La noche del miércoles 3 de agosto, Sergio Massa realizó su esperada conferencia con muchos anuncios y algunas precisiones, y el mercado financiero le contestó al día siguiente. El Banco Central perdió el jueves 4 unos 150 millones de dólares para acumular un descenso de las reservas monetarias en cinco días seguidos de cerca de 700 millones de dólares.
“Sergio asume con anuncios devaluados” opinaron en una mesa de dinero que vende billetes blue y recibe consultas diarias de ahorristas que, teniendo la posibilidad de realizar operaciones bursátiles para adquirir dólares, prefieren ir a los servicios de una cueva a dejarlos en una caja de ahorro en moneda extranjera en un banco.
Porque la dinámica de las últimas semanas que atravesaron el auge y la caída de la contadora Silvina Batakis y el surgimiento de Massa al frente del Palacio de Hacienda es negativa también en las cuentas de las cajas de ahorro en dólares de las instituciones bancarias.
Una tendencia que viene desde lejos pero que se profundizó al ritmo de la crisis política del Frente de Todos. Los saldos diarios pasaron de US$ 15.600 millones a principios de julio a solo US$ 14.647 millones en el último día hábil del mes. Una variación porcentual del 6% a la baja y una pérdida total de US$ 927 millones.
El desglose de estas “cuentas bancarias a la vista”, o sea con depósitos que pueden ser retirados de manera inmediata, enseña que comenzaron el mes con un saldo de US$11.673 millones, de los cuales el 75% correspondía a montos menores al millón de dólares, es decir unos US$8.744 millones. A fin de mes, ese saldo se había reducido a poco más de US$ 8.000 millones, pues a lo largo del mismo salieron del sistema unos US$716 millones, por lo que la caída fue del orden del 8 %.
Por su parte, los depósitos mayoristas pasaron de US$2.929 millones a US$2.814 millones, un descenso del 4 %. Mientras que los plazos fijos mostraron una caída de US$100 millones, que equivale al 3% del total.
¿Dónde se encuentra ese dinero? “Seguramente en cajas de seguridad o en el famoso colchón” explica Abel Gutiérrez economista de la fundación Economía y Sociedad que participa del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publica el Banco Central.
Consultado por la deriva de las medidas anunciadas, Gutiérrez afirmó, “la pérdida de divisas está poniéndole una presión tremenda a una gestión, la de Sergio Massa, que todavía ni tiene conformado a todo su equipo. Para evitar un desdoblamiento o, como él mismo afirmó, una devaluación del tipo de cambio, deberá recomponer reservas de manera urgente. Tiene que actuar como si fuera el SAME del área financiera”.
Para su segunda semana al frente de Economía, Sergio Massa, confía en su mano derecha en la Aduana, Guillermo Michel, para que fabrique un nuevo cepo, esta vez, sobre las operaciones internacionales que se realizan mediante triangulaciones.
Para ellas, se utilizan intermediarios del exterior para sub facturar importaciones y sobre facturar exportaciones. Según anunció el propio ministro se creará un nuevo registro donde los operadores de comercio exterior que triangularon de modo irregular puedan ofrecer un descargo durante los próximos 60 días. Funcionarios cercanos a Michel confirmaron a NA que ya se investigan cerca de 750 empresas que incurrieron de manera habitual en estos procedimientos que los investigadores policiales llamarían como de una actitud pre delictual.
En concreto, los funcionarios aduaneros están fiscalizando importaciones provenientes de China y vuelta a facturar en los Estados Unidos. Los operadores bajo supervisión documentaron 13.640 millones de movimientos de importación por un monto cercano a los 1.200 millones de dólares.
La otra pata en la que intentará hacer equilibrio Sergio Massa pasa por los acuerdos que se firmen con el sector agroexportador y con los referentes del rubro minero. El directorio del Banco Central que conduce Miguel Pesce ya ofreció dos herramientas financieras a las cerealeras.
Las empresas que adelanten la liquidación de exportaciones, van a poder hacer un depósito en dólar link hasta la fecha de liquidación de esa exportación y las empresas que obtengan pre financiamiento pueden traer los dólares a la Argentina y dejarlos depositados en una cuenta remunerada del Central.
La ayuda desde el exterior, corporeizada en préstamos, no parece ser el camino más seguro para recomponer reservas.
La agencia Bloomberg señaló en un artículo que, “hay pocas posibilidades de obtener ayuda financiera del extranjero”, ya que a su entender, “los inversionistas extranjeros en bonos, que ya han presionado a la baja el precio de los bonos extranjeros de Argentina a unos 20 centavos por dólar, están demasiado asustados por una serie de defaults previos como para prestarle dinero al país ahora”.
Además consideró que “es poco probable que el Fondo Monetario Internacional intervenga en este momento. Ya ha comprometido cerca de US$ 44.000 millones para el país y no muestra interés en prometer más capital”.
A raíz de esto, remarcó que "todo esto significa que los operadores locales se están posicionando para una gran devaluación. Llevaron el peso a un mínimo de 335 por dólar el mes pasado en el mercado paralelo no oficial donde se negocia libre de la intervención del Gobierno, un 60% más débil que la tasa de 130 por dólar en el mercado oficial".
La sombra de la devaluación de la moneda nacional, que serviría para dar respuesta a la brecha cambiaria que existe entre el tipo de cambio oficial y los paralelos cuestión que desestabiliza cualquier plan para dar certidumbre a la economía, comienza a extenderse entre los agentes del mercado que prevén una nueva suba de la tasa de interés como un plan B antes de tomar un camino negado una y diez veces por el nuevo ministro de Economía y su equipo.
*Por Antonio D'Eramo, publicada en NA