrollo de bebidas low ABV (bajas en alcohol) o directamente sin, y hasta bares sobrios o alcohol free en las principales ciudades del mundo como Nueva York, Londres, Dublín y más (Listen, Getaway, Redemption, The Virgin Mary). En Buenos Aires, cada vez más bares con coctelería de autor también empezaron a sumar opciones bajas en alcohol o mocktails a sus cartas.

Esto implica también un menor gasto en alcohol por parte de los jóvenes, según cifras recientes de Statista: mientras que los Boomers, la Generación X y los Millennials gastaron entre US$ 23.000 y US$ 25.000 millones en alcohol en 2022, el gasto de la Generación Z ascendió a solo US$ 3.000 millones.

Nuevas categorías en el vino y la cerveza

Aunque algunos vaticinan que el imperativo wellness está en caída y que en los próximos años volverá el interés en productos y discursos que ayuden a los consumidores a explorar y disfrutar de ocasiones y productos no tan estrictamente saludables, por ahora, nada de esto se avizora. De hecho, la tendencia pisa tan fuerte que las grandes marcas invierten en el desarrollo y promoción de bebidas 0% alcohol o low ABV.

Quizás como señal de esto es que la bodega Nieto lanzó el año pasado Emilia, una línea de cocktails de vino que ofrecen una novedad para aquellos que desean disfrutar algo con alcohol pero igual seguir cuidándose: una menor graduación alcohólica (contienen apenas 7% de alcohol). Están elaborados con uvas de Mendoza, botánicos naturales y un toque de finas burbujas, y viene en cuatro variedades: Clarea, Sangría, Spritz y Rosé.

"Los cocktails de Emilia nacen de la búsqueda por combinar la tradición del vino con una propuesta innovadora en el mundo de las bebidas. Cada una de sus cuatro versiones ha sido diseñada para ofrecer una experiencia única. Identificamos que hay consumidores que suelen elegir vinos de variedades más ligeras y fáciles de tomar a los que les gusta mezclar el vino con otras bebidas y eligen propuestas con menor graduación alcohólica, y nos propusimos elaborar un producto que respondiera a estos intereses y que fuera versátil en ocasiones de consumo", explica Delfina D'Alessandro, Senior Manager Marketing  en Molinos Rio de la Plata.

"Con este tipo de propuestas, el vino puede volverse un jugador interesante en el mercado de los 'ready to drink' y lograr atraer al público entre 25-35 años, un mercado en desarrollo y en el que seguiremos trabajando con este reciente lanzamiento", añade la ejecutiva. ¿Otra clave? La versatilidad de los productos. Muchas de estas bebidas ready to drink buscan captar públicos con paladares virados más hacia el dulce y cierto recorrido con las bebidas aperitivas, pero que también beben tanto en sus casas como en situaciones varias que pueden ser un after, un brunch o como algo para regalar.

Pero las bodegas no son las únicas pensando en las nuevas tendencias y hábitos de los Centennials. También crece acá y en el mundo el consumo del segmento de cerveza sin alcohol. La cerveza sin alcohol acapara el 7% del mercado en toda Europa y un destacable 14% en España, según cuenta una nota reciente de El País. Baste como botón de muestra que en Irlanda, un país de larga tradición cervecera, las ventas de cerveza sin alcohol crecieron un 18% en 2022 de acuerdo al Drinks Ireland y que marcas tan icónicas como Guinness han invertido millones en su versión sin alcohol, que tiene gran demanda.

Localmente, varias marcas de cerveza ofrecen opciones sin alcohol, si bien la innovación y la comunicación son factores clave para el crecimiento de la categoría. Por un lado, CCU tiene dos marcas en la categoría sin alcohol en Argentina: Heineken 0.0 e Imperial Golden 0.0. "La compañía fue pionera en apostar por este segmento, con el lanzamiento de Heineken 0.0 en marzo de 2023 y la incorporación de Imperial Golden 0.0 en noviembre del mismo año. Desde entonces, se viene observando un creciente interés por este tipo de productos, impulsado por consumidores que buscan alternativas sin alcohol sin resignar sabor", abre Matías Canzani, gerente de Marketing para Cervezas en CCU Argentina. La compañía busca que los consumidores descubran nuevas ocasiones para disfrutar de una cerveza, como en un almuerzo de trabajo, antes de manejar o después de realizar actividad física.

"Desde el lanzamiento de Quilmes sin alcohol en 2020, el segmento viene creciendo mucho. En este sentido, para 2025 apuntamos a un crecimiento cercano a 40%. Es un sector con mucho potencial: hoy el segmento en Argentina está cercano al 1%, pero mercados más evolucionados en la categoría como Alemania, Canadá o EE.UU. están cercanos al doble dígito. El emblema en el mundo es España con casi 10%. Está claro que hay una gran oportunidad de crecimiento, no solo porque existen ejemplos concretos de otros mercados en los que el desarrollo de este segmento es una realidad, sino también porque el paladar argentino es cada vez más afín al sabor de la cerveza", cuenta con optimismo Eugenio "Cucu" Raffo, VP de Marketing de Cervecería y Maltería Quilmes, explicando cómo evolucionó su portafolio de cervezas sin alcohol en Argentina.

"Tiempo atrás la única opción era la pionera Quilmes 0,0% mientras que en el 2024 no solo Stella Artois sino también Corona (la cerveza sin alcohol con mayor crecimiento en nuestro país) se sumaron al mismo tiempo que Quilmes mejoró su receta. Por otro lado, todas las marcas estuvieron muy presentes con comunicación, Quilmes siendo sponsor y acompañando a los clubes de fútbol más importantes del país en los principales estadios y con Franco Colapinto a quien acompañamos desde la Fórmula 2", añade el ejecutivo.

El principal obstáculo en relación al producto quizás sea pensar que "la cerveza sin alcohol no es cerveza" -un poco como sucede con la idea del vino o los cocktails sin alcohol-, si bien desde Quilmes agregan que hoy la gente comprobó que el sabor, el aroma y el cuerpo es igual al de sus cervezas preferidas. ¿Otro punto a rebatir? El target. "Hay gente que cree que la cerveza sin alcohol apunta al no consumidor de cerveza cuando lo que pasa es todo lo contrario. Es para el amante de la cerveza, que disfruta mucho de su sabor y refrescancia, y que busca disfrutarla en más momentos en los que no podían o elegían no tomar alcohol, completa Raffo.

La presión social y el estigma del 0.0

Un estudio presentando por Heineken 0.0 también habla de las actitudes y prejuicios en torno a la bebida: el 21% de los jóvenes de entre 18 y 26 años se sintieron juzgados por su elección de bebidas sin alcohol y han ocultado que toman bebidas de nulo contenido alcohólico debido a presiones sociales, y más de un tercio declara haber sentido presión para beber alcohol en ciertas situaciones sociales. La investigación fue realizada por IPSOS junto con el psicólogo de la Universidad de Oxford, Charles Spence, que demuestra que, a pesar de que la aceptabilidad de las bebidas sin alcohol está en su punto más alto, las generaciones más jóvenes siguen enfrentando estigmas y presiones sociales en torno a sus elecciones de bebidas.

Otro dato que reveló el estudio es que el 38% de los hombres de este grupo de edad afirma que estaría dispuesto a beber versiones sin contenido alcohólico, pero solo si sus amigos también lo hacen. No solo eso, sino que cuando los hombres de la Generación Z hacen esta elección, sienten que deben explicar y justificar (29%). "Es importante abordar estos estigmas, apoyando el derecho de las personas a tomar decisiones sin ser juzgadas", comenta Fernando Sanz Nicuesa, Country Manager South Cone de Heineken. "Tal vez alguien sea el conductor designado o simplemente tenga ganas de disfrutar de una bebida refrescante. Al final, no se necesita una razón especial para optar por una cerveza sin alcohol", agrega. Algo no menor en un país con muchos siniestros viales debidos a la ingesta de alcohol al volante y en el que Heineken lleva a cabo su iniciativa EHR: Enjoy Heineken Responsibly, que promueve el consumo consciente y con moderación, como parte de un estilo de vida saludable. 

Crecimiento a futuro y otros nichos

Aunque el mercado de cervezas sin alcohol está creciendo de manera sostenida en Argentina (en 2023 representaba el 0,5% del total de ventas de cerveza, mientras que en 2024 ya alcanza el 1,3%), sigue atrayendo principalmente a consumidores que ya beben cerveza, lo que indica que no está generando nuevos consumidores dentro de la categoría, sino ampliando las opciones de consumo para los ya existentes.

Asimismo, hay cada vez más start-ups apuntadas a las soluciones para evitar la resaca, con distintos productos desde los probióticos pre-alcohol (bebidas que se toman antes de ingerir alcohol), como ZBiotics, a las nuevas bebidas funcionales sin alcohol o functional non-alcoholic spirits como Three Spirit. Por lo general, un mix de bebidas sin alcohol (té, bebidas fermentadas o probióticas) y hongos funcionales (ashwagandha y melena de león) con efectos nootrópicos, es decir, que calman la mente y mejoran la memoria y la concentración.

El universo de las bebidas sin alcohol es tan grande, e incluye cada vez más variedad y experimentación, que la prestigiosa revista Punch publicó una guía que incluye algunas categorías nuevas o no tan conocidas como: adaptógenos y funcionales, ANA (adult nonalcoholic beverage), Blends (producto sin alcohol que se ha elaborado no desalcoholizando una base alcohólica, sino combinando frutas, vinagres y/o tés con hierbas y especias para crear un perfil de sabor igualmente complejo), Canna bevs (bebidas infusionadas con THC, con o sin adición de CBD), fermentados, Kava (una bebida elaborada con las raíces molidas del arbusto kava, es calmante y ha ganado adeptos en EE.UU. como alternativa al alcohol), y la lista continúa.

Inclusive se está viendo la unión de esfuerzos en industrias como la del café y la cerveza, con productos como la nueva edición especial de Club Colombia con Café Juan Valdez, sin alcohol, combinando la maestría cervecera con la riqueza del café colombiano, para ofrecer productos que se alinean con las nuevas tendencias de consumo: alternativas de alta calidad para quienes buscan experiencias distintas y sin alcohol.