Las gigantes tecnológicas aprovecharon los traspiés de Zoom, que sufrió problemas de seguridad sobre su información, y pelean por colonizar el mundo de las videoconferencias.
La pandemia puso a las videoconferencias en el centro de la escena. De pronto, Zoom pasó a convertirse en un término común en la jerga cotidiana de ?casi- cualquier país. Antes de la epidemia mundial, la plataforma había logrado posicionarse en un nicho de personas que quería comunicarse por videoconferencias de vez en cuando.
Soluciones como Skype o Google Hangouts ofrecían las mismas facilidades que Zoom. Sin embargo, los desarrolladores no parecían tener especial interés en el tema. Hasta que llegó la pandemia y todo cambió.
Tras el éxito de Zoom, que se vio envuelto en problemas de seguridad de su información, Google y Facebook se movieron con rapidez en busca de los usuarios, ahora necesitados de mantener reuniones de trabajo a la distancia o deseosos comunicarse con sus seres queridos.
La lucha por el trono: ¿Podrá Zoom conservar su lugar?
De esta forma, Google que ya venía cambiando el nombre de su servicio a Meet, el cual anteriormente estaba reservado con un servicio de pago, de pronto decidió hacerlo gratis y agregar nuevas funciones, entre ellas una capacidad para que 100 personas se conecten en una misma videollamada.
Mark Zuckerberg no se quedó de brazos cruzados, y para finales de abril de este 2020 anunció el lanzamiento de Messenger Rooms, aplicación a través de la cual se pueden hacer videoconferencias con hasta 50 personas.
En esta estrategia de Zuckerberg y sus diversas plataformas, WhatsApp también levantó la mando al permitir videollamadas entre 8 personas. La nueva información que está surgiendo aseguran que antes de que podamos salir con normalidad a la calle esta plataforma de mensajería instantánea ampliará su servicio para permitir la reunión de 50 integrantes a la vez.
De Zoom ya nadie se acuerda. Y parece que la empresa que diseñó el servicio Zoom Video Communications poco podrá hacer ante el embate feroz de Google y Facebook, que buscarán quedarse con los usuario cautivos de la nueva normalidad, quienes podrían seguir dependiente en buena medida de este tipo de servicio para continuar con su trabajo o estar en contacto con familiares y amigos a la distancia.