La consultora Horus, especializada en la investigación y análisis de creencias, valores, emociones, comportamientos y conductas de una población en un determinado contexto, realizó un relevamiento sobre qué sensaciones genera el acuerdo del FMI en nuestros compatriotas.
Con un método superador al de las encuestas tradicionales que interpreta la información disponible en las redes sociales -a fin de analizar la conversación, el nivel de aceptación y la imagen asociados a dicho tópico-, complementado con el Test Pilares (realizado con técnicas de programación neurolingüística), la investigación reveló que:
- El 24% de las personas coinciden y apoyan el acuerdo a realizarse con el FMI.
- El 4% se mantiene indiferente.
- El 72% siente malestar respecto a la situación actual del acuerdo entre el gobierno y el FMI, y no lo apoyan.
La gente tiene miedo a los ajustes que puedan provocarse a partir del acuerdo, principalmente el impacto en los precios de productos y servicios. Un miedo asociado a la situación económica y a la implementación de medidas concretas que afecten el bolsillo, ligado a la desconfianza existente en quienes gobiernan, explica Esteban Neme, Ingeniero de Horus.
En este sentido, la discusión de la sociedad no va en torno a si está bien o mal pagar la deuda, sino, a las consecuencias económicas que esa negociación tendrá luego en su vida y el bolsillo.
El estudio de la consultora determinó que la sociedad tiene una inclinación a creer que un Estado que funciona, es aquel que fomenta el trabajo, da igualdad de oportunidades, acceso a la salud y educación. Que brinda el contexto para que todos se esfuercen y trabajen, y así obtengan sus logros. Es decir, una combinación entre una meritocracia y una situación del país ideal en la que los esfuerzos puedan verse reflejados.
A su vez, demostró que los grupos con menores recursos, derechos laborales más vulnerables o menor nivel educativo son los que vinculan el accionar del Estado en sus logros.
Es por ello, que en este contexto, y entre medio del malestar que predomina, los argentinos coinciden en que el Estado debe sostener, garantizar y asegurar una estabilidad económica. En esta línea, rechazan las posibles medidas de ajuste, y exigien por el contrario, un impacto moderado que se consigue a través de un paquete de medidas fuerte capaz de sostener y mejorar la situación económica actual: disminución de la inversión en planes sociales, más dinero a los jubilados y recortar sueldos a la dirigencia política.
De esta manera, mientras que dentro de la política se debate sobre la culpabilidad del crédito, los argentinos demuestran preocupación por el impacto en la vida cotidiana (precios de bienes y servicios). Exigen medidas económicas para resguardar el salario, pero se descree de los datos inflacionarios, como también de la eficacia de la implementación de medidas económicas contra la inflación (precios cuidados). Se evalúa la situación económica culpabilizando el sostenimiento de planes sociales y políticos (mencionados como personas que no se esfuerzan). Y cuestionando la desprotección de los jubilados (refiriendo a que se esforzaron toda su vida), finalizan desde Horus.