Cuando la pandemia demolió el mercado, se empezó a especular, como en caídas anteriores, cuál sería la próxima gran adquisición de Warren Buffett. Para sorpresa de todos, por lo menos hasta ahora, pasó lo contrario: en lugar de prepararse para hacer una compra de peso, Buffett se deshizo por completo de ciertos activos, en su mayoría acciones de bancos y aerolíneas.
Qué vendió
Como explicó a principios de mes, Buffett vendió sus tenencias en aerolíneas de capital abierto como Delta y Southwest Airlines. De hecho, vendió todo lo que tenía en el rubro. Parece estar preocupado sobre todo por los factores de carga, un término que usan los inversores para el número de asientos reservados por vuelo. Básicamente, lo que le preocupa a Buffett y le hizo vender todas sus tenencias en aerolíneas es que la demanda de aerolíneas vuelva con menos fuerza. Es poco probable que cambie mucho la cantidad de aviones, con lo cual las aerolíneas tendrán costos parecidos y menos pasajeros. Buffett señala que esto no lo vuelve bajista para las acciones en general y que tampoco juzga a la administración de las aerolíneas, pero cuando compró esas acciones, pensó que las perspectivas del rubro habían mejorado sustancialmente. Ahora dio marcha atrás por la pandemia. Buffett piensa que ocurrió un evento improbable, en este caso la pandemia, y por lo tanto cambió de opinión.
Buffett también vendió sus participaciones en diversas empresas financieras. Explicó en menos detalle por qué lo hizo, pero ciertas operaciones y tenencias deben notificarse a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés). Vendió posiciones en US Bancorp, BNY Mellon y Goldman Sachs. Es posible que haya vendido otras después porque no necesita notificar todas las operaciones y las participaciones se divulgan con varias semanas de atraso. No parece estar realizando ninguna compra importante.
¿Buffett se volvió bajistá Los comentarios que hizo en la reunión de accionistas de Berkshire Hathaway no sonaron muy optimistas. Dejó claro que apoyaba las acciones desde una perspectiva de largo plazo (de varias décadas) y aclaró que tenía fe en EE.UU, pero se abstuvo predecir el rumbo del mercado en el corto plazo y subrayó que la pandemia podía tener una gran variedad de consecuencias, tanto positivas como negativas.
Un dato interesante: en 1969, Buffett cerró una empresa de inversión que dirigía porque sintió que los mercados habían subido demasiado. Aunque es muy difícil que haga lo mismo con Berkshire, sí parece que podría comenzar a preocuparse por la combinación entre tasaciones altas y riesgos en el mediano plazo por los efectos de la pandemia.
Qué calcula
Buffett tiene en cuenta otros factores. En primer lugar, quedó impresionado por la respuesta de la Reserva Federal de EE.UU. a la crisis, que le resta oportunidades de compra porque las empresas recibieron la plata que necesitan de la Fed y no necesitan que se la preste Berkshire. En segundo lugar, Berkshire es ante todo una empresa de seguros, y Buffett insinuó que quería preservar caja para cubrir escenarios de riesgos extremos; por ejemplo, que haya una pandemia no excluye que ocurra un terremoto o un huracán. Por último, Buffett también mencionó que no realizará adquisiciones solo para demostrar que el mercado está barato, sino cuando se le presente una gran oportunidad a Berkshire que cumpla con sus criterios, y eso puede coincidir con una caída del mercado o no.
Así las cosas, según lo que dice y hace, parece cada vez más claro que Buffett no es optimista respecto al corto plazo. Empezó vendiendo acciones de aerolíneas y bancos, pero ahora parece tan probable que siga achicando la cartera como que realice una megaoperación.
Autor: Simon Moore
Traducción: Santiago Farrell