La industria farmacéutica instalada en el país puso en marcha inversiones por US$ 740 millones, que se llevarán a cabo entre este año y el próximo, en el marco de dos grandes proyectos articulados con el Gobierno nacional: uno para potenciar la fabricación local de medicamentos y el otro para convertir a la Argentina en un centro regional para la investigación clínica.
"Ya estuvimos trabajando durante todo 2020 con el Gobierno, con distintas áreas, desde la primera reunión con el presidente Alberto Fernández, donde le planteamos la idea de fortalecer la actividad de investigación farmacológica clínica en Argentina", indicó a Télam el director de Asuntos Públicos de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme), Fernando Giannoni.
"Para este objetivo es uno de los mayores aportes de los laboratorios de Caeme", afirmó Giannoni, y precisó que "el sector figura como número uno en inversión privada en investigación y desarrollo, con US$ 300 millones anuales". El directivo destacó que la idea es que la Argentina se pueda convertir en un hub o centro regional de investigación clínica. Esto genera inversiones, ingreso de divisas, empleo calificado". Y subrayó que "para esto se requiere fortalecer la investigación clínica en centros públicos".
Por su parte, el director ejecutivo de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), Eduardo Franciosi, indicó a Télam que "en pandemia surgió la importancia y el valor estratégico de contar con una industria nacional de fabricación de medicamentos". En ese sentido señaló que "lo importante para eso es continuar con todos los estudios y ensayos clínicos que se vienen realizando con distintos medicamentos e invertir fuertemente en innovación, investigación y desarrollo".
"Cilfa comprometió US$ 140 millones para el bienio 2021-2022, en el marco de este lanzamiento tripartito de los ministerios de Salud, de Trabajo y de Desarrollo Productivo, dentro de la Ley de Economía del Conocimiento", precisó Franciosi.
El 21 de enero pasado se llevó a cabo la primera reunión de la Mesa de Economía del Conocimiento para la Salud del Acuerdo Económico y Social, que reúne a las tres carteras, sindicatos, laboratorios, empresas farmacéuticas y biotecnológicas. En ese ámbito "tenemos un plan ambicioso que le planteamos al Gobierno: el lanzamiento de una plataforma nacional de investigación clínica", subrayó el ejecutivo de Caeme.
Indicó que "la investigación clínica en el país se hace en centros privados que mueven la rueda de la economía y donde se atienden muchos pacientes", y precisó que "en 2019 se atendieron 23.000 pacientes en este tipo de ensayos".
Giannoni remarcó que estas investigaciones "se utilizan para registrar el producto en todo el mundo, sirven para exportar el conocimiento", y puntualizó que "si bien en la Argentina se hacen ensayos, el propósito es que crezca en este segmento". A su vez, precisó que "el 80% de las investigaciones se hace en Europa y en Estados Unidos", pero señaló que el país "actualmente recibe el 1,2% de todos los protocolos, cifra que en 2006 llegó a ser de 2,4%".
"Estamos trabajando con el Gobierno para mejorar las condiciones de competitividad en el país", afirmó Giannoni, quien indicó que "la Ley de Economía del Conocimiento es un gran paso para que se envíen más protocolos a investigar en la Argentina".
Otro tema planteado en la reunión de la mesa multiministerial, empresarial y sindical, fue la necesidad de potenciar a la industria nacional de medicamentos para garantizar el abastecimiento, generar mayor empleo, exportaciones y divisas para el país.
"La industria hizo un esfuerzo muy importante el año pasado para abastecer el mercado. Hubo que readecuarse en función de las limitaciones que se produjeron con los recursos humanos. Y también hubo que hacer importantes inversiones para adaptar los protocolos", señaló Franciosi, y remarcó que "en el entorno de complejidad por el abastecimiento de suministros desde el exterior e internamente, este año el objetivo es volver asegurar la producción y la provisión de medicamentos".
Por otra parte, el ejecutivo de Cilfa puso de relieve que "las exportaciones argentinas en general cayeron 25% en 2020, mientras las de la industria farmacéutica bajaron 1,5%. "No sólo pudimos sostener el abastecimiento, también pudimos sostener las ventas externas", sostuvo y precisó: "Cerramos el año en más de US$ 700 millones de exportaciones".
En este marco afirmó que "las condiciones están para aumentar la producción nacional de medicamentos", y concluyó que "hay que potenciarlas", a partir de la iniciativa conjunta que los laboratorios comenzaron a trabajar con el Gobierno.
Menos regulaciones
"Como en toda actividad empresarial, la nuestra es muy regulada y está bien que lo sea. Pero a veces es necesario contar con menos barreras regulatorias y un marco más amigable a la inversión. Nuestra industria aporta más de $ 60.000 millones de impuestos por año", señaló Franciosi, quien precisó que "la presión impositiva acumulada ronda el 36% y se podría reducir gradualmente".
También advirtió que "en una industria asociada a la farmacéutica, como la de materias primas del sector, se establecieron derechos de exportación", y consideró que "quizás bajar esas retenciones sería muy adecuado para potenciar la producción y la exportación".
Añadió que "hay retenciones a medicamentos biotecnológicos, que son los que más valor agregan, y que deberían no tenerlas", y evaluó que "se podrían mejorar los reintegros de algunas partidas de exportaciones" del sector.
Por su parte, Giannoni evaluó que, entre las propuestas para mejorar la competitividad del sector, sería conveniente "reducir los tiempos de investigación". Explicó que "cuando se envía a investigar una droga se lo hace a un número de países, y si alguno tiene procesos y burocracia que demoran más tres meses, por ejemplo, se retrasa el estudio".
Luego, subrayó que "para ser competitivos hay que estar por debajo de los 100 días", y remarcó que en eso se está "tratando de trabajar con el Gobierno, para acelerar los tiempos de aprobación de los protocolos y que estemos al nivel de más competitivo del mundo".
Giannoni también se refirió a la iniciativa de aumentar la participación del sector público en ensayos clínicos, y señaló que actualmente "los centros públicos intervienen en una proporción menor, solamente entre 6% y el 8% de las investigaciones, cuando en España, por ejemplo, es al revés y representan el 95%".