La paralización que trajo el coronavirus no solo agotó el stock de papel higiénico. Igual que con la harina, la comida enlatada y los alimentos no perecederos, no hay forma de encontrar una Nintendo Switch a menos que uno esté dispuesto a poner sumas astronómicas.

En gran parte esto se debe al impacto del coronavirus en las cadenas de suministro y fabricación de China, agravado por la práctica cada vez más extendida de jugar videojuegos entre los que están en cuarentenas prolongadas y porque el llamado “distanciamiento social” hace que la gente no tenga otras formas de entretenerse.

En Amazon, la Nintendo Switch está agotada. Todavía la venden terceros en el sitio, pero sale un ojo de la cara.

Ya se puede decir que los vendedores están estafando a los clientes. Naturalmente, la escasez sube los precios, pero nada justifica cobrar más de US$ 130 extra por una consola con un precio de venta sugerido de US$ 299,99. Y nadie debería poner esa plata. Hay que esperar. Si podemos vivir sin papel higiénico, bien podemos vivir sin una Switch.

La consola también está agotada en GameStop, Best Buy y otros sitios. Una alternativa es comprar una Nintendo Switch Lite. De hecho, yo la prefiero a su hermana mayor en muchos aspectos. Es más compacta y portátil. No se pueden separar los controles Joy-Con, pero eso la hace más sólida, ya que es monolítica.

La Switch Lite también está agotada,  pero los vendedores que están en Amazon solo la aumentaron unos US$ 2o o US$ 3o en vez de US$ 100, una franja mucho más razonable. Además, hay algunas unidades disponibles al precio de venta sugerido en Best Buy.

Más importante que todo esto es cuidarse, queridos lectores. Lávense las manos. Jueguen videojuegos. Practiquen el distanciamiento social y ayuden a salvar vidas y a no sobrecargar a nuestros trabajadores de la salud que le están poniendo el cuerpo a esta crisis horrible.

Autor: Erik Kain