Un informe publicado recientemente por un grupo de epidemiólogos británicos en la revista Nature Medicine concluye que los niños tienen la mitad de probabilidades de contagiarse SARS-CoV-2 que los adultos. Esta conclusión se basa ante todo en los datos disponibles al público de Wuhan, China y cinco países: Canadá, Italia, Japón, Singapur y Corea del Sur.
Los epidemiólogos estiman específicamente que los menores de 20 años tienen la mitad de probabilidades de contagio que los mayores; cerca del 20 por ciento de los casos en niños de 10 a 20 años son sintomáticos, frente a cerca de 70 por ciento para los mayores de 70.
Estas conclusiones se basan exclusivamente en el análisis de datos. El trabajo no describe la observación directa de la transmisión entre adultos, de adultos a niños y entre niños. Los métodos de análisis son sólidos, pero las conclusiones pueden verse afectadas por factores ajenos a las diferencias etarias en la susceptibilidad a la infección. Por ejemplo, en la detección de casos en niños puede influir lo que ya se sabe sobre la ausencia de síntomas en niños (que también se documenta en el estudio), y en consecuencia, puede que el recuento de casos infantiles sea incompleto.
Otro estudio reciente aporta más detalles sobre la cuestión de si la incidencia de casos de SARS-CoV-2 es más baja en los niños que en los adultos y por qué. El estudio trata de confirmar la hipótesis de que esto se debe a la menor densidad de receptores ACE2 en el epitelio nasal de los niños que en los adultos. La densidad relativa que se informa de estos receptores es de:
- Menores de 10 años: 2,4
- De 10 a 17 años: 2,7
- De 18 a 24 años: 3,02
Según este estudio, la diferencia importante se registraría entre los menores de 17 y los de 18 a 60 años. Los autores especulan con que esta diferencia explique la diferencia visible en el número de casos en niños y adultos.
Hay que poner varios reparos:
¿Qué tan seguros estamos de que hay una diferencia inherente en la tasa de contagio entre niños y adultos? Hay muchos factores que afectan el contagio en los adultos pero no en los niños y generan confusión en estos estudios.
Los autores admiten que un punto débil del estudio es no haber incluido a ningún mayor de 60. Esa franja etaria es la más afectada por la Covid-19.
La densidad de receptores ACE2 puede no ser uniforme a lo largo de la mucosa nasal. Quizás haya menos diferencias en regiones de las que probablemente no se tomaron muestras.
El SARS-CoV-2 puede contagiarse por la mucosa nasal por varios métodos, no solo adhiriéndose al receptor ACE2. También puede hacerlo por transcitosis de células M o adhiriéndose al exterior de macrófagos y células dendríticas en migración. Otros virus respiratorios se contagian usando esos dos otros métodos.
No creo que los estudios demuestren que los niños son menos susceptibles a los coronavirus NL63, que causan el resfrío y también se contagian mediante el receptor ACE2.
No se menciona la transmisión de SARS-CoV-2 por material oral y fecal, otra variable de confusión.
Se necesita mucha más investigación para validar las dos hipótesis: que los niños son menos susceptibles al contagio y que esto se debe a la diferencia en la densidad de receptores nasales ACE2.
Lo que está claro es que la diferencia de susceptibilidad al contagio según la prevalencia de la enfermedad y edad tendrá profundas implicaciones para las políticas sanitarias, ya afecta el funcionamiento de las escuelas y otras medidas de salud pública.
Autor: William A. Haseltine