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"Megxit": Cuánto necesitan Meghan y Harry para vivir y por qué deberían escribir un libro

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23 Enero de 2020 12.28

El Duque y la Duquesa de Sussex dejarán atrás sus vidas como royals y comenzarán a trabajar para convertirse en Harry y Meghan, pero para eso el príncipe británico y su esposa tendrán que comenzar a facturar. Resulta que un pariente lejano de él estuvo alguna vez en una situación parecida.

En 1922, Federico Guillermo Víctor Alberto, el nieto mayor de la reina Victoria y primo hermano del tatarabuelo de Harry, estaba cada vez peor de salud y no tenía plata. Este monarca, conocido anteriormente como el káiser Guillermo II, el emperador alemán derrotado en la Primera Guerra Mundial, había dejado los antiguos palacios de su familia en Prusia cuatro años antes y se había instalado en una mansión de 12 ambientes en Doorn, Países Bajos. Para mantenerse, había vendido sus yates y organizado una subasta de 65 lotes con objetos personales como una cigarrera plateada, figuras talladas en marfil y una tapa de inodoro hecha de caoba.

Casi 80 años después, surge un nuevo juego: adivinar cómo se mantendrán los primos del káiser, Harry y Meghan. ¿Volverá a la pantalla chica Meghan, una antigua actriz de Hollywood conocida por su papel en la serie de TV Suits? ¿Se meterá Harry en el circuito de conferencias? ¿Se pondrá Meghan a diseñar ropa con su amiga Misha Nonoó ¿O firmarán un acuerdo de producción con Netflix?

No se sabe mucho sobre sus planes. Lo que sí está claro es que según nuestras estimativas, necesitan más o menos unos US$ 3 millones por año para mantener su estilo de vida. Y los duques de Sussex afirmaron explícitamente que cualquier oportunidad comercial debe “respetar los valores de la Reina”.

Harían bien en seguir el ejemplo de Guillermo II, que en 1922 escribió sus memorias y firmó contrato con Harper Collins, que le pagó US$ 250.000 (US$ 3,9 millones al cambio actual) ?en aquel momento, una suma récord? para publicar por entregas la autobiografía en los diarios y en un libro de 15 capítulos y 80.000 palabras. Quizás esta sea una de las pocas cosas que aprobaría la abuela Isabel II. Después de todo, Harry y Meghan cuentan con varios siglos de precedentes para orientarse. En 1597, Jacobo I publicó un estudio sobre las brujas, Daemonologie, que supuestamente inspiró a Shakespeare para crear a las tres hechiceras de Macbeth. Casi 300 años después, la tátaratataratatarabuela de Harry, la reina Victoria, narró sus viajes al norte in Leaves from the Journal of Our Life in the Highlands, libro del que más tarde escribiría una secuela. Y el padre de Harry, el príncipe Carlos, escribió varias obras; la primera fue un libro infantil, The Old Man of Lochnagar, publicado en 1980, un año de casarse con Diana.

Publicar un libro puede resultarles muy rentable a los de sangre azul. Normalmente les adelantan varios millones de dólares y también están las regalías (valga la redundancia) que generan las grandes ventas. En el caso de Harry y Meghan, el punto de referencia más cercano sería lo que recaudaron los expresidentes y primeras damas de EE.UU. tras dejar sus cargos; como el Duque y la Duquesa, ellos también tenían prohibido tener otra fuente de ingresos. Bill Clinton obtuvo US$ 15 millones por sus memorias, My Life, publicadas en 2004. A su sucesor, George W. Bush, le dieron US$ 7 millones por Decision Points, publicado en 2010. Los Obama habrían cerrado un acuerdo de US$ 65 millones con Penguin Random House para escribir dos libros en 2017; un año más tarde, Mi historia, de Michelle Obama, se transformó en el libro de tapa dura más vendido en 2018, con más de 2 millones de copias.

Quizás Harry y Meghan obtengan cifras parecidas a las de los Obama. Keith Urbahn, socio fundador de Javelin, una agencia literaria de Washington, sospecha que podrían conseguir hasta US$ 50 millones con un contrato conjunto por varios libros. “Memorias personales de Harry que cuenten cómo fue criarse con Diana y la familia real. Es una historia irresistible. A los estadounidenses les fascina la monarquía que nunca tuvieron”.

Por Abram Brown

Traducción: Santiago Farrell

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