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Adelanto del reportaje exclusivo de Milei con FORBES: repasa su primer año, adelanta su plan político y económico para 2025 y responde a sus críticos

Alex Milberg Director

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Adelanto de una entrevista con el Presidente de la Nación, cuya versión completa podrá verse en formato audiovisual el 29 de diciembre y que integra la portada de la revista Forbes en su edición anuario/verano.

22 Diciembre de 2024 08.00

El presidente Javier Milei concedió un reportaje exclusivo a FORBES donde repasó el primer año de su gestión y adelantó sus planes para 2025. Analiza cuánto le afectó la vida cotidiana siendo un outsider de la política. Cómo gestiona la obsecuencia de quienes lo rodean y su propia vanidad al ser reconocido como uno de los líderes más influyentes del mundo en 2024. Ofreció respuestas a quienes acompañan su visión económica y celebran su coraje para determinadas medidas, pero cuestionan su estilo al que él mismo define como "áspero".  Admitió que no le cuesta pedir disculpas cuando se equivoca y dio ejemplos. Y, por supuesto, lanzó definiciones económicas con sus objetivos precisos para el año próximo. También despejó una de las mayores incógnitas con miras a las elecciones intermedias al señalar que "con el PRO vamos juntos en todos lados o si no iremos separados, no vamos a engañar al electorado". 

Aquí, un breve adelanto del reportaje que duró casi una hora y que podrá verse completo en esta web y en el canal de Forbes Argentina en YouTube a partir del 29 de diciembre. A lo largo de esta semana, iremos adelantando algunos fragmentos de la entrevista en las redes sociales de Forbes. La versión completa también estará disponible a partir del 30 de diciembre en la edición impresa de Forbes Anuario-Verano, a la que se puede acceder por suscripción. Extractos del reportaje.

En este primer año, ¿qué fue lo más difícil de ser presidente para Javier Milei y qué fue lo que más satisfacción le dio?

Claramente soy un outsider. Nunca estuvo en mis planes ser presidente hasta que me involucré en la campaña (...) Siempre doy este ejemplo: es muy lindo ir a ver un partido de Argentina en la tribuna, pero por más que grites, la pelota no se mueve. Los goles los hace Messi. Entonces, me tuve que involucrar. Ganamos dos bancas de Diputados y cuando hicimos el sorteo de la dieta, en Mar del Plata, nos encontramos que en las escalinatas del Costa Galana se habían juntado más de 10.000 personas. Entonces mi hermana dijo: "Vas a ser presidente". No le erró. No estaba en mis planes ni mis aspiraciones, nunca lo había pensado hasta que mi hermana me dijo eso. (...) Después, todo lo que pasó fue increíble. Lo tomo con mucho aplomo. Segundo punto, me lo tomo como un trabajo. Mucha gente se sorprende porque hago lo que prometí en la campaña. Mi job description decía: "Tenés que bajar la inflación, que la economía se libere de tantas restricciones, reformas estructurales y terminar con la inseguridad". 

¿En cuánto tiempo cree que la Argentina podría tener una inflación de 2% anual? ¿Cuando termine su mandato, su sueño es una inflación en qué valores? 

Recibimos en diciembre una inflación viajando al 54%, equivalente al 17.000% anual. El último dato dio 1,4%, o sea que es un poco más de 15%. Bajamos sustancialmente la tasa de inflación. Al mismo tiempo, tenemos un crawling peg, con el 2% mensual más la inflación internacional, que hoy dice que en términos de la inflación mayorista venimos a un ritmo de una deflación del 1% mensual. Cuando se limpia el crawling peg, hay deflación en Argentina del 1% mensual, eso es deflación del 13% anual. Me podés decir que el consumidor viene 2,4%. OK, casi en línea con el crawling peg, o sea que inflación cero. Pero si hago la descomposición en el IPC entre bienes y servicios, donde servicios está impactado muy fuertemente por los ajustes tarifarios, la inflación de bienes viene al 1,6% y la de servicios al 4,4%. Estamos arreglando el desastre que dejó el kirchnerismo de haber utilizado las tarifas en sentido político para tratar de pisar la inflación. 

Como en las dietas, los primeros kilos no son fáciles, pero se bajan. Pero los últimos kilos son los más difíciles siempre... 

Es cierto. Primero, hay que aceptar que la baja está fuera de manual. La evolución ya es más importante que en la Convertibilidad, el programa económico más exitoso de la historia argentina. Este programa es mejor y mucho más consistente porque está construido desde el equilibrio fiscal. Además, lo logramos sin una hiperinflación previa, sin una expropiación tipo de Plan Bonex, no hicimos controles de precios, sin fijar el tipo de cambio y recomponiendo tarifas. El programa genera una inflación inducida de 2,5% mensual. En la medida que repitamos otro mes con inflación en torno al 2,5% mensual, habilita que pasemos a bajar el crawling peg al 1%. Ahí vamos a tener una inflación objetivo de 1,5%. Si eso persiste, estamos en condiciones de ir a una parte vinculada ya a la flotación limpia y si resolvemos el problema de stock del Banco Central y la base monetaria en el formato tradicional coincide con la base monetaria amplia, estamos en condiciones de abrir el cepo. Se tienen que cumplir esas tres metas para que podamos abrir el cepo sabiendo que no va a generar inestabilidad de la demanda de dinero. Ese es el eje central. Ya tenemos menos inflación que el mundo, porque sacás el crawl y estaríamos en deflación. 

¿Cómo juega en este contexto el hecho de que, por ejemplo, ir de vacaciones a Brasil sea más barato que ir a la costa argentina? ¿Cómo entra esa anomalía en esta secuencia? 

No me parece una anomalía. La anomalía fueron los últimos 20 años de la Argentina. Hay subyacente una discusión de si el tipo de cambio está atrasado o no (...). En 2002 no se iba nadie de vacaciones. Teníamos un superávit de cuenta corriente, que tuvo un pico de 16 puntos el PBI, después fue 8 y entraban dólares hasta por las orejas. La pregunta es si estábamos bien, porque fue uno de los peores momentos de la historia argentina. Cuando hacés las cosas mal, tu moneda se deprecia. La contracara es que destruís los salarios reales. ¿Vos querés que los argentinos sigan viviendo con salarios miserables de US$ 300 como cuando asumimos? ¿O preferís como hoy que tengan salarios de US$ 1.100? Yo prefiero que tengan salarios de US$ 1.100. Sobre la discusión concreta de si hay atraso cambiario, primer punto: una forma que refleja que tenés atraso cambiario es que tenés el tipo de cambio fijo y perdés reservas. Argentina en el último año compró cerca de US$ 25.000 millones, con lo cual no vendría a ser el caso. Otro indicador de atraso cambiario es que lo cubrís con endeudamiento. Argentina en el último año canceló deuda por US$ 35.000 millones. Y otra forma es que estés sosteniendo el dólar subiendo la tasa de interés.

Recibimos la economía argentina con una tasa de interés del 235% y hoy es del 35%. Por lo tanto, no están ninguno de los mecanismos con los cuales generás apreciación cambiaria. Te voy a dar un ejemplo conceptualmente más violento. Una de las cosas que podés hacer es decir: "Mi tipo de cambio real viene dado por la relación del precio de los transables respecto a los no transables". Cuando la relación del precio de los transables cae, se aprecia la moneda. Suponete que partís de una situación de equilibrio. Por algún motivo se reduce a la mitad tu capacidad productiva en el sector no transable; dado la demanda, el precio de los no transables tiene que volar. El sistema está mostrando que se te estaría apreciando el tipo de cambio. Si a partir de eso querés inducir una devaluación, en lugar de arreglar el problema lo empeorás. Porque esos precios que están altos en el sector no transables es porque tuviste un impacto negativo en la oferta. Están mandando una señal al sistema para que vos inviertas. Si en lugar de dejar que los precios fluyan y vayan hacia ahí le hacés caso a los brutos estos fanáticos de la devaluación, terminás agravando el problema. Es más, si te pasa tenés una cuestión importante porque quiere decir que tenés que asignar recursos en el sector no transable, que es más intensivo en trabajo, con lo cual genera además que tengas salarios de mayor calidad. ¿Alguien se puso a pensar que todos los que piden devaluación lo que están pidiendo es que los salarios de los argentinos bajen? Si tomás el PBI per cápita en dólares, medido al tipo de cambio paralelo o contado con liqui, subió 120%. Y sin embargo no hay ningún elemento de los que prueban que hay apreciación cambiaria. Esto es bien de econochantas, de un nivel de mediocridad exasperante, hacen el cálculo del tipo de cambio real arrancando con el 2002. ¿Por qué no arrancás desde que empezó la Convertibilidad? Porque te da 700. Cuando tenés un gobierno expropiador, espanta capitales y por ende el tipo de cambio real es más alto, la moneda está más despreciada, y cuando generás confianza, la moneda se te aprecia. ¿Este es un momento en el que se vulnera la propiedad privada o se la respeta? Una forma de ganar competitividad en un modelo de transables y no transables es achicando el gasto público. Bajamos el gasto público 30% en términos reales. Es un conjunto de brutos que no están dispuestos a pensar en algo distinto más allá de un gráfico que es muy tendencioso dónde cortás la serie, ignora que tenés períodos fuerte de apreciación consecuencia de si ganás o no credibilidad. Aparte que cuando decís que el tipo de cambio está atrasado, quiere decir que conocés el tipo de cambio de equilibrio. 

El gran dilema de Argentina... 

Ahí entrás en lo que (Friedrich) Hayek llamaba la fatal arrogancia, porque para poder sacar ese número deberías saber las preferencias de todos los agentes de la economía argentina, por lo menos presente y futura, la tasa evolución de la población... 

Usted es el primer presidente economista de la historia... ¿Cómo es el vínculo con el Ministro de Economía? 

Es fabulosa. Tenemos un vínculo simbiótico. Estoy orgulloso y feliz no solo de haber elegido a un tipo verdaderamente brillante como es Toto Caputo, sino que además es un excelente ser humano y me ha generado una felicidad enorme que lo hayan condecorado como el mejor ministro de Economía del mundo. Estoy feliz con el equipo económico, disfruto hablando con ellos. A veces nos juntamos a cenar para discutir de Economía. Todos los que nos criticaron, erraron. Estos mandriles econochantas o econochantas mandriles o econochantas de Mandrilandia. Había un imbécil que decía que si hacíamos todo bien teníamos 300% inflación.

Teniendo en cuenta su vínculo con Trump, que abre una nueva etapa en el vínculo entre EE.UU. y Argentina, ¿imagina dentro de este primer mandato un eventual tratado de libre comercio con EE.UU.? 

Es el objetivo. 

¿Y qué impacto podría tener esto en el Mercosur? ¿Estaría dispuesto a salir del Mercosur o evaluar la conveniencia si se pone como obstáculo un tratado de libre comercio con EE.UU.? 

En este momento, soy el presidente del Mercosur. Planteé tres puntos en la agenda. Por un lado, una agenda de seguridad contra el narcoterrorismo. Es un trabajo de suma importancia. Vamos a hacer controles comunes. La agenda puertas adentro es empezar a bajar el arancel externo, eliminar las barreras para-arancelarias, empezar a tratar de que pase de ser una simple unión aduanera defectuosa. Al mismo tiempo, propuse que cada uno de los países tenga libertad de poder negociar tratados de libre comercio. Si no, el Mercosur se convierte en una carga, y nosotros lo que necesitamos es comercializar, no cerrarnos. A efectos prácticos, no ha funcionado como una herramienta para promover el comercio. No digo salir del Mercosur, lo que digo es cambiar las condiciones en las cuales nos relacionamos porque nos estamos perjudicando todos. Dentro de esa agenda, vamos a avanzar en un tratado libre comercio. No tengan dudas. Voy a hacer lo que sea necesario para que los argentinos vivan mucho mejor.

Sobre su plan 2025 al detalle, el armado político con miras a las elecciones, su relación con sus críticos y con la prensa, el rol de su hermana Karina Milei y de Santiago Caputo, se podrá leer en la versión completa del reportaje accesible en formato audiovisual en su totalidad a partir del 29 de diciembre o en la edición impresa de la revista Forbes. También podés seguirnos en nuestras redes sociales para ir viendo anticipos y extractos del reportaje a lo largo de la semana. 

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