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El entusiasta pronóstico de JP Morgan para la Argentina tras la firma con el FMI

Franco Della Vecchia

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Tras una mejora en el consumo privado y un fuerte repunte de la inversión, el banco pronostica que la economía retomará el crecimiento en 2025.

22 Marzo de 2025 08.45

Un informe del banco de inversión JP Morgan plantea un escenario de crecimiento económico para Argentina en 2025, impulsado por una recuperación sostenida de la demanda interna. Según el análisis, el consumo privado y la inversión volverían a desempeñar un rol protagónico en la economía local, en un contexto de estabilización fiscal y monetaria posterior al eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

De acuerdo al estudio, el comportamiento de estos dos componentes fundamentales —consumo e inversión— se perfila como un motor clave para afianzar el proceso de desinflación y avanzar hacia una mayor estabilidad macroeconómica. 

"El informe del cuarto trimestre evidencia que el consumo privado creció un 13,4% intertrimestral anualizado, lo que marca el segundo trimestre consecutivo de recuperación tras los niveles más bajos experimentados anteriormente", señalaron desde JP Morgan. Este rebote es interpretado como un síntoma de reactivación progresiva en el poder adquisitivo de los hogares, que comienza a reflejarse en una mayor circulación de bienes y servicios.

A su vez, el estudio remarca el repunte de la inversión privada, que se expandió un 53,3% en términos anuales y recuperó terreno frente a la contracción registrada a fines del año pasado. Aunque aún se ubican por debajo de los picos alcanzados en el segundo trimestre de 2023, tanto el consumo como la inversión están muestran señales de fortaleza que podrían traducirse en una mejora del clima de negocios y de la confianza en el futuro económico del país.

JP Morgan Chase
Según JP Morgan Chase,  el comportamiento del consumo y la inversión se perfila como un motor clave para afianzar el proceso de desinflación y avanzar hacia una mayor estabilidad macroeconómica. 

Desde la entidad financiera consideran que el empuje de estos factores es determinante para la actividad doméstica, pero también para el acceso a financiamiento externo y el sostenimiento de una política fiscal ordenada. En ese sentido, sostienen que una demanda interna sólida contribuiría a compensar los desequilibrios persistentes en la cuenta corriente, al mismo tiempo que generaría condiciones más favorables para el sector privado.

Exportaciones en alza y mejora del frente externo

En el plano externo, JP Morgan destacó la evolución positiva de las exportaciones, que crecieron un 34,5% interanual, por encima del aumento de las importaciones (9,7%). Esto permitió una reducción del déficit comercial, que pasó de entre el  5,6% y 7,2% del PBI en períodos anteriores, al 2,2% del PBI en el último relevamiento. "Además, el crecimiento de las exportaciones reales, que alcanzaron el 25,5% del PIB, señaló una tendencia estructural que se ha mantenido en el tiempo", agregaron desde la entidad.

Si bien aún persisten desafíos estructurales, el informe pondera la resiliencia del sector exportador, que mostró una capacidad importante para sostener su performance más allá de las oscilaciones del tipo de cambio real. Esta "inelasticidad" del comercio exterior permitiría, según los analistas, sostener niveles elevados de inversión y consumo sin agravar el desequilibrio externo.

El impacto del acuerdo con el FMI y la estabilización macroeconómica

La proyección del banco contempla que, tras un eventual entendimiento con el FMI y la esperada capitalización del Banco Central, prevista para las reuniones de abril, podría consolidarse un escenario de crecimiento robusto. Ese marco se apoyaría en una política fiscal prudente y en la continuidad de medidas que favorezcan el gasto interno sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera.

Mieli y Georgieva FMI
La proyección del banco contempla que, tras un eventual entendimiento con el FMI y la esperada capitalización del Banco Central, prevista para las reuniones de abril, podría consolidarse un escenario de crecimiento robusto. 

En términos de actividad, el Producto Bruto Interno (PBI) real mostró en el cuarto trimestre una expansión del 5,7% anualizado. De esta forma, revirtió parcialmente la contracción del -1,7% registrada en el conjunto del año calendario. Según el informe, todos los componentes de la demanda contribuyeron positivamente al desempeño del PBI, a excepción de las importaciones, que tuvieron un efecto negativo en el cálculo final.

El horizonte trazado por JP Morgan muestra una visión cautelosamente optimista respecto al futuro inmediato de la economía argentina. La recuperación interna gradual, el sostenimiento del sector externo y un marco de acuerdos internacionales ordenados podría sentar las bases para una etapa de crecimiento más estable. No obstante, el éxito de esta transición dependerá de la implementación efectiva de políticas públicas que apunten a consolidar los logros incipientes.

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