Qué piensan los trabajadores de la industria informática del "monotributo tech"
Los requisitos para incorporarse serán: residir en la Argentina, ser persona humana y que los ingresos de los últimos 12 meses sean inferiores o iguales a una de las tres categorías dispuestas para el nuevo monotributo, de hasta US$10.000, US$20.000 y US$30.000 anuales.

Los trabajadores de la industria informática apoyaron la decisión del Gobierno de lanzar el "monotributo tech", destinado a profesionales que facturan sus servicios en el exterior.

"Este monotributo permite retener nuestros talentos en el país y, además, al evitar una triangulación financiera, contribuye a la economía nacional y a la acumulación de divisas", resaltó el secretario general de la Asociación Gremial de Computación (AGC), Ezequiel Tosco.

El dirigente comentó q a través de esta iniciativa "también se podrá trabajar en un registro de trabajadores free lance que viven en la Argentina y que facturan para el exterior, algo de lo cual todavía no hay estadísticas".

El nuevo Régimen Tributario Simplificado y Cambiario para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos, que ya obtuvo dictamen favorable en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, es impulsado por la Secretaría de Economía del Conocimiento y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Podrán acceder programadores, informáticos, periodistas, docentes universitarios, gamers, arquitectos, guionistas, traductores y todas aquellas personas que exporten servicios basados en el conocimiento al exterior.

Los requisitos para incorporarse serán: residir en la Argentina, ser persona humana y que los ingresos de los últimos 12 meses sean inferiores o iguales a una de las tres categorías dispuestas para el nuevo monotributo, de hasta US$10.000, US$20.000 y US$30.000 anuales.

Según el último informe del Centro de Estudios para la Producción del Ministerio de Economía, a fines de 2022 se registraron 142.647 puestos de trabajo en informática, con un crecimiento interanual del 6,3%. 

 

Por Gerardo Choren, de NA.