El nitrato de amonio, el químico que parece haber provocado la gigantesca explosión que arrasó Beirut el martes, fue el detonante de algunas de las explosiones accidentales y los atentados terroristas más importantes de la historia. La explosión de Beirut presenta semejanzas notables con el desastre de Texas City de 1947, el accidente industrial más mortal en la historia de EE.UU.
La principal aplicación del nitrato de amonio es como añadido al fertilizante para ayudar al suelo pobre en nitrógeno. Se producen unas 20 millones de toneladas al año en todo el mundo en forma de sólido blanco y cristalino, de las cuales se emplea una pequeña proporción en productos para voladuras industriales. Es un oxidante muy eficiente, primo del salitre (nitrato de potasio), el ingrediente oxidante de la pólvora. Para esta aplicación, se suele mezclar el nitrato de amonio con combustible para crear nitrato de amonio ?gasoil (ANFO, por sus siglas en inglés) una mezcla de detonación de baja explosividad mucho menos potente en relación con su peso que explosivos modernos como el C4, pero de producción baratísima. Los materiales de baja explosividad arden rápidamente pero a una velocidad inferior a la del sonido, a diferencia de los de alta explosividad, con lo cual son menos destructivos. ANFO se usa en minería, obras de construcción y excavaciones.
Como fertilizante, el nitrato de amonio crea vida, pero en forma de ANFO, puede provocar la muerte. Es uno de los químicos preferidos de los terroristas porque es muy fácil producirlo en grandes cantidades: solo hay que mezclar diésel con bolsas de fertilizante de nitrato de amonio. La desventaja es que detonarlo es relativamente complicado. Cuando Timothy McVeigh perpetró el atentado de Oklahoma City en 1995, no consiguió hidracina (su explosivo preferido) ni suficiente TNT, pero pudo obtener sin dificultades más de 2.200 kilos de nitrato de amonio, con el que armó el corazón de la bomba que mató a 168 personas.
Aunque no se lo usa como explosivo industrial sin agregados, el nitrato de amonio es inestable y a temperaturas elevadas se descompone en gas de óxido de nitrógeno y vapor de agua. La explosión libera poca energía, pero si hay grandes cantidades de nitrógeno es peligrosa. Se calcula que tiene un 40% de la potencia del TNT. Según el primer ministro de Líbano, había unas 2.700 toneladas de nitrato de amonio confiscadas en un depósito en una dársena en Beirut, por lo que la explosión resultante habría sido equivalente a una bomba de un kilotón. Las ondas sísmicas registradas equivalieron a un terremoto de magnitud 3,3.
Malos antecedentes
En abril de 1947, el SS Grandcamp estaba atracado en Texas City, EE.UU. El barco clase Liberty, construido durante la Segunda Guerra Mundial, tenía 2.300 toneladas de nitrato de amonio que habían llegado al puerto por tren desde Nebraska y Iowa. Supuestamente, alguien habría tirado una colilla de cigarrillo encendida en la bodega de cargo. Se detectó humo saliendo de la bodega y se realizaron varios intentos por apagarlo, pero el fuego seguía reapareciendo. Al final, la presión del gas dentro del barco voló por los aires las escotillas y liberó una nube de humo amarillo y anaranjado, color que indica la presencia de óxido nitroso, como se vio también en la nube que apareció unos segundos antes de la explosión principal en Beirut.
La explosión del Grandcamp mató a 400 personas, entre ellas a muchas que se habían acercado a la dársena a ver a los bomberos combatiendo las llamas, e hirió a más de 5.000. Se derrumbaron por lo menos 1.000 edificios y estallaron las ventanas en Galveston, que queda 16 kilómetros de distancia. El ancla del Grandcamp, de dos toneladas, voló casi dos kilómetros; hoy forma parte de un parque en homenaje a las víctimas.
Una tragedia similar ya había ocurrido en 1921 en Oppau, Alemania, cuando estalló un depósito de una fábrica de químicos de BASF con más de 4.000 toneladas de nitrato de amonio. En ese caso, el problema fue que una mezcla de nitrato de amonio y sulfato de amonio se había endurecido en un depósito y los trabajadores trataron de romperla con dinamita. La explosión mató a más de 500 personas y destruyó la fábrica y buena parte de Oppau; se escuchó en Múnich, a casi 320 kilómetros de distancia.
¿Qué pasó en Beirut?
Las propiedades explosivas del nitrato de amonio están bien documentadas; la declaración oficial y fotografías del puerto de Beirut señalan que allá se almacenaba nitrato de amonio. Videos de la explosión sugieren que el incendio comenzó en un galpón que contenía fuegos artificiales. El nitrato de amonio no es un explosivo potente ni fácil de encender, pero en cantidades suficientes produce una explosión gigantesca.
Beirut estuvo en guerra durante años, pero cuando estuve allá en 2018 ?cerca del puerto, con vista a las operaciones de carga? me sorprendió ver tan pocos vestigios de ese conflicto. Dejando a un lado las teorías conspirativas, este desastre parece no tener nada que ver con la política, sino ?como los incidentes en Oppau y Texas City? con fallas en los procedimientos de seguridad para manipular el mortal nitrato de amonio.
Autor: David Hambling