Forbes Argentina
Caputo y Georgieva
Macroeconomía

En vez de calmar al mercado, el acuerdo con el FMI se convirtió en un trauma que anticipó la típica dolarización pre electoral

Virginia Porcella

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Los contratos futuros del dólar indican una expectativa de devaluación alejada del 1% mensual de suba del tipo de cambio que sostiene el Banco Central. Los errores no forzados de Caputo y la cuenta regresiva para el fin del cepo.

20 Marzo de 2025 07.30

 

Más allá de los éxitos o fracasos de sus programas, la expectativa de alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario suele ser un bálsamo para los mercados. La inminencia de anuncios de fuertes, o tal vez no tanto, desembolsos induce al alza las cotizaciones de bonos y acciones al tiempo que apacigua la demanda por el dólar. Es lo que imagina cualquiera, incluso un ministro de Economía, que no haya estado pendiente de las finanzas en la Argentina en los últimos días. 

Al revés de lo que habitualmente ocurre, la supuesta inminencia del acuerdo con el organismo disparó todos los temores respecto del futuro cambiario de la Argentina. En medio de un clima enrarecido en la calle, se empezó a acumular tensión en el mercado cambiario que los dichos de los funcionarios, incluído el propio ministro Luis Caputo, no lograron disipar sino, por el contrario, aumentar.  

El dólar libre y financiero alcanzó los $1.300, lejos del pico de $1.500 de julio pasado pero también 20% por encima del oficial luego de ver desaparecer prácticamente, la brecha cambiaria a principios de año. Es un aumento mayor al 11%, el cual se concentró mayormente en las últimas cinco ruedas. Tras la aprobación del DNU en el Congreso, la presión cedió un poco. O la intervención oficial hizo su trabajo. En cualquier caso, la dinámica del mercado cambiario refleja una fortísima dosis de incertidumbre. 

Los bonos y acciones, en cambio, sí reaccionaron bien al avance del entendimiento con el Fondo. Más contagiados por el contexto internacional que por el ruido político interno, la perspectiva de fondos frescos para fortalecimiento de las reservas es una buena noticia para los inversores. 

Paradójicamente, es la fuente de toda la inquietud en materia de dólar. Varios elementos conviven para generar nerviosismo en vez del esperado optimismo. En primer lugar, el Gobierno no termina -ni siquiera empieza- a dar señales claras del rumbo de la política cambiaria. Sólo promete que no habrá "salto brusco" del dólar tras el acuerdo y, para fundamentar esa idea, repite que el cepo no se va a eliminar al día siguiente de la firma con el FMI. Los operadores, sin embargo, no terminan de creerle. Los precios de los contratos futuros del dólar así lo indican, con un desvío de 3 puntos porcentuales para fin de mes respecto de la suba pauta del dólar oficial de 1 por ciento. Es decir que hay inversores que compraron asumiendo que el tipo de cambio oficial subirá 4% a fin de marzo, alejado de crawl que sostiene hasta ahora el Banco Central. Para fines de abril, en tanto, prevén un precio de $1.187, lo que implica una tasa nominal anual de casi 100 por ciento. Esto hace dudar a muchos operadores y analistas, que sospechan de información "privilegiada" o advierten que sufrirán grandes pérdidas. En cualquier caso, las reservas del Banco Central emergen como la primera víctima de esos movimientos. 

"Con (tasas) implícitas de futuros por encima aun por arriba de las tasas en pesos, complicado que no sigan las ventas netas. Parece dificíl que mañana (por hoy) las reservas no perforen los US$ 27.000 millones", advirtió el economista Gabriel Caamaño, quien identificó la presencia oficial tratando de alinear las expectativas en el mercado de futuros. 

diputados ley omnibus
diputados ley omnibus

Es la crónica, también, de errores no forzados. Eso, al menos, es lo que planteó Juan Manuel Telechea. "Para calmar al mercado, el gobierno buscó dar la idea de que el acuerdo era inminente con el anuncio del DNU. Eso obligó a Caputo a tener que dar precisiones sobre el futuro del esquema cambiario -remarcó-.El tema es que el mercado interpretó esas declaraciones como que se acercaba el fin del esquema cambiario actual. Esto generó todavía más tensión en el dólar, exactamente lo contrario de lo que buscaban con el anuncio inicial". 

A la falta de precisiones sobre el futuro del cepo y régimen cambiario, se le agrega otro manto de dudas. En este caso, sobre el monto de los desembolsos, algo que Caputo y su equipo dicen desconocer todavía. Si eso fuera verdad, la interpretación del mercado es que el acuerdo aún no está cerrado y eso significaría retroceder algunos casilleros respecto de las expectativas generadas por el propio Gobierno. 

La otra interpretación, que también inquieta al mercado, es que  eventualmente, esos fondos son escasos por lo que se evitan precisiones al respecto en medio de la tensión. Existe también, la visión contrapuesta: el monto del acuerdo es mucho mayor al que se supone, motivo por el cual el Gobierno no quiso desglosar el dato en el Congreso, ante el temor de que las voces en contra del "alto endeudamiento" perjudicara  la aprobación del DNU. Si el monto es mayor al previsto, en tanto, los compromisos asumidos también se intuyen más agresivos. La flexibilización del cepo más acelerada en tiempos de campaña electoral implica riesgos que los inversores buscan prevenir. 

"Si el acuerdo es grande (como sostenemos desde Romano Group), se van a quedar mirando al Norte más de uno comprando dólares en estos niveles", afirmó el analista Alfredo Romano. 

Lo cierto es que los tiempos se aceleran, incluso sin esperar a la política. La suba del dólar era un movimiento esperado para las semanas previas a las elecciones de octubre pero los plazos parecen haberse acortado. El equipo económico festejó la suspensión de las PASO, precisamente para evitar la volatilidad que implican para el mercado. Sin embargo, la propia negociación con el Fondo anticipó ese "efecto cobertura". Según los cálculos de la consultora Outlier, el lunes hubo rescates por unos $400.000 millones de fondos comunes de inversión de renta fija y money market, volumen que habría presionado al dólar. Esa salida se apaciguó en las últimas horas. A partir de ahora, en tanto, con el trámite del DNU superado en el Congreso, comienza la cuenta regresiva del traumático acuerdo con el FMI.

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