Durante años, fue difícil convencer a los inversores de diversificar su dinero en el extranjero. Este sesgo es común entre los inversores de todo el mundo. Sin embargo, en los últimos meses, esta tendencia comenzó a cambiar lentamente. Y eso es una gran noticia, porque diversificar internacionalmente es una estrategia particularmente inteligente en tiempos como estos.
Además, cuando se diversifica—especialmente a través de inversiones que generan rendimientos del 8% o más, como los fondos cerrados—se puede reequilibrar fácilmente la cartera en función de los cambios del mercado. Por ejemplo, aumentando la exposición a acciones estadounidenses cuando están a la baja y los activos internacionales están en alza. Y haciendo lo contrario cuando la situación se invierte.
Un giro sorprendente
En los últimos años, la preferencia por el mercado estadounidense frente al resto del mundo fue simplemente una cuestión de seguir los datos. Las cifras mostraron que las acciones estadounidenses tuvieron un mejor desempeño, impulsadas por una combinación de malas decisiones de política económica y mercados ineficientes en Europa y Asia, lo que hizo que esas regiones resultaran menos atractivas para los inversores.
El rendimiento del mercado habla por sí solo. El S&P 500 superó ampliamente a los índices globales en el largo plazo. Esto se observa con claridad al analizar la evolución del SPDR S&P 500 ETF Trust (SPY), en color violeta en el gráfico, y el Vanguard FTSE All-World Ex-US ETF (VEU), en naranja, durante la última década.
Últimamente, sin embargo, la tendencia comenzó a cambiar de manera notable.
¿Invertir fuera de Estados Unidos es ahora la jugada ganadora?
En 2025, todos los mercados bursátiles del mundo muestran alzas, excepto el estadounidense. Periodistas y banqueros tomaron nota de esta tendencia; el Financial Times informó recientemente que esto está cambiando la demanda de activos por parte de los inversores:
"Lo importante es que esto parece estar generando un verdadero interés entre los inversores, con muchos analistas del sector mencionando recientemente la cantidad de consultas que finalmente están recibiendo sobre Europa", publicó el FT.
Por supuesto, la volatilidad del mercado de valores implica que un activo (o un conjunto de activos de un país) puede superar a otros en el corto plazo, pero quedarse atrás en el largo plazo. Sin embargo, esta vez es posible que las acciones extranjeras, simplemente por un proceso de reversión a la media, se recuperen mientras las acciones estadounidenses continúan cayendo.
Por esta razón, la diversificación es una de las herramientas más valiosas en la cartera de un inversor. No se trata de elegir entre acciones estadounidenses o extranjeras, sino de tener ambas y aumentar la exposición a una cuando su valuación sea más atractiva que la otra.
Por este motivo, en la cartera del servicio CEF Insider mantenemos el fondo BlackRock Enhanced International Dividend Trust (BGY). Este fondo invierte principalmente en grandes empresas internacionales, como el gigante farmacéutico AstraZeneca PLC (AZN), el fabricante de artículos de lujo LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton y la empresa alemana de software SAP SE (SAP).
Además, el fondo genera un ingreso adicional mediante la venta de opciones de compra cubiertas sobre su cartera. Bajo este enfoque, BGY otorga a los inversores el derecho a comprar sus acciones a un precio fijo en el futuro. Independientemente de lo que suceda con estas operaciones, el fondo se queda con la prima cobrada por ese derecho.
En un artículo publicado el 12 de diciembre de 2024 en Contrarian Outlook, señalé que era un buen momento para aumentar la exposición a BGY con el siguiente comentario:
"Con la reciente suba de las acciones estadounidenses, es un buen momento para agregar exposición internacional y diversificar nuestras apuestas con un fondo internacional más equilibrado."
Desde entonces, BGY superó a SPY por un margen significativo.
BGY se beneficia del impulso general de las acciones internacionales, aunque está por detrás de algunos ETFs internacionales de mayor rendimiento. Sin embargo, seguimos prefiriendo este fondo por dos razones: su dividendo (rendimiento actual del 9,1%) y su descuento, que sugiere un mayor potencial de revalorización en el futuro.
Veamos este último punto en detalle.
A diferencia de los ETFs, que siempre cotizan muy cerca de su valor patrimonial, los fondos cerrados (CEFs) pueden (y a menudo lo hacen) operar en el mercado a precios diferentes a los de sus carteras subyacentes. Esta diferencia se mide mediante el descuento sobre el valor neto de los activos (Net Asset Value, NAV). Esto ocurre principalmente porque, a diferencia de los ETFs, los CEFs suelen tener un número fijo de acciones durante toda su existencia.
La reducción del descuento de BGY
Al momento de escribir este artículo, BGY cotiza con un descuento del 7,8%. Esto significa que estamos adquiriendo activos internacionales a un precio inferior al que obtendríamos a través de un ETF.
Además, el descuento de BGY fue mucho menor en el pasado, cuando la demanda de activos extranjeros era más alta. Esto implica que no solo obtendremos ganancias a medida que las tenencias de BGY aumenten de valor, sino que esos rendimientos se verán potenciados a medida que el interés del mercado por los activos internacionales reduzca aún más el descuento de BGY. De hecho, este proceso ya comenzó a darse lentamente en el último año.
En segundo lugar, está el dividendo. Como se mencionó, BGY ofrece un rendimiento del 9,1%, lo que significa que el fondo distribuye una gran parte de sus ganancias en efectivo (vale destacar que BGY paga sus dividendos de forma mensual). Esto permite utilizar ese flujo de efectivo para reequilibrar la cartera e invertir en acciones estadounidenses cuando su valor cae, logrando así beneficios tanto en el corto plazo con las acciones extranjeras como en el largo plazo con la recuperación de los mercados de EE.UU.
Por supuesto, siempre existe la opción de destinar los US$ 76 mensuales que se reciben por cada 10.000 dólares invertidos en BGY para otros fines, como cubrir gastos personales.
Este escenario resalta muchas de las grandes ventajas de los fondos cerrados (CEFs): permiten diversificar, lo que facilita el reequilibrio en tiempos de volatilidad e incertidumbre en el mercado, y generan un importante flujo de efectivo que contribuye a una mayor independencia financiera. ¿El beneficio adicional? En el caso de BGY, todo esto se obtiene con un descuento cercano al 8%.
Con información de Forbes US.