Según las empresas, la política antiinmigratoria de Trump está llevando el talento fuera de Estados Unidos

Casi la mitad de las empresas que participaron en una nueva encuesta afirma que el principal motivo por el que transfieren a empleados y puestos de trabajo a otros países es la imposibilidad de conseguir una visa de trabajo o una green card en EE.UU. Para las empresas, el sistema estadounidense de inmigración es hostil a los negocios.

El 48% de los empleadores sostuvo que la imposibilidad de conseguirles autorizaciones para trabajar a los talentos altamente calificados era el principal motivo para transferir puestos de trabajo al exterior”, según la encuesta 2020 Immigration Trends Report, realizada por Envoy Global en asociación con The Harris Poll. Para el estudio se entrevistó a profesionales de recursos humanos y gerentes de contratación en diversas industrias y empresas de todos los tamaños. “Abrir o expandir locales nuevos” es el segundo motivo más importante para sacar a empleados de EE.UU.

Los resultados de la encuesta confirman los de un estudio de Britta Glennon, una profesora adjunta de la Facultad de Administración Wharton de la Universidad de Pensilvania. Glennon concluyó que las restricciones a la inmigración que impiden que las empresas contraten a ciudadanos extranjeros calificados en EE.UU. constituyen una mala política económica porque expulsan puestos de trabajo del país y reducen la innovación.

“El empleo en filiales extranjeras aumentó en reacción directa al endurecimiento de las restricciones para las visas H-1B”, reza el estudio de Glennon, para el que se analizaron datos de las empresas. “Este efecto se potencia de manera extensiva e intensiva: las empresas tienden a reaccionar abriendo filiales en el exterior y el nivel de empleo en las que ya tenían aumentó. El efecto más fuerte se da en las empresas con uso intensivo de investigación y desarrollo, en industrias cuyos servicios se pueden tercerizar más fácilmente en el exterior”.

Glennon concluyó que los países con más chances de beneficiarse de las restricciones para las visas H-1B y las políticas de inmigración bajo el slogan “EE.UU. primero” eran China, India y Canadá. “Geográficamente, el efecto estuvo un poco concentrado: el empleo en las filiales extranjeras aumentó en países como India y China, que tienen grandes cantidades de capital humano calificado, y Canadá, que tiene políticas de inmigración menos estrictas para las personas calificadas y está más cerca de EE.UU.”, escribió Glennon.

Según la encuesta de Envoy Global, el 74% de las empresas consideraba que las políticas migratorias de Canadá eran mejores para hacer negocios que las de EE.UU. Las empresas señalaron la mayor facilidad para presentar solicitudes, el menor tiempo de procesamiento y los mejores procesos para obtener la residencia permanente y pasar de visas para estudiantes a visas laborales. La cantidad de indios que adquirieron residencia permanente en Canadá aumentó más del doble, de 39.340 en 2016 a 85.585 en 2019, según un análisis de la National Foundation for American Policy.

Las empresas mencionaron entre sus “mayores dolores de cabeza” con EE.UU. la “incertidumbre por el resultado” de los procesos de solicitud, el “aumento en la cantidad de solicitudes rechazadas” y la “falta de transparencia del proceso”. La mayoría de los encuestados opinó que los mediadores del Gobierno estadounidense estaban tardando más en procesar los casos y que se está volviendo más difícil obtener resultados favorables para casos individuales.

El Gobierno de Donald Trump anunció planes para restringir o eliminar la Capacitación Práctica Opcional (OPT, por sus siglas en inglés), impuso otras restricciones a los estudiantes internacionales y puso fin al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), un caso que está tratando la Corte Suprema de EE.UU. El 82% de los empleadores afirmó que el cierre del DACA tendría como mínimo algún tipo de impacto en el conjunto de talentos de sus empresas.

Entre el 93% y el 95% de los empleadores afirma que patrocinar a empleados de origen extranjero es importante porque “los ciudadanos extranjeros conocen mercados, prácticas comerciales y culturas fuera de EE.UU.”, “aportan puntos de vista nuevos y valiosos sobre nuestra forma de hacer negocios” y “las transferencias internacionales son fundamentales para administrar y expandir nuestros negocios globales”.

Por Stuart Anderson