Plataformas de redes sociales como Meta, YouTube, X (antes Twitter) y TikTok se enfrentan a un intenso escrutinio después de que un informe de la UE (Unión Europea) revelara su incapacidad para frenar una campaña masiva de desinformación del Kremlin en torno a la invasión rusa de Ucrania.
El estudio, realizado por grupos de la sociedad civil y publicado la semana pasada por la Comisión Europea, concluyó que "el alcance y la influencia de las cuentas respaldadas por el Kremlin han crecido aún más en el primer semestre de 2023, impulsados en particular por el desmantelamiento de las normas de seguridad de Twitter".
En las principales plataformas, las cuentas favorables al Kremlin tienen ahora más de 165 millones de suscriptores y han generado la asombrosa cifra de 16.000 millones de visualizaciones desde febrero de 2022.
El informe critica la desordenada respuesta de las grandes tecnológicas y afirma que, en el mejor de los casos, las políticas se aplicaron de forma esporádica. La moderación de contenidos no abordó las campañas coordinadas de desinformación adaptadas a todas las plataformas.
Las normas variaban enormemente de un servicio a otro, lo que permitía a los actores aprovecharse de las incoherencias.
En cifras absolutas, las cuentas favorables al Kremlin siguen alcanzando las mayores audiencias en las plataformas de Meta. Sin embargo, sus audiencias sólo crecieron marginalmente en Facebook e Instagram en comparación con otras plataformas, observa el análisis.
"El número de suscriptores de los canales pro-Kremlin se ha más que triplicado en Telegram desde el inicio de la guerra, se ha más que duplicado en TikTok y ha aumentado casi un 90% en YouTube", señalan los investigadores.
Lo más alarmante es el rápido crecimiento del odio y las mentiras en X después de que Elon Musk adquiriera la empresa el pasado octubre.
Entre enero y mayo de 2023, el engagement creció un 36 por ciento después de que el nuevo propietario decidiera levantar las medidas de mitigación sobre las cuentas respaldadas por el Kremlin y eliminara las etiquetas de las cuentas afiliadas al Estado ruso, argumentando que "todas las noticias son, en cierta medida, propaganda".
Los investigadores advierten sobre la sofisticada guerra informativa del Kremlin, que amenaza las elecciones libres y justas y los derechos humanos fundamentales en toda la UE.
Ante la proximidad de las elecciones parlamentarias europeas de 2024, las plataformas deben actuar con rapidez para cumplir la nueva normativa digital de la UE que entró en vigor el 25 de agosto, la Ley de Servicios Digitales, antes de que sea demasiado tarde.
De acuerdo con las directrices de la DSA, todas las grandes empresas de medios sociales y motores de búsqueda con una base de usuarios de al menos 45 millones de usuarios activos mensuales en la UE están ahora obligadas a adoptar un enfoque más riguroso de la moderación de contenidos, reprimiendo proactivamente la desinformación y el discurso del odio, o se enfrentan a fuertes multas.
La nueva ley obliga a estas empresas a evaluar el riesgo de propagación de noticias falsas en sus plataformas, detener la difusión de contenidos nocivos y someterse a auditorías periódicas para medir el éxito de sus esfuerzos.
¿Habría sido diferente el resultado del estudio si la nueva normativa hubiera estado ya en vigor? Los investigadores creen que sí.
"Las normas previstas por la DSA encierran un gran potencial para frenar las campañas de desinformación del Kremlin y otros ataques patrocinados por el Estado contra la integridad democrática y los derechos fundamentales", insta el estudio.
Sin embargo, la investigación afirma que las normas "deben aplicarse con rapidez y eficacia para ayudar a mitigar estos ataques coordinados contra la democracia europea".
Cabe señalar que Telegram, aplicación que el informe identifica como uno de los principales canales utilizados para difundir propaganda rusa, no tiene que cumplir la Ley de Servicios Digitales, ya que actualmente sólo declara 33 millones de usuarios activos mensuales en la UE.