Monica Mercuri Colaboradora
Tras la muerte del Papa Francisco, la Iglesia católica puso en marcha uno de los procesos más reservados y solemnes del mundo: la elección de su sucesor. Este ritual centenario termina cuando una columna de humo blanco sale por la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que ya hay un nuevo líder para la Iglesia.
El Vaticano confirmó el fallecimiento de Francisco el lunes 21 de abril, a los 88 años. Según informó Politico, el funeral del pontífice se haría en la Plaza San Pedro, entre cuatro y seis días después de su muerte. La ceremonia estará a cargo del cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, que tiene 91 años.
Mientras la Iglesia se prepara para rendirle homenaje a Francisco con el funeral y el entierro, las autoridades ya se mueven en silencio para dar comienzo al Cónclave. Ese término, que viene del latín y significa "con llave", define una reunión estrictamente confidencial entre los cardenales que tienen derecho a votar.
Solo pueden participar quienes tienen menos de 80 años, y deben permanecer completamente aislados del mundo exterior hasta que logren una mayoría de dos tercios.
El proceso volvió a quedar en el centro de la escena gracias a Cónclave, el thriller que ganó el Óscar en 2024 y que se basa en la novela superventas de Robert Harris. La película tiene como protagonista a Ralph Fiennes, en el rol del Cardenal Lawrence, decano del Colegio Cardenalicio, quien dirige el proceso de elección papal mientras crecen las tensiones y salen a la luz los secretos entre los altos cargos de la Iglesia.
Mientras escribía el libro, Harris consultó al fallecido cardenal inglés Cormac Murphy-O'Connor, quien participó en los cónclaves de 2005 y 2013. Por su parte, el guionista Peter Straughan y el equipo de realización tuvieron acceso a una visita privada al Vaticano.
"Nos dieron un tour privado del Vaticano y fueron muy amables, de hecho, muy serviciales", declaró a USA Today el guionista de Cónclave, Peter Straughan. "Fue un gran proyecto de investigación, en realidad. Es un mundo fascinante y teatral, así que uno quiere captar bien los detalles. Es algo muy suntuoso", señaló.
Tras la muerte del papa Francisco, muchos se preguntan qué tan fiel es Cónclave a la realidad. Acá te contamos lo que tenés que saber.
¿Qué retrata bien Cónclave?
En varios aspectos, la película acierta sobre cómo es el proceso secreto de selección. Refleja con precisión la vestimenta de los cardenales, sus habitaciones y hasta la compleja dinámica política que se da a puertas cerradas.
El reverendo Thomas Reese, columnista de Religion News Service y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de California, Berkeley, le dijo a NPR que la película se ajusta bastante a los hechos reales. "El proceso de votación se realizó de forma impecable", aseguró Reese, y destacó que las urnas que aparecen en la película son réplicas exactas de las que se usan para quemar las papeletas.
La película también muestra detalles que suceden en la vida real: la llegada de los cardenales con su equipaje, algunos fumando antes de que empiece la votación, y la recreación precisa de la Domus Sanctae Marthae, la casa de huéspedes del Vaticano donde se alojan durante el cónclave. Ahí comparten las comidas en una cafetería atendida por monjas.
Durante ese proceso, los cardenales permanecen totalmente incomunicados del exterior. "No se supone que entre ni salga información del exterior que pueda influir en las elecciones de ninguna manera", agregó Straughan.
Uno de los momentos más impactantes que recrea la película es el ritual que se repite al final de cada sesión de votación: las papeletas se cosen con aguja e hilo, y luego se queman con una mezcla química especial. Ese humo, negro si no se llegó a una decisión, o blanco si ya se eligió al nuevo papa, es la señal que esperan miles de fieles en la Plaza San Pedro.
La película también muestra el sellado de la habitación del papa fallecido, la destrucción de su anillo, los juramentos que hacen los cardenales antes de votar y la revisión de la Capilla Sixtina para detectar posibles dispositivos de escucha. Todas esas escenas, según informó CNN, reflejan lo que sucede en la realidad.
Además, Cónclave se mete en las tensiones políticas del proceso, y muestra cómo los altos funcionarios de la Iglesia conviven entre su deber espiritual y sus propias ambiciones de poder. Reese señaló que ese tipo de cabildeo en los pasillos sí ocurre durante el cónclave.
"La Iglesia, solemos decir, es una institución divina gobernada por hombres, y no todos son ángeles ni santos", dijo Reese. "Incluso cuando hay personas de buena voluntad que trabajan por el bien de la Iglesia, por su bienestar, habrá desacuerdos... es humano y normal", indicó.
Ahora, el verdadero cónclave tendrá que definir si elige a un papa que mantenga el estilo más abierto y progresista que impulsó Francisco, o si responde a los sectores más conservadores que presionan por un giro en otra dirección.
¿En qué se equivoca el Cónclave ?
Si bien la película acierta en muchos aspectos, también se toma algunas licencias creativas. Por ejemplo, la disposición de las mesas en la Capilla Sixtina y la forma en que los cardenales se dirigen entre ellos no coinciden del todo con la realidad, según informó CNN.
En el cónclave, pueden realizarse hasta cuatro votaciones por día, sobre todo durante las primeras rondas, cuando se intenta detectar qué candidatos tienen chances de alcanzar la mayoría. Aunque Cónclave muestra ese proceso como algo caótico y con discusiones elevadas, en la vida real es mucho más solemne y está atravesado por rituales. "Cada vez que un cardenal vota, debe acercarse a la urna donde se depositará su voto escrito y recitar un juramento (en latín)", explicó Straughan.
Otra diferencia importante tiene que ver con el personaje del cardenal Vincent Benítez, interpretado por Carlos Diehz. En la película, lo presentan como un cardenal in pectore, es decir, un nombramiento secreto hecho por el papa. Pero Reese aclaró que esos cardenales no pueden votar en un cónclave si su designación no fue anunciada públicamente antes de la muerte del papa, algo que no sucede en la historia.
Tal vez la mayor distancia con la realidad sea que Cónclave no se filmó en el Vaticano. "Nunca se puede filmar en el Vaticano", reveló Straughan. "Tuvimos que buscar alternativas", remarcó.
Algunas escenas se grabaron en Roma, pero el interior de la Capilla Sixtina se construyó en un estudio, y el icónico techo pintado por Miguel Ángel se recreó con CGI.
Nota publicada por Forbes US