Nadie se imaginaba que llegaría un día en el que Messi estaría con un pie afuera del club del que fue una parte tan fundamental desde que tenía 13 años. Y sin embargo, en 2020, Messi parece haberles dicho basta a los miembros del directorio de Barcelona con su pedido de irse.
Messi y otras estrellas ya han aprovechado los intereses de sus clubes para negociar mejores contratos, pero esta vez parece haber un deseo genuino de irse. Después de la paliza que le dio el Bayern al Barça, parece que Messi se hartó.
Cuestión de cifras
Muy pocos clubes, casi ninguno, pueden permitirse pagarle a Messi su sueldo neto de 50 millones de euros al año y es extremadamente improbable que él quiera ceder en ese aspecto.
Naturalmente, uno de esos clubes es el de Pep Guardiola. Queda claro que Manchester City viene cortejando a Messi desde que llegó la nueva inversión de Abu Dabi. La relación clave entre el técnico español y Messi es un factor clave que convencería a Lio y le da una ventaja inicial al City.
Todavía que hay que superar el problema de su sueldo, pero las dos partes deberían poder lograrlo. Puede que al Barcelona no le guste e insista con que cualquier club que lo quiera contratar tenga que pagar la cláusula de rescisión de 700 millones de euros, pero probablemente Messi tenga suficiente peso como para cerrar un acuerdo antes que venza el plazo el 5 de octubre.
El factor Pep
Sería una operación sin precedentes para el City y una muestra de su poder para todos los clubes del mundo. Aunque los Ciudadanos hicieron un trabajo impecable para venderse como un coloso europeo, fichar al mejor del mundo trascendería el atractivo mundial del club.
Guardiola llegó al City para ganar la Champions y muchos sugieren que tuvo su mejor chance hace una semanas en Portugal, donde los eliminó el Olympique Lyon en cuartos. Pero con un Messi despechado que además jugó su mejor fútbol cuando lo dirigía Guardiola, puede que finalmente Pep tenga lo que le faltaba para ganar. El tiempo dirá si la jugada del City llega a buen puerto, pero hoy por hoy, el futuro de Messi en Barcelona es pura incertidumbre.
Autor: Liam Canning, Forbes US.