Entre enero del 2019 y enero del 2021, 11 jurisdicciones incrementaron el peso de los Ingresos Brutos (IIBB) en el sistema financiero, ya sea subiendo directamente la alícuota o cambiando la metodología de cálculo de este impuesto. Desde la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) sostuvieron la necesidad de bajar las alícuotas para mejorar las tasas con las que se otorgan créditos a las empresas.
Desde Adeba aseguraron que IIBB es un impuesto “anti-crédito” ya que es "altamente distorsivo, tiene un efecto cascada, encarece los préstamos y atenta contra el aumento de la bancarización". Además, aseguraron que la alícuota que se aplica al sistema financiero "más que duplica el de otras actividades", promediando el 8% en el país, señaló la entidad en una denominada Nota Técnica sobre el efecto del gravamen sobre la actividad crediticia.
El documento cuenta con el respaldo de los bancos Macro, Galicia, Supervielle, Comafi e Hipotecario, además de la mayoría de las principales entidades financieras provinciales, tales como los bancos Ciudad, Bancor, Santa Fe, Santa Cruz, San Juan y de La Pampa, entre otras entidades asociadas a Adeba.
"El aumento de un tributo tan 'anti-crédito' como IIBB será otra de las consecuencias negativas que nos habrá dejado la pandemia".
Los bancos de capital nacional agrupados en la entidad explicaron que "cuanto mayor sean las alícuotas de IIBB sobre actividad crediticia, menor será el volumen de créditos y mayor su costo". En este sentido, agregaron que "es paradójico que el crédito, uno de los motores del crecimiento económico, sea la actividad más gravada por este impuesto".
Adeba citó la situación de un crédito otorgado a una pyme con una tasa de interés del 30% TNA: 2,4 puntos porcentuales (p.p.) de esos 30 p.p. corresponden a IIBB, por lo que, sin el impuesto, "ese mismo crédito podría tener una tasa del 27,6%".
El presidente de Adeba, Javier Bolzico, remarcó que "la actual carga impositiva por IIBB sobre las financiaciones bancarias es incompatible con el desarrollo del crédito bancario a tasas bajas”. Además, indicó que “para que el crédito sea uno de los motores de la recuperación económica, es necesario que bajen las alícuotas de IIBB en el país. De lo contrario la recuperación económica será más lenta de lo que podría ser”.
Desde la Asociación dijeron que los IIBB "tienen gran similitud con el colesterol alto: son dañinos y no presentan síntomas; perjudica a los tomadores de créditos, pero ellos no lo notan", ya que el impuesto sube las tasas que deben pagar personas y empresas pero, al no aparecer discriminado, "es invisible".
Para Adeba es necesario un acuerdo coordinado entre Nación, provincias y la Ciudad de Buenos Aires ya que resulta difícil para cada jurisdicción hacerlo en forma individual. "De lo contrario, el aumento de un tributo tan 'anti-crédito' como IIBB será otra de las consecuencias negativas que nos habrá dejado la pandemia", concluyó.