Open Group es una de las primeras cuatro consultoras de comunicación del país. Así las cosas, su director general, el joven-pero-histórico Rodrigo Fernández Madero, promueve y conserva dos ideas: el respeto por lo digital, pero más por la comunicación uno a uno.

¿Cómo entraste al mundo de la comunicacióñEn el 1992 nació la consultora, fundada por mi padre. Para ese entonces, yo estudiaba Relaciones Públicas en la UADE y tenía 21 años. Arrancó con un fuerte sello en asuntos públicos y lobby. Con el tiempo, terminamos haciendo comunicación integral. Ambos hicimos equipo, aunque ahora él está retirado. Por esos años, la comunicación se fortaleció con la privatización de las empresas del Estado. Y, como venían con la mentalidad de comunicar corporativamente, a nosotros nos sirvió: eso ayudó mucho al crecimiento de la consultora.

Foto: Ariel García GiménezAgradecimientos: Dazzler by Wyndham Buenos Aires Polo

¿Qué cambios advertís de esos tiempos hoy?Es impresionante cómo cambió todo. Antes yo llevaba las gacetillas a las redacciones y las entregaba en mano. Ahora todo es más rápido, pero no siempre más efectivo. La verdad es que no hay con qué darles a las relaciones uno a uno: lo que se transmite cara a cara es distinto a lo que llega por WhatsApp o por un tuit. Las redes sirvieron para la masividad. Tenemos que acompañar a lo digital, que siga creciendo y, también, potenciar las relaciones personales.¿Cuál es el principal desafío en este nuevo escenarióQue el crecimiento exponencial de la digitalización esté acompañado con el vínculo con quienes deciden. Y, como decía, no perder el cara a cara ni la empatía. Me tocó crecer junto a muchos periodistas que hoy toman decisiones. Entonces, con ellos interactuamos desde el llano. Hay que intentar tomar lo bueno de la digitalización pero que ella no nos tome a nosotros. Además, hay que tener un trabajo de docencia con el cliente. Cuando un cliente te acompaña, es más fácil todo. Somos un poco como unos psicólogos corporativos: prestamos el oído al cliente y tratamos de resolver cómo salir de esas crisis y situaciones. ¿Cuáles fueron los mayores hitos de la consultoráUno de los que más recuerdo fue nuestro trabajo en IDEA, que fueron clientes nuestros de 1997 a 2004. Cambiamos un concepto: abrimos esa caja de resonancia a la prensa. Propusimos que los periodistas interactuaran con los empresarios. Creamos el sistema de agencia de noticias para que el coloquio tuviera un impacto más fuerte. Tuvimos que ver con ese gran paso. También, durante los 90, destaco cuando con CTI inauguramos el servicio de telefonía móvil en el interior: de Ushuaia a La Quiaca. Ese año viajé todas las semanas al interior del país.¿Qué es lo que no puede fallar para que las marcas encuentren una comunicación efectiváSin duda, son muchos los factores a tener en cuenta, pero estamos convencidos de que todas las marcas deberían tener un referente que apalanque. Para el manual de buenas prácticas de la comunicación, debería estar más que aclarado: tenés que contar con un buen vocero.

// SU PADRE, EL REFERENTE // Literalmente, Rodrigo Fernández Madero lleva la comunicación en la sangre. Su padre, Gonzalo, ingeniero civil, fue el creador de la agencia y le transfirió toda su experiencia: “Siempre tuve una gran admiración por mi viejo, por esa capacidad de generar relaciones a largo plazo”, admite.