La medida se formalizó mediante el decreto 136/2023, publicado hoy en el Boletín Oficial, e implica la revisión parcial del decreto 117 de febrero de 2017, por el cual el Gobierno del expresidente Mauricio Macri redujo a cero el arancel de importación de una serie de productos informáticos, con el consecuente cierre de plantas y despidos de miles de trabajadores.
De esta manera, se eleva al 8% la alícuota de la posición arancelarias 8471.30.12, que comprende a las unidades "de peso inferior a 3,5 kilogramos, con teclado alfanumérico de por lo menos 70 teclas y con una pantalla de área superior a 140 centímetros cuadraros e inferior a 560 cm2", y el mismo porcentaje para las posiciones 8471.30.19 y 8471.30.90, catalogadas como "las demás" en la Nomenclatura Común del Mercosur (NMC)".
"En la misma línea, resulta conveniente modificar la alícuota aplicable en concepto de Derecho de Importación Extrazona (DIE) en relación con la posición arancelaria de la Nomenclatura Común del Mercosur 8471.30.11, estableciéndola en un nivel del 16%", agregó, en referencia a lo que el NMC clasifica como "de peso inferior a 350 gramos con teclado alfanumérico de por lo menos 70 teclas y con una pantalla de área inferior a 140 cm2".
La decisión "permitirá que coexistan ambos mercados de notebooks, las importadas por un lado y las nacionales de fabricación y ensamble nacional por el otro, permitiendo incorporar nuevos empleados a las fábricas", señaló a Télam Federico Freitag, presidente de Solution Box.
El gerente de la Cámara Argentina de Multimedia, Ofimática, Comunicaciones y Afines (Camoca), Carlos Simone, aseguró a Télam que la medida "es un adelanto importante, que veníamos pidiendo", y pronosticó que "en el segundo semestre se va a sentir en los precios, que van a mejorar bastante".
"Es la primera vez que, subiendo los aranceles, van a bajar los precios", sostuvo, al entender que se va a pasar de una situación en que "tres empresas (HP, Dell y Lenovo) manejan el mercado y ahora van a aparecer cinco o seis más, así que la competencia va a ser importante".
En el mismo sentido se expresó Guillermo Freund, presidente del sector electrónico de Cadieel (Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas), quien confió a esta agencia que el arancel cero de 2017 "generó una situación muy mala para el sector".
"Se cerraron plantas, se despidió mucha gente y sobre todo se cortó con un proceso virtuoso de desarrollo de tecnologías y capacidades para producción de informática que también deriva en otras categorías, porque partiendo de trabajar con productos masivos como una notebook, se puede pensar en desarrollar y producir otras cosas, como ha pasado en varias empresas", describió Freund.
Por su parte, el director ejecutivo de Positivo BGH, Juan Ponelli, indicó a Télam que "el decreto refleja un pedido que venía realizando la Industria desde hace mucho tiempo", debido a que el hecho de que los productos informáticos importados vuelvan al arancel externo común del Mercosur "permite a los fabricantes nacionales volver a un modelo de negocio mucho más sustentable".
"Un arancel del 16% para este tipo de productos permite salir de la excepción que representaba el 0% que tenía hasta ahora, y de la excepción del 35% que tuvimos en el pasado, es una medida madura, un punto de equilibrio muy saludable para todos los players de la industria", manifestó Ponelli.
Al respecto, Freund remarcó que el decreto lo que logra es "ponernos en igualdad de condiciones con la industria brasileña", y aseveró que desconocía "cuáles son las razones por las que la industria informática argentina no puede tener las mismas condiciones que la brasileña, más allá del lobby de algunos sectores".
En los considerandos del decreto se indicó que "por su impacto económico y social, el desarrollo y promoción de una industria nacional productora de equipamientos informáticos portátiles resulta una prioridad en las políticas desarrolladas por el Gobierno Nacional".