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Mariel Fornoni, la directora de Management and Fit, prevé el surgimiento de "liderazgos de transición"

Fernando Heredia

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Analiza la caída de Javier Milei en las encuestas y percibe un escenario de “cambio con certidumbre”. El cabeza a cabeza entre Bullrich y Larreta, y las proyecciones hacia un eventual ballotage.

27 Julio de 2023 14.21

Todos desconfían de ellas, pero al mismo tiempo no pueden evitar consumirlas. En un escenario electoral de tanta incertidumbre, las encuestas vuelven a ser protagonistas de esta campaña presidencial caracterizada por la agresividad de las internas dentro de cada espacio político y por el surgimiento de un nuevo partido que ahora parece perder competitividad. 

En una entrevista con Forbes, la socia directora de Management and Fit, Mariel Fornoni, habla de sus últimas mediciones y de cómo se está reacomodando el mapa electoral. En las últimas elecciones, las respuestas de la gente no terminaron reflejándose en los resultados finales. 

¿Hay un cambio de metodología para poder adaptarse a estas transformaciones sociales? 

Sí, hemos tenido que adaptar metodologías. Tenemos encuestas presenciales domiciliarias, encuestas presenciales en la puerta de un shopping, un supermercado o en una estación de tren, donde encontrás distinto tipo de gente, y después tenemos encuestas online y telefónicas a celulares y a fijos. Tenés una serie de metodologías, pero no alcanza. También pasa que el insumo es lo que la gente dice que va a hacer, que no siempre es lo que termina haciendo. Hace dos semanas hicimos un focus group a nivel nacional y no podía creer el nivel de desconocimiento. Entiendo que hay un nivel de desconexión de la gente con la política, producto de que la política se desconectó con la gente; eso la gente lo sintió y ahora ya no quiere escuchar nada más. Pero dos grupos seguidos de 8 o 10 personas que no supieran quiénes eran los candidatos a presidente o que no conocen el nombre de un gobernador, no saben quiénes son los ministros, no podían distinguir si eran peronistas o radicales, ni del PRO o del Frente de Todos. Con ese nivel de desconexión, es muy difícil que las encuestas den bien. El tema es que ni siquiera los candidatos saben en qué espacio están. Muchos parecen más competidores de distintos espacios que competidores dentro del mismo. Hay mucho mareo con esto y la dirigencia política tampoco ayuda a dar certidumbre. 

¿Cómo está dando esa interna tan competitiva que mencionabas? 

Durante mucho tiempo tuvimos a Horacio Rodríguez Larreta en primer lugar. Después, la diferencia se fue achicando y la sensación que tengo es de que hoy se debe haber achicado muchísimo más porque Patricia Bullrich empezó a recibir votos que antes iban a Javier Milei. Va a ser una interna muy competitiva y probablemente va a depender de cuánto sea la caída real de Milei.

¿Cuántos puntos perdió La Libertad Avanza y en qué proporción se está distribuyendo ese voto? 

Lo teníamos en 21 puntos a Milei y ahora está en 15. De esos 6 puntos que perdió, 3 fueron a la interna del Frente de Todos y 3 a Juntos por el Cambio, seguramente el 80% a Bullrich. 

Es normal que, conforme se vaya acercando el momento de la elección, la gente se ponga más conservadora. Ese es el paradigma tradicional de lo que pasa en las elecciones.

¿Estamos pasando entonces de un escenario de tercios a un escenario más polarizado? 

Lo veo más polarizado, y va a seguir así en la medida en que Milei no recupere. Y entrando en una zona donde le va a ser difícil recuperar, porque es donde empiezan la mayor parte de los conflictos, y además tenés que mostrar la logística, la estructura. Quizás en algún momento el territorio pesó más, pero hubo provincias donde se habían anotado 10.000 fiscales para Milei y terminaban yendo tres o cuatro. Entonces tampoco tiene militantes dispuestos a militar, la logística de la elección. Estábamos muy asombrados cuando veíamos los números, porque en las encuestas de los últimos meses, si medías la intención de voto en los segmentos de 18 a 30 años, Milei tenía el 47%. Ahí había algunas cuestiones que tenían que ver con que, por un lado, era el único candidato que estaba definido. Por otro, es normal que, conforme se vaya acercando el momento de la elección, la gente se ponga más conservadora. Ese es el paradigma tradicional de lo que pasa en las elecciones. Si la cosa está más o menos estable, por ahí se anima a algo más disruptivo. Y la cosa está muy grave y no arriesgás todo. Todo eso sumado a que ahora tenés candidatos, más la baja performance de Milei en las provincias, hace que haya un segmento de votantes de Milei que se está yendo. 

¿Cómo están los dos espacios principales? 

Sergio Massa es uno de los dirigentes más resilientes de la Argentina. Lo ves tirado en el fondo del ring y resurge, porque ya le pasó más de una vez. El desafío que tiene por delante es despegarse de este Gobierno (del cual es ministro de Economía), que tiene apenas un 18% de aprobación. Cuando Cristina Fernández perdió las elecciones en 2015, tenía 39% de aprobación. Cuando Mauricio Macri perdió la elección en 2019, tenía 27% de aprobación. Si lo miramos así, el Gobierno tendría que estar sacando 20% de los votos y lo que vemos es que están alrededor del 30% de los votos, muchísimo más. Es muy probable que Massa sea el candidato más votado individualmente; ni Bullrich ni Larreta van a sacar 30 puntos. Entre los dos están en unos 42 puntos, pero no sé si van a retenerlos después de las PASO. Si Bullrich gana esa interna, beneficia a Massa. 

 Es muy probable que Massa sea el candidato más votado individualmente; ni Bullrich ni Larreta van a sacar 30 puntos.

En un ballotage con Larreta, ¿Massa no podría recibir más votos de Milei? 

Hasta ahora, un tercio de los votos de Larreta no se mantenían en esa interna y un tercio de los votos de Bullrich tampoco se mantenían en la interna de Juntos por el Cambio. O sea, los dos perderían muchos votos. Y hay muchos votantes de Milei que no votarían a Bullrich porque la ven facha. Es difícil de explicar, porque no tiene una lógica ideológica. Bullrich tiene mayor nivel de resistencia. Entonces, los votantes de Juntos por el Cambio, si la opción fuera Larreta, no irían a votar a Massa en un ballotage.

El escenario provincial, por ejemplo, el caso de San Juan, ¿puede servir como un termómetro de lo que va a ser la disputa nacional o es más un fenómeno local? 

Tiene mucho que ver con realidades locales. En San Juan específicamente, lo que pasó con Uñac, que terminó poniendo a su hermano: a la gente no le gusta sentirse manipulada y en general castiga ese tipo de cosas. Si Uñac hubiera sido el candidato y nada de esto hubiera pasado, no sé si realmente hubiera habido el cambio que después se dio. Si tomás el ejemplo de Córdoba, si lo nacional no se hubiera metido, el gobernador de Córdoba hubiera resultado electo con una victoria más importante. Todos tratan de provincializar además, porque lo nacional es tan incierto que no sabés para qué lado te vas a jugar. Entonces, ¿hay voluntad de cambio? Sí, evidentemente sí. A ver, hoy hay más provincias gobernadas por Juntos por el Cambio de las que tenía Macri cuando ganó. 

¿Cómo está la pelea en la Provincia de Buenos Aires? 

En nuestra última encuesta, estaba liderando Axel por encima de los cinco puntos, con una aprobación del 30%, lo que no es demasiado. Juntos por el Cambio va a hacer una buena elección, Santilli está bien posicionado y tiene la oportunidad de dar un batacazo. 

Y en CABA, ¿cómo está la interna del oficialismo? 

Los candidatos de Juntos por el Cambio están sumando alrededor del 48%. Ramiro Marra, el candidato de Milei, llegó a tener 17 puntos, pero ahora está en 10 y hay que ver si sigue cayendo. Santoro es un buen candidato de Unión por la Patria, donde por lo general están en 22 o 23 puntos. Jorge Macri tiene la fuerza del apellido y la gestión en Vicente López, pero hay mucha gente disconforme con que hayan traído un candidato que era de la provincia de Buenos Aires. Martín Lousteau está mucho más relacionado con la Ciudad. Tal vez el punto débil o lo que más le critican es la falta de gestión. La última encuesta que teníamos nos dio cuatro puntos por encima a Jorge Macri. 

En este clima de descontento, ¿cuál creés que va a ser el driver principal que va a guiar el voto de la gente? 

Va a haber un cambio hacia una situación de certidumbre. Por eso bajaron las posibilidades de Milei. Es un momento de fin de época donde se terminan dos grandes liderazgos de mucho tiempo, como el de Cristina y el de Macri, y van a surgir líderes de transición, en un contexto donde la gente está totalmente desconectada de la política. Es un combo que hace difícil saber cómo se va a comportar la gente. Hay un 43% que te dice que todavía no tiene definido ni el candidato ni el espacio.

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