El presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, reconoce que la tarea del Banco Central es insuficiente para frenar el avance de los precios. El último dato del Indec, que revela un incremento de 6,7% en los primeros tres meses del año, pone en jaque la meta del 15%.
El 15% parece cada vez más difícil de alcanzar. En lo que va del año, se consumió el 42% de la meta de inflación que proyecta el gobierno para 2018. En marzo, el incremento de precios llegó a 2,3% y acumula un 6,7% en el primer trimestre del año.
El dato que genera mayor preocupación fue el IPC núcleo ?que no toma en cuenta los precios regulados y estacionales?, que alcanzó el 2,6%, la cifra más alta desde que se mide a nivel nacional. El proceso inflacionario es difícil, pero estamos en el camino correcto. No hay que tener la pretensión de que se solucione rápidamente, asegura Javier González Fraga, presidente del Banco Nación, en un adelanto de la entrevista que mantuvo con Forbes Argentina y que se publicará en la edición de abril.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), los rubros que impulsaron la suba fueron alimentos y bebidas, las cuotas de los colegios privados, indumentaria y comunicaciones. Y, ya mirando al número que arroje la inflación de abril, habrá que tomar en cuenta los aumentos del gas, del transporte y de los combustibles.
Controlar la inflación resultó mucho más difícil que lo esperado.
El proceso inflacionario es difícil, pero estamos en el camino correcto, sin ninguna duda. Lo que pasa es que no hay que tener la pretensión de que se solucione rápidamente. No se puede desconocer la realidad: el proceso antiinflacionario está limitado por la necesidad de la devaluación en términos reales y la necesidad del aumento de las tarifas. En 2016, subieron un 142% las tarifas promedio ponderadas, 62% el año pasado, y este año va a ser del 42%.
Además del déficit, ¿nó
Sí, con un déficit fiscal del orden del 6% a fin de 2015 y con una profundidad del sistema financiero muy baja, con lo cual todas las medidas monetarias, que es la última herramienta que te queda, hacen muy difícil la tarea del Banco Central, que es prácticamente el único que está peleando por bajar la inflación. Como hay una restricción política y social de no generar recesión y de mantener la gobernabilidad, que me parece muy bien que esté por encima de todo, entonces el Central está muy solo en esto. Yo respeto y reconozco la enorme tarea hecha por Federico Sturzenegger.
Pero la meta del 15% está muy comprometida...
Estar hablando de tasas del 15% como objetivo para este año es ambicioso pero realista en un contexto donde se va bajando la tasa de inflación persistentemente mientras se van solucionando los problemas que están en la base de la inflación, que no son monetarios.
¿Las tasas de interés tendrían que bajar más?
Lo que yo digo es que aunque pongas las tasas muy altas no vas a generar un éxito antiinflacionario espectacular ni una recesión muy grande porque la profundidad del sistema financiero es reducida.
¿Cómo se explica que en los dos temas centrales que el Gobierno se propuso en la agenda económica, inversiones e inflación, el error de cálculo haya sido tan grandé
No diría que son errores de cálculo. Los políticos inevitablemente tienen que generar expectativas positivas. A veces las expresiones están más motivadas por los deseos y no por un diagnóstico totalmente frío de la realidad, que indicaba que era difícil, sin ninguna duda, lograr la reducción de la inflación y la atracción de las inversiones. Con todo, con las inversiones, cuando se suman inversiones en bienes de capital y equipos de producción, más construcción, estamos en el récord de los últimos 20 años. Yo creo que hay muchísimas inversiones que están ocurriendo a nivel de pequeña y mediana empresa por necesidad.