Nuestros clientes son operadores y gestores de fondos. Operan e invierten en una amplia variedad de mercados: desde acciones y divisas hasta materias primas. Si le hubieras preguntado a cualquiera de ellos, te habrían dicho que el cacao era uno de los productos básicos más aburridos para operar (aunque pudieran disfrutar de un Ferrero Rocher o un Kit Kat).

¿Por qué? Básicamente, entre 2002 y 2022, el precio del cacao se movió dentro de un rango bastante estrecho: entre 1.500 y 3.000 dólares por tonelada métrica.

Pero de repente, en junio de 2023, el precio del cacao superó los 3.000 dólares. Para abril de 2024, el valor se disparó hasta superar los 12.000 dólares. Y en diciembre de 2024, justo a tiempo para Navidad, ¡el precio de una tonelada métrica de cacao rozó los 13.000 dólares!

Una combinación de interrupciones en la cadena de suministro, el cambio climático y el aumento de la demanda está impactando directamente en el precio del cacao. Si bien este escenario representa una oportunidad para comerciantes e inversores, también enciende señales de alarma entre los chocolateros y consumidores. ¿Estamos frente al fin del chocolate accesible tal como lo conocemos?

Veamos quiénes son los principales responsables del alza en el precio del cacao, cómo afecta al mercado global y de qué manera los comerciantes pueden aprovechar estos cambios, mientras nos preguntamos si el futuro del chocolate corre riesgo.

Malas cosechas como consecuencia del cambio climático

Si imaginás una franja alrededor del planeta, entre 20 grados al norte y 20 al sur del Ecuador, vas a encontrar el área donde tradicionalmente prosperaron los árboles de cacao. Al menos, ahí es donde solían prosperar. El calentamiento global no solo generó un aumento en las temperaturas ecuatoriales, sino que también trajo consigo un clima más húmedo.

Los árboles de cacao no toleran bien los climas extremos, y el exceso de calor y humedad crea el ambiente ideal para la proliferación de insectos y hongos. Son amenazas que los árboles, por sí solos, no pueden combatir. Esto está provocando serias dificultades para los agricultores, cosechas cada vez más pobres y, como consecuencia, un aumento en los precios por la escasez de oferta.

Cuestiones geopolíticas y logísticas

Los desafíos en la cadena de suministro global, profundizados por la inestabilidad geopolítica, encarecieron el transporte del cacao. A eso se suman las restricciones a la exportación en los principales países productores, que limitaron la oferta y provocaron compras de pánico, además de una creciente especulación en el mercado de futuros.

La demanda no afloja

Pese a las presiones inflacionarias, la demanda global de chocolate sigue firme. Los mercados emergentes —en especial los asiáticos— mostraron un repunte en el consumo. A medida que crece el ingreso disponible, las marcas de chocolate premium ganan terreno, lo que complica aún más el equilibrio entre oferta y demanda.

Un mercado alcista que abre oportunidades

Con los precios del cacao en alza, los comerciantes tienen varias oportunidades para capitalizar esta recuperación.

El mercado de futuros del cacao en el Intercontinental Exchange (ICE) registró un aumento en la actividad comercial, con operadores institucionales que empujaron los precios hacia arriba. Quienes apostaron a posiciones largas en futuros de cacao ya obtuvieron ganancias importantes. A su vez, los operadores de opciones encontraron buenas oportunidades con estrategias centradas en la volatilidad.

Para los especuladores, se sabe que el precio del cacao puede fluctuar más de 1.000 dólares en un solo día. Por eso, quienes operan con un enfoque técnico o fundamental pueden encontrar negocios muy rentables.

Suben los costos, bajan las ganancias

Mientras algunos actores del mercado se benefician de esta volatilidad, los chocolateros intentan capear una tormenta que podría redefinir la industria tal como la conocemos.

Las grandes empresas chocolateras ya están lidiando con el aumento en los precios del cacao, lo que las obliga a trasladar parte de esos costos al consumidor. Además, muchas buscan cubrirse comprando contratos de futuros para fijar precios y evitar más sorpresas.

Hoy, con una inflación que no da tregua en muchas economías, los consumidores comenzaron a ajustar sus gastos. La clásica barra de chocolate podría dejar de ser un impulso en la caja del supermercado para convertirse en un pequeño lujo. Y la baja en las ventas, naturalmente, repercute en menores márgenes de ganancia.

¿Chocolate sin cacao?

Sí, leíste bien: hoy en día hay empresas que están diseñando y desarrollando productos sintéticos que intentan imitar el sabor y la textura del chocolate real, pero sin cacao. Ante el aumento vertiginoso del precio de este insumo clave, se están explorando ingredientes alternativos como la algarroba, la achicoria e incluso sustitutos del cacao cultivados en laboratorio. La gran pregunta es: ¿podrían estas alternativas masificarse si los precios siguen escalando?

A lo largo de los años, cambiaron los hábitos de consumo, los patrones de gasto y los gustos del público. Por eso, los productos con sabor a chocolate, el chocolate blanco (que no contiene cacao) y los híbridos que combinan cacao con ingredientes sintéticos podrían convertirse en la norma mucho antes de lo que imaginamos.

Contracción inflacionaria

Cualquiera que haya ido al supermercado en los últimos meses probablemente ya lo notó: muchos productos vienen en envases más chicos pero con el mismo precio. Es una estrategia cada vez más común entre los fabricantes, que prefieren reducir el tamaño de lo que ofrecen antes que aumentar el precio en góndola. Y el chocolate es un candidato ideal para este fenómeno. Las grandes marcas ya están adaptando sus formatos: lanzan versiones "bocados", "minis" y otras presentaciones más pequeñas para seguir seduciendo al consumidor.

Chocolate de diseño: ¿una especie en extinción?

En los centros comerciales, en las avenidas principales o incluso online, las chocolaterías especializadas de alta gama siguen ofreciendo un producto boutique. Y la mayoría de ellas exige una calidad de cacao mucho más alta que la media. Pero difícilmente veamos a este nicho utilizando chocolate sintético en el corto plazo.

Aun así, el aumento sostenido en el precio del cacao podría obligar a muchos chocolateros independientes a cerrar sus puertas. Aunque, como suele pasar, las marcas de lujo que están bien gestionadas suelen resistir las crisis. Por eso, es probable que algunos chocolateros artesanales logren prosperar mientras que otros queden en el camino.

¿Volvemos al chocolate de elite?

Históricamente, el chocolate fue un producto reservado para los sectores más acomodados. Al menos una marca siempre se promocionó en contextos ostentosos, como fiestas exclusivas o eventos de lujo. Si otras marcas empiezan a seguir esa línea, vamos a poder confirmar el cambio. ¿Será que estamos volviendo a ese modelo?

¿Qué se viene?

Gobiernos y líderes de la industria están impulsando prácticas sostenibles en el cultivo de cacao, con el objetivo de mejorar la producción y reducir los riesgos climáticos. Innovaciones como variedades de cacao resistentes a las inclemencias del clima y proyectos agroforestales podrían ser clave para estabilizar la oferta a largo plazo.

¿Un producto dulce con un futuro amargo?

Si bien el actual auge del cacao abre oportunidades comerciales tentadoras, también expone desafíos serios para la industria chocolatera. Si los problemas de producción persisten y los ingredientes alternativos ganan terreno, podríamos estar entrando en una nueva etapa en la que el chocolate pase a ser un lujo.

Por ahora, los traders pueden subirse a la ola alcista del mercado del cacao. Pero las proyecciones a largo plazo, tanto para los consumidores como para el sector, no son tan alentadoras. ¿Lograrán las innovaciones tecnológicas y la agricultura sostenible salvar al chocolate? ¿O estamos frente al comienzo de su declive? Solo el tiempo lo dirá.

Nota publicada por Forbes US