La gran diferencia en Europa entre la primera ola y la segunda fue la decisión de los gobiernos de priorizar las escuelas abiertas con clases presenciales. ¿Argentina replicará esta decisión desde marzo en todo el país?
Hay que esperar al momento. La experiencia del hemisferio norte es muy importante. Pero tenemos que ver cuál será el resultado final. Ayer Nueva York cerró las escuelas, entonces...
Sí, pero NY decidió mantener los restaurantes abiertos, incluso en sus interiores cuando la positividad es del 3% en la ciudad y sólo del 0,19, en las escuelas...
Pero están cerrando.
Claro, pero la decisión es controvertida y se adjudica en gran parte al poder del sindicato de docentes en Nueva York...
Pero están cerrando, es un ejemplo. En marzo, abril, Europa decidió cerrar. Y en esta etapa, sostener. Porque las escuelas no sólo cumplen con su rol central de enseñanza sino que es un factor de organización social. Si Europa logra sostener esta decisión, para nosotros será una muy buena noticia.
¿Qué significa "si logra sostener"? ¿No fija una nueva prioridad basada en que las escuelas no tienen un impacto significativo en la propagación, como se temía en marzo?
Fija prioridad. Pero hay que ver si no se modifican con el paso del tiempo. Nosotros observamos lo que sucede en Europa desde la realidad de la Argentina con una problemática social mucho más profunda. Y un factor estacional opuesto en los hemisferios.
En Europa retomaron las clases en mayo, en su primavera. Y al comprobar que el impacto fue muy bajo ya fue masiva la apertura a partir del regreso del receso de verano.
Muy pocas escuelas abrieron de forma presencial en mayo. No fue una apertura masiva, fue con protocolos.
En Inglaterra, Holanda, Alemania, Austria y Holanda el regreso fue híbrido e incluyó clases presenciales ya en mayo.
No fue el total, porque aparte les quedaban dos o tres semanas. Fue en parte también lo que intentamos hacer aquí porque no solo reconocemos el profundo impacto educativo que tiene la pandemia sino también que son espacios que garantizan otros derechos que en Europa están resueltos desde el hogar como la redistribución de los módulos de alimentos.
¿En qué momento se intentó seriamente el regreso a clases presenciales? Al contrario, hubo provincias sin circulación comunitaria que abrieron todas las actividades durante meses, desde bares, restaurantes, gimnasios y casinos, menos escuelas,
Hoy la mitad de las provincias están con clases presenciales en parte de su territorio. Es un proceso que requiere derribaer ciertos temores en todos los sectores del sistema educativos. San Juan regresó el 12 de agosto, Formosa dos días más tarde y hoy tiene 40.000 estudiantes con clases presenciales diarias. Cuando Europa retomó, tenían menos casos que Argentina hoy, por eso es imposible comparar.
¿Se puede comparar con Uruguay, que retomó clases presenciales en zonas rurales en abril y en Montevideo en junio, a diferencia de la mayoría de las provincias argentinas?
Las comparaciones son odiosas: Uruguay es un país de 3 millones y medio de habitantes.
Por eso no lo comparo con AMBA sino con las provincias de Argentina que abrieron todo menos las escuelas hasta que les llegaron los casos.
Ninguna provincia abrió todo menos las escuelas.
Ministro, abrieron clubes, gimnasios, bares, restaurantes y hasta casinos, menos escuelas.
No las provincias, no todas las provincias. Nosotros constituimos en mayo una comisión para el desarrollo de los protocolos donde convocamos a todos los actores del sistema educativo: docentes, provincias, estudiantes, referentes epidemiológicos, ministerios de salud de las provincias... El 2 de julio aprobamos el protocolo para un regreso seguro a las clases presenciales. Antes de esa fecha, Jujuy quiso volver a las clases de apoyo (no eran clases presenciales, decían que iba a ser apoyo) y nos opusimos por la tendencia que había en toda la Argentina en cuanto al nivel de circulación. Pudo sostener ese proceso dos días. ¿Por qué? Porque tuvo que pasar a fase 1 La Quiaca, Jujuy y 2 o 3 departamentos.
Pero Ministro, eso pasó en algunas provincias que ante la mínima aparición de casos retrocedían a fase cero con la ilusión de suprimir el virus. Sólo lo postergaron en el tiempo. Y cuando no había casos, las escuelas fueron lo único que permanecieron cerradas.
Bueno, eso es parte del aprendizaje que transitó, o está transitando, la Argentina. Pero hay que comprender la situación de las provincias, con sistemas sanitarios que podían saturarse muy rápido. Yo no sé si ser tan restrictivos fue un error o no, deberán discutirlo los especialistas.
¿Lo relevante no sería analizar el impacto que tienen las escuelas en ese incremento de la circulación comunitaria?
Establecimos protocolos cumplibles para la realidad de un país como la Argentina, que implica en un país federal que la toma de decisión del regreso a la presencialidad la tiene cada una de las jurisdicciones bajo tres variables que nosotros después terminamos ampliando para clarificar y transparentar la toma de decisiones.
¿El semáforo epidemiológico que terminaron de conformar en octubre?
Sí, una guía epidemiológica, que para nosotros es un incentivo para el regreso a la presencialidad. Digo, que no sea una decisión subjetiva solo de un gobernador o gobernadora. Que se vincula al nivel de circulación, a la curva de contagios y a la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Entonces: hay provincias que uno podría mirar su realidad epidemiológica de una mirada regular o positiva, pero la realidad es que no tienen capacidad de respuesta en su sistema sanitario.
Ya en julio había papers disponibles de la New England Journal of Medicine con parámetros sugeridos para la reapertura a clases, ¿por qué demoró tanto tiempo la elaboración de nuestro semáforo?
Pero no fue así. Además hay papers de todos los gustos. Yo soy abogado, por lo tanto del campo epidemiológico opino como un ciudadano. Pero como tengo que direccionar decisiones, tengo una responsabilidad aun mayor de la de opinar como un ciudadano. Entonces, mi opinión en el campo epidemiológico no es la del ministro de educación, es la de los especialistas de la Argentina.
¿Y por qué los especialistas tardaron tanto tiempo en generar ese semáforo?
Es que no hace falta un semáforo epidemiológico. Nosotros desde el 2 de julio tenemos un protocolo que permite el regreso a las actividades presenciales. No había ninguna obstrucción. Lo que sí acordamos las 23 provincias y la propia ciudad de Buenos Aires es la necesidad de tener una realidad epidemiológica que permita el regreso
y es que tiene que haber nulo o muy bajo nivel de circulación.
Pero más allá del criterio epidemiológico, la decisión final es política
No, no es política, es epidemiológica.
Es política. Los epidemiólogos consideran que sólo con el semáforo verde pueden volver las clases presenciales. Pero en Alemania, Angela Merkel sostiene las clases presenciales con un semáforo que aquí lo impediría
Me está planteando la mirada de un país como Alemania.
No, de toda Europa, en la que nos inspiramos para el lockdown inicial.
Los especialistas te dicen que tiene que haber un nivel muy bajo o nulo de circulación para volver a la escuela, con todo lo que implica la movilización en la que se traducen las escuelas cuando estamos hablando de la presencialidad en la escuela, ¿no?
Sí, siempre...
Porque el sistema educativo sigue funcionando con las deficiencias propias que implica la distancia y el riesgo epidemiológico que eso puede conllevar. Toda decisión es política. Ahora, la estructura que permite la toma de decisión se basa en lo que han establecido, recomendado los epidemiólogos, especialistas que acompañan al gobierno nacional y las 24 jurisdicciones educativas en cada una de sus realidades.
Pero Europa, cuando decide sostener las escuelas, ¿desprecia a sus epidemiólogos? ¿O considera otras variables en la ecuación?
Aquí participan en la construcción de la decisión epidemiólogos, el Ministerio de Educación, los especialistas vinculados a la infraestructura escolar. Cada una de sus dimensiones en cuanto a lo que debe ser el abordaje y el diseño de los protocolos tuvo la mirada integral, en ese sentido, para el abordaje de las decisiones.
Retomando el ejemplo inicial que dio sobre Nueva York: cierran escuelas pero siguen abiertos los restaurantes, incluso en espacios cerrados. ¿Es una decisión estrictamente epidemiológica o se fundamenta en otros criterios?
Pero no sé cuál es el cuestionamiento.
Es la pregunta inicial: si Argentina considerará a la educación y las clases presenciales como una actividad esencial y prioritaria tal como lo tomó Europa en esta ola.
De nuevo, creo que Europa transita otra temporalidad y tiene otra capacidad de respuesta de nuestro sistema sanitario. Cualquier intendente de la provincia de Buenos Aires o del interior (no te hablo los gobernadores), te cuenta cómo es la capacidad de respuesta de sus hospitales frente a toda las infecciones respiratorios o las enfermedades respiratorios en los inviernos...
Pero incluso desde el punto de vista epidemiológico: decidieron abrir y mantener abiertas las escuelas, también ante la evidencia que sugiere que no son los vectores principales como se temía frente a la influenza.
No lo sabemos. Yo te puedo hacer hablar con epidemiólogos. Vos hablás con una verdad revelada que no es tal. Ojalá fuese lo que vos decís.
No es una verdad revelada. Hay papers en Lancet, Nature y otras publicaciones en este sentido. Pero al margen, hay un consenso empírico...
¿En dónde?
En toda Europa hoy. Cuando Merkel establece que la escuela es lo primero en abrir y será, llegado el caso, lo último en cerrar, y toda Europa sigue el mismo camino. Es el análisis del costo-beneficio y las prioridades.
No, prioridad es en la temporalidad de la respuesta que tiene tu sistema sanitario y el nivel de circulación.
Sí. Y el impacto de las escuelas en el aumento de la circulación, en especial escuelas primarias, cuyas aperturas no han modificado significativamente los niveles de R.
Yo no estoy en condiciones, y creo que vos tampoco.
Comparto y divulgo los papers de quiénes sí están en condiciones. Y señalo lo que están haciendo otros países.
Bueno, vos señalás y nosotros tomamos decisiones.
¿Distintas a las de todo un continente?
No necesariamente.
Hasta en la Ciudad de Buenos Aires habilitaron la apertura del Casino flotante y las máquinas tragamonedas, como antes había hecho Chubut, pero no las clases presenciales...
Las escuelas están abiertas en la Ciudad de Buenos Aires.
Una hora y media para revinculación...
Y entonces preguntale al Gobierno de la Ciudad por que abrió una hora y media. Preguntale a las familias por qué no van los chicos a la escuela. Hay que preguntarles a las familias. ¿Por qué en provincias que están teniendo la posibilidad de un regreso a las actividades las familias no envían a los chicos a la escuela, por más que sean clases presenciales?
En Europa y Estados Unidos el ausentismo fue muy minoritario y se fue reduciendo. Pero si continúa el temor de marzo es producto de la desinformación y la responsabilidad principal es de los gobiernos. Ya sabemos que los niños son la población menos vulnerable y que por suerte el Covid es incluso menos letal que influenza.
No, no lo sabemos. Y la información, yo no diría desinformación, que ha tenido la sociedad a lo largo de estos momentos ha implicado también la toma y aprendizaje de distintas decisiones a lo largo del tiempo.
Esto lo hablaba con la defensora de niños, niñas y adolescentes: como el impacto sobre los niños es tan pequeño, ¿los podemos exponer a una enfermedad? Por la posibilidad del riesgo y el impacto en la salud que tienen ellos, ¿los exponemos a la enfermedad?
Pero Ministro, la letalidad de niños en Covid es menor a la de influenza, sí lo sabemos. Con ese criterio, aun cuando hay vacuna para el Covid, ¿vamos a cerrar los colegios todos los años por la influenza, para no exponer a los niños a la enfermedad?
Me parece que estás haciendo una pregunta con absoluta mala fe. Hay un nuevo virus que es grave, que es complicado, que afecta a poblaciones vulnerables... y no entiendo cuál es el debate que vos querés plantear. Vos estás planteando que todas las escuelas deberían estar abiertas en un 100% en la actualidad...
¿Por qué no se previó que podía haber un regreso presencial en octubre o noviembre en AMBA donde la curva ya está en claro descenso? ¿Dieron el año por perdido?
¿Por qué perdido? ¿Qué es perdido?
¿Por qué no se pudo hacer en noviembre lo que planean hacer en marzo? ¿Por qué ahora hay revinculaciones de una hora y media y no hay clases?
Está pasando en la Ciudad de Buenos Aires.
No, en la Ciudad de Buenos Aires, salvo séptimo grado y quinto año, lo que hay son encuentros de una hora y media por semana.
No, no, no. Estás equivocado. En la Ciudad de Buenos Aires, como en el conurbano, como en la provincia de Córdoba, después decide cada jurisdicción, nosotros generamos las condiciones para que tengan actividades educativas no escolares. Grupos de hasta 10 estudiantes. Después pueden tener 14 horas si quieren.
¿Quieren o no pueden?
Lo decide cada jurisdicción. Pero desde la nueva resolución acordada en forma unánime por todas las provincias, debemos acatar el protocolo establecido por la guía epidemiológica. ¿Me están planteando hoy, en el mes de noviembre que eso fue un error? Bueno, cuando terminemos de analizar todo el proceso vamos a tener capacidad de analizar si hubo equivocaciones en cada uno de los momentos. Nadie puede tener la soberbia para decir que se hizo todo absolutamente bien.
Volvemos al semáforo epidemiológico.
Sí. Es la guía epidemiológica la que transparenta la decisión, es una herramienta de promoción del regreso a la presencialidad. Por ese semáforio fui cuestionado por algunos sindicatos, porque deja de tener la subjetividad del análisis que podés darle vos o que puedo le puedo dar yo. La guía clarifica.
Pero la decisión sigue siendo subjetiva. El semáforo es un referente epidemiológico. Pero luego está la decisión...
No, no, son datos duros. Las clases presenciales solo con el verde.
Son criterios subjetivos. Con el mismo semáforo argentino, Europa estaría en amarilllo o rojo y sostiene la presencialidad: no decide el semáforo epidemiológico...
La guía llevada adelante por los Estados Unidos era mucho más estricta que la que hicimos nosotros, por eso fui criticado por los sindicatos. Aquí, si está en amarillo, sólo se podrán tener actividades de revinculación o actividades educativas.
¿Pero si, por ejemplo, Rodríguez Larreta o algún gobernador analizara el costo-beneficio y aun en amarillo decidiera sostener la presencialidad?
Hoy no podría porque ninguna provincia ha planteado eso. Todos han acordado una normativa que establece este cambio.
Pero si alguna provincia tuviera esa decisión: ¿vamos a seguir el ejemplo de Europa, aún en amarillo? ¿Vamos a sostener?
Se discutiría en el consejo federal. Hoy la normativa es esa, que la votaron todas. Si hay otro camino nos sentaremos a discutir cuál es el nuevo camino que tenemos que tener o si quieren cambiar el semáforo.
O la flexibilidad para que el semáforo sea una guía y las provincias tengan autonomía para evaluar riesgos-beneficios y prioridades
Yo no diría si es una prioridad. ¿No era una prioridad para Europa la escuela en el mes de abril? Lo que cambia es la estrategia en cuanto a lo que debe ser la toma de decisiones.
¿Pero acaso la estrategia no cambió en base a distintos estudios y experiencias que indican que las escuelas no aumentan significativamente la propagación del virus como se pensaba?
Es difícil comparar. El AMBA son 13 millones de personas. Las ciudades europeas no son de más de 1 millón de habitantes, sacando las grandes capitales. El tiempo de movilidad para ir a la escuela en Europa es muy distinto al tiempo de movilidad y el acceso que tienen nuestras grandes ciudades. Berlín no es Buenos Aires, ni en su infraestructura ni en el tiempo de transporte. Hay que comparar manzanas con manzanas. Esto no significa que la experiencia en Europa o Asia no será tenida en cuenta, hay que ver si logran sostener.
Lo que sostienen es la prioridad. Moscú e Irlanda cerraron 15 días. Eslovaquia, República Checa y Grecia ahora cerraron pero al igual que todas las actividades. Pero en casi toda Europa el nuevo criterio de cerrar aulas en lugar de escuelas está dando resultados: Madrid sólo tiene el 2% de alumnos aislados más allá de una alta tasa de circulación comunitaria.
Sí, está teniendo cierto resultado.También aspiramos a tener la vacuna disponible que también contribuya.
Si no llegara a tiempo, y ante una nueva segunda ola una provincia decidiera priorizar la educación frente a otras actividades ¿qué sucedería?
El uso del lenguaje define la mirada que uno tiene. Y creo que es falaz decir "prioriza la educación".
Priorizar la educación por las clases presenciales... En Europa hoy hay semáforos amarillos conforme al criterio epidemiológico de la Argentina.
No lo sé. Ni siquiera en amarillo, algunos casos deben ser rojos.
Y sostienen las clases presenciales...
Pero no es priorizar la educación, es priorizar la presencialidad en las escuelas.
Está fuertemente ligada, ¿no?
El daño educativo en la Argentina ha sido mucho más profundo en otros momentos, no solo con la no presencialidad. El daño educativo de la Argentina es la hipocresía de hablar de educación aquellos que han desfinanciado la escuela en los últimos 4 años. Entonces yo creo que hay que tener una mirada justa sobre la realidad (oficialismo y oposición) sobre la discusión.
Pero esta discusión sobre la prioridad de las clases presenciales, ¿no debería trascender la grieta, las discusiones partidarias o sindicales?
Yo creo que por momentos tenemos debates hipócritas en la sociedad y yo creo que hay que ser mucho más claro sobre los desafíos que estamos transitando. Este es uno de los años más complejos que ha transitado la humanidad en este siglo. Entendemos lo difícil que es para todos. Nuestro objetivo es priorizar la presencialidad. Pero mirá Córdoba hoy. Preguntá por qué no están las escuelas abiertas. ¿Qué respuesta te va a plantear el gobernador Schiaretti?
La pregunta a todos los gobernadores y a usted como ministro es si van a considerar la educación actividad esencial y priorizar las escuelas abiertas a otra actividades por el costo-beneficio que implica.
No es una cuestión de prioridad. Me parece que esa respuesta nosotros la vamos a tener que dar en el mes de marzo o abril, si es que se llega a presentar esa situación en Argentina. También confiamos en que avancen todas las vacunas en estudio.
Tenemos que priorizar la presencialidad en todo momento y vamos a intentar sostenerlo todo el 2021. Tenemos una mirada muy positiva de lo que puede ser la realidad en el mes de febrero y marzo para la situación epidemiológica de la Argentina. Proyectamos un regreso masivo a las clases presenciales en marzo, con cuidados, con protocolos.
Queda claro que es su objetivo para marzo. ¿Y cuándo suba la circulación comunitaria?
Habrá que ver. Queremos que el ciclo lectivo 2021 nos permita recuperar la normalidad que nos arrebató la pandemia. Nos gustaría tener en febrero y marzo una realidad epidemiológica como tuvieron los países europeos en el mes de septiembre, al momento del reinicio de clases y nos permita un reinicio presencial masivo.
La Ciudad está aspirando a empezar incluso el 17 de febrero.
Eso han planteado. Pero ningún inicio va a ser de 100% de presencialidad hasta que no haya una vacuna. Lo que vamos a tener es un regreso de todos los chicos con ciertos cuidados, que hay que ver en esas condiciones si se establecen nuevos esquemas de lo que deben ser los protocolos de cuidado o se sostienen los que están vigentes.
¿Cómo no sería 100% de presencialidad? ¿Qué esquema imaginan?
Según la normativa vigente o los protocolos vigentes es un esquema de cierto distanciamiento en las aulas que responde a la realidad de cada establecimiento educativo. Hay escuelas que van a poder sostener el 100% de los estudiantes. Hay otras escuelas que van a tener que tener un escalonamiento en la concurrencia a la presencialidad en la escuela.
¿Cuál es el mayor obstáculo para que suceda? Los sindicatos promueven la virtualidad hasta la vacuna.
Los sindicatos han participado y han sido escuchados. Pero se ha generado una guía que ha sido criticada por los sindicatos. Si uno ve el sindicato más importante, el CTERA, ha cuestionado la guía epidemiológica y ha sido aprobada.
¿Entonces el obstáculo son los gobernadores que priorizan el temor a pagar algún costo político?
Hay que ser conscientes de la complejidad que implica el regreso a la presencialidad. Hay que estar en los zapatos de cada gobernador para tomar cada una de las decisiones. Ellos pueden dar fe que yo he sido el principal promotor de los regresos por más que sean, en algunas provincias, pasos muy, pero muy pequeños y en zona rural. También me opuse cuando la Ciudad de Buenos Aires quería regresar y los especilistas no lo recomendaban.
Algunos especialistas....
¿Hay mucho escrito? Hay mucho escrito. No hay una verdad absoluta. No la hay. Ahora, es cierto que los riesgos de hoy quizás tienen una mirada distinta a los riesgos que teníamos en el mes de marzo.
El mayor temor de algunas asociaciones de padres organizados es que ante una segunda ola a partir de abril, mayo, sin vacuna, las escuelas vuelvan a cerrar hasta la primavera 2021. ¿Qué les diría ante este escenario hipotético?
Que no es el escenario que tenemos en mente. Vivimos situaciones de presión constante y es legítimo que así sea: escuchamos a todos los actores del sistema educativo. Sería irresponsable decir: "Vamos a tener 100% de presencialidad en marzo", porque nadie lo sabe. Podría generar un título: "Vamos a estar todos en las aulas". Ahora, estaríamos generando una expectativa que quizás después no podemos obtener. Creemos que vamos a tener complejidades en el primer semestre del año, que no quiere decir cierre de las escuelas, de la presencialidad, sino convivencia con el Covid que es lo que también hemos logrado en todos los órdenes de la vida. Será el año de la recuperación de la normalidad, por supuesto también a partir del proceso de vacunación.