En un comunicado, la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza y el SNB manifestaron que Credit Suisse "cumple con los requisitos de capital y liquidez impuestos a los bancos de importancia sistémica" y que la autoridad monetaria intervendrá si la situación cambia.
Los reguladores helvéticos también dijeron que la quiebra de dos bancos regionales estadounidenses la semana pasada no representa un "riesgo directo de contagio" para los bancos suizos.
La declaración se produce después de que las acciones de Credit Suisse que cotizan en Zürich cayeran hoy casi el 30% debido a que el Saudi National Bank (SNB), que es el mayor accionista, anticipara que no podía proporcionar capital adicional a la entidad debido a un problema regulatorio.
Tras la debacle inicial, los seguros de depósito contra default de los Estados Unidos operaron y lograron reducir sus pérdidas a alrededor del 14% al final de la rueda bursátil y luego de conocerse la promesa de los reguladores suizos para capitalizar eventualmente a la entidad.
El derrumbe del Credit Suisse, que en los meses previos ya mostraba números de alarma, se dio luego de la crisis bancaria desatada a fines de la semana pasada en los Estados Unidos, con el colapso de Silvergate, Silicon Valley Bank y Signature Bank.
Para los analistas, una eventual caída de la entidad suiza podría tener mayores consecuencias que la quiebra de las tres entidades estadounidenses, dado el tamaño y el peso específico del Credit Suisse en el mercado.
"El Credit Suisse es más grande que los tres bancos regionales de los Estados Unidos y su eventual caída es un problema global", dijo el analista Andrew Kenningham.
Al mismo tiempo, las autoridades suizas y el Credit Suisse Group AG están discutiendo formas de estabilizar el banco, según un cable de la agencia Bloomberg.
Entre las opciones que se manejan aparece una posible separación de su unidad suiza y una alianza con su mayor competidor, el también suizo UBS Group AG.
El SNB -que posee el 9,88% del capital accionario del Credit Suisse- dijo que no compraría más acciones por motivos regulatorios, sin brindar precisiones sobre los límites a los que se refiere.
Al parecer la negativa saudita se basa en que los estatutos societarios del Credit Suisse no permiten a ningún accionista poseer más del 10%.
El diario financiero The Wall Street Journal informó que la brusca caída de las acciones de una de las mayores entidades de Europa encendió las alarmas en los despachos de todos los funcionarios de los países de la zona Euro, al punto tal que se intensificaron los contactos entre los gobiernos.
El presidente ejecutivo de Credit Suisse, Ulrich Koerner, afirmó que "la liquidez del banco se mantuvo sólida y estaba muy por encima de todos los requisitos regulatorios".
Koerner había dicho a principios de semana que el índice de cobertura de liquidez de Credit Suisse promedió 150% en el primer trimestre de este año.
EL ejecutivo presentó ayer los resultados correspondientes al ejercicio 2022 y dijo que "se habían identificado debilidades materiales en los controles sobre los informes financieros y que aún no había detenido la salida de clientes.
Los temores crecieron luego de que en el último trimestre del año pasado la entidad helvética sufriera una corrida de depósitos por el equivalente a 172.000 millones de dólares.
La caída de la entidad suiza provocó un efecto de contagio en el resto de la banca europea, en vísperas de que el Banco Central Europeo (BCE) defina mañana un nuevo ajuste de su tasa de interés de referencia.
En este marco, las acciones de Societe Generale cayeron 12% y los papeles del BNP Paribas más del 10%; mientras que el Deutsche Bank de Alemania y el Barclays Bank de Gran Bretaña bajaron casi 8%.
Por su parte, el índice STOXX Banks de 21 de los principales prestamistas europeos se desplomó un 8,4%