Las exportaciones argentinas de carne vacuna en los primeros siete meses del año crecieron 15,5% interanual y habrían alcanzado una participación de 26,5% en el total producido, el porcentaje más alto de los últimos 25 años, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra).
En julio, la industria frigorífica vacuna faenó 1,23 millones de cabezas, el nivel más elevado en lo que va de 2020, pero casi 3% inferior en la comparación interanual; así, la producción de carne vacuna ascendió a 278 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h); 2,7% inferior a igual mes de 2019.
En enero-julio de 2020 se faenó un total de 7,978 millones de cabezas de hacienda vacuna, 3,1% más que en relación a igual período de 2019; y la producción alcanzó 1,792 millones de tn r/c/h de carne vacuna, 3,1% más que en igual período de 2019.
Del total producido, se exportaron 475,7 mil tn r/c/h, lo que implica un crecimiento de 15,5% anual; así, las exportaciones habrían alcanzado una participación de 26,5% en el total producido, alcanzando el porcentaje más alto de los últimos 25 años.
Las exportaciones argentinas de carne en el primer semestre fueron mayores a las del año pasado, pero con precios inferiores, lo que coloca al sector en un nivel de producción adecuado, pero con márgenes escasos, casi en el límite de la producción rentable, según Ciccra.
Por otra parte, consigna el informe, "la caída de los precios en el mercado internacional, fundamentalmente en el mercado chino, generan una enorme incertidumbre por la capacidad de la industria exportadora de continuar pagando los actuales precios".
¿Y el consumo interno?
En tanto, agregó la entidad, "los industriales dedicados al consumo interno tienen grandes dificultades para mantener los volúmenes comercializados, lo que genera que los márgenes también se encuentren al límite de una operatoria rentable".
Al mercado interno se habrían enviado 1,317 millones de tn r/c/h en los primeros siete meses del año, lo que arrojaría una caída equivalente -0,7% anual en relación a enero-julio de 2019; del total producido, el mercado interno representó 73,5%.
Por su parte, el consumo (aparente) de carne vacuna por habitante se ubicó en 50,4 kilos por año en el séptimo mes de 2020 (considerando el promedio móvil de los últimos doce meses); y, en relación a julio de 2019 se observó una contracción de 3,8% (2 kg/hab/año).
"La caída del consumo interno, que ya genera problemas de cobro, comienza a generar alarma en la cadena comercial, frente a la posibilidad de que la misma se corte trasladándose al productor", advierte.
La buena noticia, destacó Ciccra, es que "continuó retrayéndose la importancia de las hembras en la faena total, que llegó a uno de los niveles más bajos de los últimos dos años".
La participación de las hembras en la faena total fue de 45,9% y resultó 2,9 puntos porcentuales inferior a la de julio del año pasado, apenas por encima del límite superior del intervalo consistente con el sostenimiento del stock de hacienda vacuna.
Con información de Télam.