Tras registrar un avance enorme en el primer semestre del año, los precios del bitcoin y las criptomonedas oscilaron muchísimo estos últimos meses.
El precio del bitcoin se recuperó parcialmente de un mercado bajista catastrófico en 2018 en el que tocó valores mínimos de poco más de US$ 3.000. Se considera que ese valor está apenas por debajo del precio de crear (extraer) nuevos bitcoins y que vuelve insostenibles las operaciones de minería que usan mucha electricidad.
Ahora, un grupo de investigadores afirma haber descubierto una forma más barata y de bajo consumo para extraer bitcoins, con lo cual el piso anterior podría bajar incluso más.
Este mes, Michael Dubrovsky, cofundador de la fundación sin fines de lucro PoWx; Marshall Ball, de la Universidad de Columbia en Nueva York; y Bogdan Penkovsky, de la Universidad de París-Saclay, publicaron un artículo en el que afirmaron que adoptar los chips fotónicos, las computadoras ópticas y un protocolo de encriptación revisado (llamado HeavyHash) podría hacer que la minería de bitcoins consuma menos energía y por ende, se abarate.
La fuerte dependencia de la electricidad provocó problemas de escalabilidad, inquietudes por el impacto en el medio ambiente y riesgos sistémicos en el caso del bitcoin, escribieron los investigadores, que afirmaron que debería reemplazarse la llamada prueba de trabajo del bitcoin ? la forma de medir y recompensar con bitcoins el trabajo de los mineros? por lo que denominan un algoritmo óptico de pruebas de trabajo.
Hace tiempo que el gran consumo de electricidad necesario para extraer bitcoins preocupa a la industria de las criptomonedas. En el pasado verano boreal, científicos de la Universidad de Cambridge descubrieron que el bitcoin consume más energía que toda Suiza. Se descubrió que la red global de bitcoins necesita más de siete megawatts de electricidad, un consumo de aproximadamente 64 terawatts-hora al año.
Según Dubrovsky y sus colegas, la adopción de la prueba de trabajo óptica, hoy posible gracias al veloz crecimiento y avance de la fotónica del silicio en las últimas dos décadas, también aumentaría la escalabilidad de la red, posibilitaría practicar la minería descentralizada fuera de las zonas con electricidad barata, democratizaría la emisión y volvería al hashrate del bitcoin menos sensible a las caídas en el precio subyacente de la moneda.
Si, en efecto, el pase a las pruebas de trabajo ópticas abarata la minería de bitcoins, el precio del bitcoin podría quedar debajo de los US$ 3.000 que tocó hace 12 meses, lo que obligó a los mineros a apagar sus máquinas.
Sin embargo, en la industria del bitcoin y las criptomonedas hay quienes no proyectan que el bitcon caiga tanto como el año pasado, o sea, que quizás no se ponga a prueba el costo de la minería de bitcoins.
Actualmente, el mercado está probando hasta dónde puede bajar, no por China (lo que pasa en China importa desde 2011, pero nunca influyó mucho en el mercado), sino porque ya probamos hasta dónde puede subir, así de simple, declaró George McDonaugh, director administrativo de KR1, una empresa de inversión en bitcoins, criptomonedas y blockchain que cotiza en bolsa.
Básicamente, saltamos de US$ 5.000 a US$ 13.500 por token en 3 meses y ahora, en un movimiento pendular, el mercado quiere saber a qué valor se toca fondo. En mi opinión, estamos en los comienzos de un mercado alcista, van a ver que esta vez el fondo está bien arriba de los US$ 5.000. Vamos a encontrar valores mínimos cada vez más altos, hasta quedar a la altura de los récords históricos.
Por Billy Bambrough