Con el flujo convencional de la economía frenado, el comercio online creció en números exponenciales. También lo hicieron las subastas. Desde ropa, autos, maquinarias, electrónica o parcelas: el otro costado de la venta en internet. 

A pesar de las facilidades que ofrece el comercio electrónico, la coyuntura actual está gobernada por las urgencias más que por los placeres. Los consumidores son más reticente a dejarse llevar por el impulso pasional de una compra y son más racionales, priorizan lo necesario por sobre lo placentero.

Dentro del mundo de la venta electrónica, las subastas online también han visto un incremento en el tráfico de sus plataformas y más tracción de operaciones. Federico Failace, jefe de marketing de NarvaezBid, asegura que el aumento en las visitas llega al 20%.

Al tener el proceso online incorporado, señala , “seguimos realizando subastas con normalidad, aunque con limitaciones lógicas para visitas y coordinando las entregas y retiros para cuando la circulación esté normalizada”. A su vez, “en momentos como éstos es cuando más oportunidades surgen para aquellos que están pensando en hacer una compra”.

Previo a que se suscitara la pandemia, desde NarvaezBid afirman que en los últimos tres años triplicaron la cantidad de visitas online.

Qué se subasta

Failace explica que cuentan con muchas categorías de venta y hay una constante renovación de oferta en transporte pesado, maquinarias industriales, agrícolas, de construcción, chatarra e inmuebles. Pero los lotes principales están en categoría de vehículos: autos, pick-ups, motos y otros utilitarios.

“Subastamos más de 13.000 unidades, tanto usados como vehículos a patentar y 0km. Además de las tradicionales subastas de vehículos de recupero prendario, aseguradoras y flotas de empresas, tenemos subastas de las principales automotrices, por lo que nuestra oferta también se compone de autos con poco uso e incluso 0 Km que, según la marca, pueden llegar a contar con garantía oficial”, desarrolló.

Por su parte, desde Subastas Web explicaron que no tiene restricciones de categorías para poder ofertar y cualquiera puede hacerlo. Jorge Santkovsky, fundador del sitio, adelanta que esencialmente se subastan productos de outlet, antigüedades, estampillas, mucha computación y electrónica. “Incluso terrenos de cementerios privados. Podés subastar cualquier cosa que tengas y no uses, por ejemplo, ropa”, profundizó.

Santkovsky explica que aunque se puede publicar a precio fijo, la subasta es la modalidad más adecuada para productos fuera de catálogo. “Ha habido subastas a beneficio donde se utilizó la plataforma para difundir entre sus propios contactos. Ahora no está en línea, pero Michelín, por ejemplo, hacía subastas a beneficio de cinturones de seguridad. Algo que queremos desarrollar nosotros también es el concepto de subastas solidarias”, reveló el empresario.

“Con el tema del coronavirus y toda la situación que se está viviendo, éste es un momento ideal para subastar todo aquello que no te sirve. Ahora estamos armando un proceso de expansión también para Ecuador y Uruguay”, cuenta Santkovsky.

Un modelo disruptivo en la industria pesquera

El caso de Subastas del Mar, el emprendimiento llegó para generar una revolución dentro de un mercado que no estaba habituado al comercio electrónico. Julio Ernesto López, director del proyecto, explica que la idea nació de la necesidad de irrigar la capilaridad que tiene hoy entre el producto fresco, los procesados y procesados congelados con sus distribuidores.

Para López, la inversión en esta clase de emprendimiento se da debido a que ´”la pesca es el único mercado que está súper regulado, con el mayor riesgo que te puedas imaginar y que no tiene un precio electrónico”. Nosotros ?explicó- “unimos las puntas a un determinado precio y después ellos arreglan cómo es la transacción a nivel dinero”.

El empresario destaca que “en este momento el sitio ya cuenta con 400 compradores y, del otro lado de la industria, casi 70 actores que están produciendo y vendiendo”. En la misma línea, apunta: “Hoy llega el barco con la pesca, se carga la subasta y se replica en 400 distribuidores que cada uno tiene su necesidad de compra diferente. Nosotros nos enfocamos en un solo nicho y al detalle, que es lo que nos diferencia de cualquier marketplace como Mercado Libre u otras plataformas de subastas”.

Además, subraya que cuentan con especies que no son tan difundidas en el mercado. “Lo que nos dimos cuenta es que salimos del commodity.  Encontramos que la capilaridad que estaba más dañada no era el acceso al puerto sino a las especies. Ahora es mucho más fácil comprar especies -diferentes tipos de pescados- que tu distribuidor local no tiene. De pronto, había una persona que la pescaba y otra que la exportaba a China. De esta manera, este último compraba todo lo que había en el mercado”, remarcó.

Subastas a la baja

Subastas del Mar trabaja con un tipo de subasta a la baja, dentro de la cual hay diversas opciones. Una forma ?aclara López- es hacerlo de forma manual, es decir, realizar un seguimiento en tiempo real y ver cómo va disminuyendo el precio de la subasta hasta que llegue al número que el comprador potencial considera apropiado.

Por otro lado, están las subastas automatizadas: “Vos podés decirle al sistema que, si determinada subasta toca determinado precio, que compre todo el lote. Así, el comprador no tiene que depender tanto de estar mirando la plataforma”. La tercera opción de compra tiene que ver con decirle a quien subasta que como comprador estarías dispuesto a dar una determinada cantidad de dinero. De esta manera, si quien subastó no pudo conseguir interesados o venderlo, tiene una alternativa más de venta.

“Todo esto además llega por WhatsApp. Los usuarios ven que hay una nueva subasta, les dice el precio, cuál es el producto”, se entusiasma López.

¿Quién da más?

Desde NarvaezBid cuentan que la modalidad de subasta sigue la misma lógica de la versión tradicional pero en un auditorio virtual y con ofertas en tiempo real: “Desde el momento en que la subasta está publicada en la web, todos los lotes pueden recibir ofertas. Cualquier persona o empresa puede participar sin costo ni obligación de compra.”.

Failace remarca que “una vez que se determinan las condiciones para la venta, se publica y el vendedor tiene la potestad de decidir si acepta las ofertas recibidas antes de dar la aprobación final”. Paralelamente, para ofertar, una vez que la persona creó su usuario, y siguió los pasos de habilitación, “puede realizar las ofertas desde nuestro auditorio virtual: Livebid 360°. Las pujas pueden ser de forma manual o dejando un monto máximo establecido con la opción de ofertas automáticas. Lo bueno es que en este caso, independiente del monto fijado, si el valor resulta inferior al preestablecido, el sistema no seguirá realizando ofertas por el comprador.