Las mujeres sanas fundan y replican sociedades, entornos y familias saludables, por eso la intención de promover la acción por el cuidado de la salud femenina. En Argentina, como en el mundo, las mujeres son más longevas que los hombres, la esperanza de vida de la mujer es de 74 años y de los hombres de 69. Pero para ello, es importante desde muy jóvenes tomar una serie de acciones activas y conscientes de cuidados preventivos para gozar con el tiempo, de una mejor calidad de vida en la tercera edad.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos tiempos, la principal causa de muerte de mujeres está vinculada a enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama y de cuello uterino, siendo las más frecuentes, seguidas por el cáncer de colon y el carcinoma pulmonar.
Para prevenir, es de vital importancia realizar los chequeos anuales. La Dra. Camila Agosti comenta que, “la prevención del cáncer de cuello de útero se realiza con el Papanicolau con el cual se pueden detectar las lesiones precursoras del mismo, el cuál es recomendable realizarse una vez al año. A su vez, los estudios de mamografía se inician (cuando no existen antecedentes personales y familiares de cáncer de mama) desde los 40 años. La ecografía mamaria se utiliza para edades más jóvenes, generalmente chequeos anuales debido a la estructura de la glándula mamaria y como complemento a la mamografía”.
El contexto en el que se vive y la salud de la mujer
Un estudio reciente realizado por la actual Secretaría de Salud de la Nación mostró que las mujeres argentinas se preocupan más por la salud de su familia que por su propio cuidado. No obstante, respecto a las diferencias de edades y de lugares de residencia, el estudio reveló que la figura de la mujer es el sostén para llevar adelante el hogar.
Acompañar a la mujer en los distintos eventos naturales de su vida desde la infancia-adolescencia, madurez hasta la vejez, es fundamental para que lleve adelante una vida cuidada y sin sobresaltos. Por eso consultar con el especialista es de vital importancia porque es un espacio donde se busca que la mujer conozca su cuerpo y que tenga un control general de su salud.
“Es importante remarcar que, dentro de las consultas, también se tienen en cuenta otras cuestiones que hacen a la buena salud de las pacientes como lo son: su contexto personal, familiar, y psicosocial. A partir de esto se fomenta siempre el cuidado y se brinda la ayuda necesaria para prevenir no solo problemas físicos, sino también emocionales. Se trata de inculcar en cada paciente la necesidad de tener una alimentación sana y de realizar actividad física, así como abandonar hábitos no saludables”, afirma la Dra. Agosti.
La correcta nutrición es el pilar fundamental para evitar enfermedades futuras. Desde la infancia hasta la juventud, atravesando la pubertad y adolescencia, el cuerpo de una mujer se encuentra en constante cambio y crecimiento. Estas modificaciones van a repercutir a nivel hormonal y en las necesidades nutricionales de todo el ciclo de vida femenino.
“Es importante tomar en cuenta la importancia de ingerir alimentos con ciertas vitaminas ya que intervienen en los procesos de desarrollo y crecimiento. Minerales como el hierro, calcio y cinc, ya que están directamente relacionado con el crecimiento óseo y muscular. El hierro es necesario para el mantenimiento de la masa magra y hemoglobina, como también para evitar anemias por la menstruación. Por último, el zinc es esencial para el crecimiento y la maduración sexual”, explica la licenciada Manion.
Según un informe de la OMS, más de 830 mujeres fallecen por día debido a causas que están relacionadas con el embarazo y el parto posiblemente prevenibles con una buena alimentación de base.
“El embarazo y la lactancia son los periodos de mayor demanda nutricional en la vida de una mujer, ya que tienen que cubrir las necesidades de nutrientes de la madre, del feto en crecimiento y del niño en sus primeros meses de vida garantizando la salud de ambos. Por lo tanto, es esencial el aumento de las necesidades de proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales en los consumos diarios”, afirma la licenciada en nutrición.
Cómo acompañar la salud de la mujer durante la menopausia
“Es en la menopausia cuando se pierde la protección natural que brindan los estrógenos (hormona sexual femenina que tiene pico de secreción en los primeros días del ciclo menstrual), por tal motivo es necesario incorporar estudios relacionados a la salud cardiovascular y ósea, según los antecedentes y riesgos de cada mujer”, explica la Dr. Agosti.
La menopausia ocurre a una edad promedio de los 50 años, sin embargo, antes de instaurarse, existe un camino de transición donde suelen ocurrir ciertos cambios que debemos detectar y acompañar para poder tratarlos de ser necesario ya sea a nivel físico como nutricional.
“La alimentación en los diferentes períodos de la vida se va a ir modificando en función a los cambios fisiológicos que la mujer transita como respuesta natural a la biología. Por esta razón es importante conocer los requerimientos energéticos y nutricionales adecuados para esta etapa de la vida. De esta manera se pueden evitar las deficiencias nutricionales y prevenir enfermedades en un futuro”, comenta la licenciada Laura Manion.
Consejos para cuidar la salud de las mujeres
La Dra Camila Agosti y la Licenciada Laura Manion, brindan consejos y recomendaciones para cuidar la salud de las mujeres:
- Visitar al ginecólogo/a una vez al año para control, desde la adolescencia.
- Realizar chequeos periódicamente: ecografía mamaria, mamografía, ecografía ginecológica y análisis completos.
- Realizar una colonoscopía anual a partir de los 50 años.
- Para la prevención de la osteoporosis es importante realizar una densitometría ósea, recomendable después de los 5 años de haber pasado la menopausia.
- Incrementar el consumo de calcio y alimentos con vitamina D (Huevos, pescados grasos y leche). Esto se debe a que la vitamina D es un importante factor colaborador en varios procesos físicos relacionados el metabolismo de los huesos y el calcio, así como en varias enfermedades, por ejemplo, osteoporosis, dolencias autoinmunes, cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad.
- Realizar un análisis clínico que pueda determinar con exactitud cuál es el estado de la vitamina D en el organismo, más allá de los alimentos que se consuman, es partir de los resultados donde el profesional determinará si se puede recurrir a una suplementación de medicamentos.
- Realizar actividad física en conjunto con un correcto aporte de proteínas (carne, pescado, huevos, mariscos, legumbres y frutos secos), para ayudar a prevenir la disminución de la masa muscular.
- Consumir alimentos ricos en grasas saludables y una vida activa, ayudará a mantener un perfil lipídico adecuado para evitar riesgos cardiovasculares.
- Ingerir alimentos con ciertas vitaminas ya que intervienen en los procesos de desarrollo y crecimiento.
- Se aconseja el consumo de alimentos ricos en hierro necesario para el mantenimiento de la masa magra y hemoglobina (mariscos, espinaca, carne de vaca, legumbres, brócoli), alimentos con yodo (cereales: trigo, arroz, avena y centeno) y calcio (leche, quesos, nueces, dátiles, pasas). Se deberá incluir en la dieta alimentos de origen animal y lácteos.
Tecnología y salud
La tecnología ha impactado de manera positiva en diferentes áreas de la medicina. Desde hace muchos años ha abierto la puerta al sector de la salud femenina facilitando procedimientos, diagnósticos, tratamientos y seguimiento de diferentes enfermedades en la mujer.
“Hoy en día con estos avances desde lo ginecológico se puede hacer un análisis preventivo en la mujer, en vistas de poder tener una vida sana. Es por esta razón que los equipos son de última generación, permiten detectar afecciones rápidamente sin invadir el cuerpo de la paciente", asegura Agosti.
"Los ecógrafos Vinno G86, que nos provee Centros de Servicios Hospitalarios (CSH), por ejemplo, ayudan al profesional a la comprensión de las imágenes con un mayor nivel de detalle. Generalmente estos equipos son utilizados para estudios de 4D abdominal, ecografías obstétricas, scan fetal, ecodoppler, estudios de cardiología, imágenes panorámicas, TN obstétricas y ginecológicas”, concluye Agosti, especialista en ginecología.