El Gobierno de Donald Trump y el Congreso de EE.UU. ignoraron los pedidos de Tesla y General Motors y no expandirán un crédito fiscal fundamental para los compradores de vehículos eléctricos (VE), medida que según se anticipa hará caer las ventas de esos autos sin emisiones en pleno avance del cambio climático.
El crédito vigente de US$ 7.500, que baja el precio de los vehículos totalmente eléctricos, deja de aplicarse una vez que la automotriz vendió más de 200.000 VE, marca que solo alcanzaron Tesla y General Motors. El crédito estará disponible para los consumidores que compren un VE de otros fabricantes hasta que esas empresas lleguen también a las 200.000 unidades vendidas.
La próxima en alcanzar el límite de 200.000 autos podría ser Nissan. Entre 2010 y marzo de 2019, la automotriz japonesa vendió unos 131.000 VE, según InsideEVs.com.
Al 30 de junio de 2019, Ford vendió 116.926 VE en EE.UU.; BMW, 93.696 y Mercedes-Benz, 20.954, según el Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. (IRS, por sus siglas en inglés).
La noche del lunes, el Congreso decidió no elevar ese techo a 600.000 y redujo el crédito a US$ 7.000. La Casa Blanca se había opuesto a la extensión.
Como buscaban los republicanos y Trump, la cláusula de los VE quedó en la nada en el medio de las negociaciones de última hora por un megapaquete de proyectos de ley de gastos diseñado para evitar que se paralice el Gobierno de EE.UU.
“El presidente opuso muchísima resistencia”, dijo la senadora demócrata por Michigan Debbie Stabenow. “No sé por qué la Casa Blanca querría frenar la generación de puestos de trabajo y el futuro de la industria automotriz”.
Así las cosas, no habrá ningún incentivo impositivo federal para los consumidores que compren vehículos impulsados por combustibles alternativos, a pesar de que la mayoría de las grandes automotrices pretende pasar la mayor parte de los productos que planea para el futuro de los motores de combustión interna a las baterías.
La medida del Congreso no afectará los incentivos estaduales vigentes. Por ejemplo, el estado de Colorado ofrece un crédito impositivo de US$ 5.000 para la adquisición de VE nuevos y uno de US$ 2.500 para alquilar uno, y California, el mercado de autos eléctricos más grande de EE.UU., ofrece deducciones de hasta US$ 7.000 para los compradores y vehículos que reúnan ciertos requisitos.
Los republicanos y el Gobierno de Trump se oponen a fomentar la venta de VE, en parte porque consideran que los créditos impositivos son un regalo para los consumidores pudientes e izquierdistas de California y otras regiones que imitaron las regulaciones de ese estado para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Al oponerse al programa de subsidios para ricos, el presidente Trump está luchando para proteger a los contribuyentes de clase media” declaró a Bloomberg Tom Pyle, presidente de la American Energy Alliance (AEA), asociación autodefinida como grupo de defensa del libre mercado.
Algunos analistas estiman que si se elevaba el techo para el crédito a los VE a 600.000 unidades, las ventas de autos a batería podrían haber aumentado entre 3 millones y 6 millones de unidades.
La política actual podría cambiar según quién gane las elecciones de 2020.
“Pienso que esto va a perjudicar las ventas (de VE) en 2020, pero no estoy seguro de que tenga mucho impacto a largo plazo”, afirmó Nick Nigro, de Atlas Public Policy, una empresa de investigación sobre políticas públicas y tecnología con sede en Washington. “La más afectada en el corto plazo será Tesla, que probablemente se esforzará más por aumentar las ventas fuera de EE.UU.”.
Por David Blackmon
Traducción: Santiago Farrell