El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, afirmó que el proyecto para la creación de un fondo de indemnización y retiro universal ayudará a los trabajadores, incluso por encima de las fábricas, porque les brindará un beneficio extra a los derechos que actualmente poseen, y sostuvo que las acusaciones sobre las pymes por un supuesto intento de flexibilización laboral se realizan por desconocimiento o en defensa de intereses lejanos al cuidado o a la generación de empleo.
Estoy dispuesto a dar explicaciones en todos los foros en donde se convoque al IPA, tanto de manera privada como pública, porque las pymes hacemos todo de frente a los trabajadores. En una fábrica de nuestro sector conocemos a todos los colaboradores y a sus familias, y las desvinculaciones que se pueden generar se dan, en su gran mayoría, por decisión del empleado, afirmó Rosato.
Además, señaló que la iniciativa -que tiene más de un año de presentada y que se evalúa entre empresarios, sindicalistas y funcionarios- tiene un carácter amplio y abierto para ser debatido, ampliado y modificado en los puntos que le hagan bien al desarrollo económico del país, con el objetivo centrado en la generación de empleo.
La propuesta la venimos hablando hace mucho tiempo y estamos dispuestos a perfeccionarla. No perseguimos ningún objetivo político-partidario y por eso nos sentamos con todos los sectores para poder pensar en las pymes y en sus trabajadores, afirmó Rosato.
El presidente de IPA, además, recordó que los empresarios pymes industriales siempre estuvieron defendiendo los puestos de trabajo y la producción nacional, incluso en los momentos en que se buscaba fundir a las fábricas.
Hemos sufrido muchas pérdidas de pymes y de puestos laborales, y no vamos a permitir que suceda nunca más. Y hoy, que estamos saliendo de una crisis sin precedentes producto de la pandemia de coronavirus, tenemos que pensar en ampliar los lugares de trabajo porque solamente defenderlo sería condenar a la pobreza a los miles de desempleados que están esperando que hagamos algo por ellos, aseveró.
Rosato señaló que el fondo de indemnización y retiro universal aumentará los derechos laborales porque cualquier trabajador tendrá su recompensa cuando concluya su relación laboral, y aclaró que en las pymes industriales esa ruptura en la vinculación en escasas oportunidades surge de la decisión de una empresa.
Lo más normal en las fábricas pymes es que un empleado se jubile o decida cambiar de trabajo ante una oferta laboral superadora. Para nosotros es muy difícil afrontar la capacitación y la especialización de nuestros trabajadores, que llegan a la fábrica con pocos conocimientos prácticos y técnicos, y se van porque el mercado laboral de las grandes empresas los requiere para aumentar su productividad, dejando un vacío grande en nuestra línea de producción, recordó el presidente de IPA.
Rosato precisó: Los jóvenes egresan de las escuelas, aun cuando asistan a la educación técnica, con conocimientos limitados. Y es en las pymes en donde se convierten en trabajadores completos. Por eso ningún empleador piensa en perder semejante capacidad de mano de obra. Y, además, nosotros sabemos quién es como persona, y ese trabajador nos conoce como empleadores. Somos parte del mismo equipo, afirmó.
En términos económicos, Rosato sostuvo que el crecimiento del empleo es fundamental para el fortalecimiento del círculo virtuoso del mercado interno.
No es casual que la industria, conformada por más del 95% de pymes, sea el sector de la economía que tiene mejor remuneración y mejores condiciones laborales, al punto que durante la pandemia cuidó a los dispensados, que cobraron sus salarios ante la imposibilidad de asistir a sus puestos de trabajo, y también a los que siguieron yendo al puesto, porque las fábricas se convirtieron en centros de detección temprana del Covid-19, enfatizó Rosato.
El proyecto de ley que impulsa IPA promueve la creación de una caja que administre los fondos surgidos por el aporte de las pymes, el Estado y, en una porción menor, por los trabajadores, para que esté a disposición de los empleados toda vez que se termine la relación laboral, ya sea por despido, renuncia o jubilación.
No es un seguro, sino un ahorro que garantiza un ingreso extra a la jubilación, o un reconocimiento a aquel trabajador que decida irse a otro empleo y que podrá contar con ese dinero o incluso mantenerlo en la caja para complementarlo con el nuevo trabajo. La caja que administrará los fondos actualizará el valor del aporte de acuerdo a una tasa que podría ser aplicada por el Banco Central para mantener el poder adquisitivo del dinero que le pertenece al trabajador, destacó Rosato.