Las primeras palabras del libro son una bofetada en la cara. Cuando en el último momento, ese día tan terrible, que es el 14, te dicen que te tenés que ir y dejás a tus compañeros tirados ahí, muertos... Y vos te vas corriendo, desesperado, hacia el aeropuerto y mirás para atrás... y ves humo, fuego, tremendo.
Habla Julio Aro, veterano de guerra argentino. Oye y se emociona el periodista Daniel Santa Cruz, que transformará ese relato en el puntapié inicial de su nuevo libro Malvinas. Identidad de Héroes.
Y corrés y corrés y corrés y estás siempre en el mismo lugar, como si nunca pudieras avanzar. Es inexplicable… Las sensaciones que se viven -continúa Aro-. Por eso, ahora, cuando llegue al cementerio de Darwin, es para decirles a mis compañeros: 'Flaco, acá estoy, no me olvidé de ustedes'".
El libro, editado por Penguin Random House, retrata los pormenores delPlan Proyecto Humanitario Malvinas, el proyecto que identificó los restos de 119 soldados argentinos muertos en la Guerra y sepultados en Darwin desde 1982. En esa iniciativa colaboraron tanto el Gobierno argentino, como Reino Unido, y la Cruz Roja Internacional.
En diálogo con Forbes Argentina, Santa Cruz asegura que durante sus viajes a las Islas Malvinas lo que más lo impactó fue el Cementerio de Darwin, el respeto que tienen los isleños por esos muertos que son nuestros, y la soledad en la que descansan.
-¿Por qué decidiste escribir este libro?
-En marzo de 2018 realizamos el documental Héroes con Nombre para el Canal LN+, era parte de la cobertura cubriendo para La Nación sobre todo lo referido al Plan Programa Humanitario Malvinas. Estaba grabando en Londres y mi hija Lucía, que me acompañó ene se viaje, me dijo que todo lo que estaba viendo merecía ser contado en un libro. Le prometí que lo iba a hacer. Para ese entonces llevaba decenas de notas publicadas donde contaba la historia detrás de cada soldado identificado, sus vidas, sus afectos, cómo habían caído en combate. Así entable una amistad con Julio Aro, el veterano de guerra argentino que junto al Coronel inglés Geoffrey Cardozo inició este proyecto humanitario. Con ellos viajamos dos veces a Malvinas, a Londres, Ginebra, y al interior del país a recorrer hogares y a hablar con las madres de estos chicos muertos. Terminamos el recorrido en el Cementerio de Darwin, cubriendo el primer viaje de familiares a las islas ya con las tumbas debidamente identificadas. El Plan Proyecto Humanitario Malvinas es una reparación histórica e inigualable en términos de derechos humanos. Por los familiares, por la memoria de los caídos, por el compromiso de Julio y Geoffrey, esta historia merecía ser contada. Así nació Malvinas: Identidad de héroes.
-¿Qué fue lo que más te impactó en tus viajes a las Islas Malvinas?
-Me impacta lo cerca que estamos geográficamente pero lo lejos que estamos de su identidad, que fue construida por los isleños desde hace casi dos siglos. Y, por supuesto, los escenarios de guerra. Te mata ver que ahí sucedió gran parte de nuestra reciente historia más doliente. Pero lo que más me impactó fue el Cementerio de Darwin, el respeto que tienen los isleños por esos muertos que son nuestros, y la soledad en la que descansan. Es angustiante pero de algún modo tranquilizador que esos cuerpos hayan recuperado su identidad.
-¿Cómo reaccionó la población local a la identificación de los caídos? ¿Y cómo lo vivieron los familiares argentinos?
-Los isleños colaboraron en todo, fueron muy serviciales con el proyecto y muy respetuosos con los familiares. Respetan a los muertos argentinos sepultados en Darwin, lo que no quita que no cedan en su convicción de defender su soberanía. La guerra los atravesó mucho y aún está presente en su memoria colectiva. El tema de los familiares argentinos es muy fuerte, muchos de ellos pedían identificar a esos chicos antes de morir, eran sus hijos, pasaron casi cuatro décadas, merecían cerrar ese duelo. En viajes anteriores vi a familiares elegir una tumba al azar para rezar o dejar una flor. Ahora sabían dónde fehacientemente descansaban sus hijos y hermanos, los vi llorar como si fuese el primer día pero también volver al continente satisfechos de que un reclamo humanitario, una reparación de esa índole, estaba satisfecha. Presenciar eso fue uno de los momentos más fuertes que me tocó vivir.
-¿Cuál crees que debiera ser la política de Argentina en la Causa Malvinas?
-Creo que deberíamos acercarnos a los isleños. No tratarlos como okupas. Tratarlos como sujetos de derecho. Esto es polémico porque sería como reconocer sus derechos sobre los nuestros de soberanía, pero hasta ahora ignorándolos solo logramos alejarnos más de Malvinas. Ni siquiera tenemos vuelos directos, no podemos integrarnos como estábamos antes de 1982 donde existía una especia de colaboración mutua por necesidad compartida. Seguramente no tendremos resultados inmediatos pero con la estrategia de marginarlos del diálogo nos alejamos cada día más. El PPH Malvinas es un buen ejemplo de que podemos adoptar ese camino. En este proceso funcionó muy bien dialogar con ellos.