Con la proximidad de las elecciones de mitad de mandato en los Estados Unidos y la creciente preocupación por la desinformación electoral, Meta, la empresa matriz de Facebook, vuelve a pregonar su Ad Library como una herramienta de transparencia “líder en el sector”.
La Biblioteca de Anuncios, que permite a los miembros del público ver quién ha colocado determinadas propagandas/ publicidades y cuánto dinero se ha gastado en ellas, incluso ha sido citada como ejemplo a seguir por otras empresas.
Pero la semana pasada, un documento presentado por investigadores de la Universidad de Nueva York y de la Universidad de Lovaina en el Simposio de Seguridad de USENIX, sugirió que la biblioteca de anuncios no funciona tan bien como muchos intentan hacer creer.
Los investigadores descubrieron que la mayoría de las veces, Facebook categoriza incorrectamente los anuncios políticos y pasa por alto más anuncios de los que detecta.
Las de noviembre de 2022 serán las primeas elecciones federales desde que una turba armada -fomentada en parte por Facebook- asaltara el Capitolio en un intento de derrocar las últimas elecciones presidenciales. Pero incluso después de la insurrección, Meta se enfrentó a las críticas por no hacer cumplir sus políticas publicitarias sobre la violencia política. Y mientras otras plataformas, como Twitter y TikTok, han optado por prohibir los anuncios políticos, Meta sigue vendiéndolos.
El documento, que se publicó por primera vez a finales de 2021, identifica tanto el exceso como la falta de aplicación de las normas de publicidad política de Facebook. En una muestra de 189.000 anuncios de julio de 2020 y febrero de 2021 que se consideraron políticos según las normativas de la plataforma, los investigadores determinaron que Facebook, el 83% de esos contenidos los categorizó/ etiquetó erróneamente.
Facebook se defiende
Andy Stone, vocera de Meta, dijo en un comunicado: "El propio estudio reconoce que "la revisión inicial de los anuncios de Facebook ya capta la mayoría de las infracciones", que la mitad de los anuncios que nuestra revisión pasó por alto inicialmente fueron captados "con bastante rapidez", y que los que no fueron captados representan menos del tres por ciento de los 4,2 millones de anuncios políticos que, según los autores del estudio, se publicaron en la plataforma." Según los investigadores, 4.1 millones de esos 4.2 millones de anuncios políticos fueron designados como políticos por los propios anunciantes.
Facebook amenazó con emprender acciones legales contra los investigadores, argumentando que su trabajo infringía la privacidad de los usuarios. Sin embargo, en el documento el equipo de la Universidad de Nueva York aclara que su recopilación de datos "no afecta a ningún usuario de Facebook que no sea anunciante" y "no observa ninguna información personal identificable sobre ellos".
También emitieron una serie de recomendaciones sobre cómo Meta podría detectar con mayor precisión los anuncios políticos. Damon McCoy, uno de los investigadores, dijo a Forbes que una de las recomendaciones más sencillas era que Meta debería centrarse más en la persona que colocó el anuncio y en sus afiliaciones, en lugar de analizar el contenido de cada anuncio individual. Facebook exige que todos los anuncios colocados por candidatos, partidos políticos y PAC se marquen como políticos. Pero McCoy se refirió a varios fallos en la plataforma, incluidos los anuncios de Joe Biden y de la Asociación Nacional del Rifle.
Para algunos países, dijo McCoy, "la detección podría mejorarse mucho con sólo un poco de trabajo de recopilación de listas de candidatos y grupos políticos".
Facebook ha realizado otro cambio en sus políticas desde el ciclo electoral de 2020: Ahora "podría" permitir a los "anunciantes comerciales" abstenerse de etiquetar anuncios sobre cuestiones sociales, si el anuncio principal es sobre un servicio o producto. (La excepción no cubre los anuncios que mencionan explícitamente la política o las elecciones). Esta excepción podría reducir la prevalencia de la imposición excesiva a las empresas, que los investigadores encontraron bastante común. Pero también podría dar lugar a una significativa infraaplicación. Ahora, los anunciantes pueden teóricamente eludir los requisitos de transparencia convirtiendo su anuncio que dice "el aborto es un asesinato" -que requeriría una divulgación- en un anuncio de una camiseta que dice "el aborto es un asesinato", que ya no necesariamente lo hace.