La nueva apuesta energética de los dueños de Havanna, Juan Cherñajovksy, Lui Galli y la familia Neuss, pone foco especialmente en el sector eléctrico del NOA, donde la minería aparece como el principal driver de crecimiento.
El grupo empresario liderado por Edison Energía se hizo de una serie de activos estratégicos vinculados a los grandes motores de este modelo económico como son la industria minera y energética.
Acá se destaca la distribuidora EJESA de la provincia de Jujuy que abastece a 700.000 personas con casi 1.000 GWH al año y maneja una red de 8.280 kilómetros que tienen muchas perspectivas de seguir avanzando por la gran cantidad de proyectos mineros que se vienen.
En ese sentido, hay un nexo muy estrecho con EJEDSA que es la pata de la firma que genera y distribuye energía en localidades aisladas de la puna y la quebrada jujeña, en lo que se denomina el Mercado Eléctrico Disperso (MED), e incluye la generación in situ que es una de las alternativas que analizan empresas de litio para abastecerse.
Cabe recordar que la conexión eléctrica es un punto fundamental del negocio minero. Primero, porque se trata de uno de los mayores gastos de una mina que se encarecen notablemente si el proyecto no está conectado al sistema eléctrico nacional y tiene que abastecerse con generación diesel in situ. Y, en segundo término, por las obligaciones de las mineras de contar con energía renovable que bajen su huella de carbono y le permitan un mejor acceso a financiamiento barato.
Otro de los grandes activos energéticos del NOA es EDET, la distribuidora tucumana que se caracteriza por ser de las más ordenadas del país, con una demanda de 1,6 millones de personas y una generación de 2.900 GWh anual, casi el triple que la de Jujuy. A su vez, opera 16.700 kilómetros de líneas de red y casi 8.500 subestaciones transformadoras.
Ya en Mendoza, pero también asociado al potencial minero por la velocidad con la que viene avanzando la provincia cuyana en esta materia, aparece el complejo hidroeléctrico Potrerillos con unos 180 MW mediante dos represas.
Por último, el otro activo que compró Edison Energía no tiene tanta relación con la minería, pero sí es parte de un eslabón clave del sistema eléctrico nacional al formar parte de uno de los nodos más relevantes del país como el Litoral, por donde se transporta el gran caudal hidroeléctrico de Yacyretá y Salto Grande.
La transportadora Litsa (Líneas de Transmisión del Litoral), presta el Servicio Público de Transporte de Energía Eléctrica en Extra Alta Tensión (500 kV) entre Corrientes y Entre Ríos donde se ubican estas dos represas que son las mayores usinas generadoras de todo el país.
A su vez, el grupo inversor ya contaba con una pata en Vaca Muerta con la participación en la distribuidora de Río Negro Edersa, la subsidiaria de servicios petroleros Aspro y la firma líder en alquiler de compresores de gas para pozos petroleros Compressco Argentina.