Mientras el frenesí por su gira Eras Tour se extiende por todo el mundo, los legisladores de Brasil reaccionaron a los casos de violencia entre los revendedores de entradas de Taylor Swift en São Paulo y Río de Janeiro, proponiendo una ley que aumentaría las multas por esta práctica, con la posibilidad incluso de penas de cárcel más duras.
Los fans de Swift acamparon durante días en el frío y denunciaron amenazas de violencia por parte de los revendedores, al menos 10 de los cuales fueron detenidos por agentes de protección al consumidor por intentar revender entradas originalmente valoradas en unos 6.000 BRL (1.250 USD) a precios significativamente más altos.
La nueva ley fue presentada por Simone Marquetto, miembro de la Cámara de Diputados brasileña en representación de São Paulo, y propone aumentar la pena máxima de cárcel por reventa de un año a cuatro, y establecer multas de hasta 100 veces el precio que los revendedores pedían por la entrada.
Swift anunció a principios de este mes que llevaría su popular gira Eras Tour a Brasil para pasar tres noches en São Paulo y dos en Río de Janeiro.
La demanda sin precedentes de entradas para Swift, que se vendían sustancialmente más baratas en México y Sudamérica que en EE.UU., ha llamado a la acción a legisladores de todo el mundo. El fiasco de las entradas en EE.UU. -en el que se produjo la caída del sitio web de Ticketmaster durante una preventa y la cancelación de la venta general- condujo a una audiencia del subcomité judicial del Senado en la que el presidente de Live Nation, Joe Berch, culpó a los "revendedores industriales" y a un "ciberataque" del colapso de Swift.
Swift anunció el martes otra etapa de su gira Eras Tour, con 38 paradas en 15 países. Las entradas para el tramo de 2024 aún no han salido a la venta, pero las subidas masivas de precios en el mercado secundario no son posibles en muchos de los países que visita Swift debido a la normativa sobre venta de entradas.
Los precios de la Argentina, un atractivo internacional
153 dólares. Este un precio de entrada que los fans estadounidenses hubieran matado por ver y que puede atraer a los fans internacionales a Argentina, ya que el país se enfrenta a una inflación del 100%, publicó Fortune. Algunas entradas de reventa para la gira Eras Tour en Estados Unidos se cotizaron hasta por 92.000 dólares en StubHub.
Taylor Swift añade docenas de conciertos en el extranjero: por eso las entradas podrían ser mucho más baratas que en EE.UU.
Cuando salieron a la venta por primera vez, las entradas de Swift para EE.UU. tenían un precio que oscilaba entre los 49 y los 499 dólares (más tasas), pero muchas de esas entradas fueron finalmente compradas y revendidas, lo que llevó a los fans a pagar precios mucho más elevados.
En Polonia, Italia, Irlanda y Francia -donde Swift tiene siete espectáculos en total- está prohibida la reventa de entradas con ánimo de lucro, lo que reduce en gran medida las posibilidades de que se produzcan precios desmesurados, y Japón -donde Swift tiene cuatro paradas- aprobó en 2019, en preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, una ley contra la reventa de entradas que prohíbe revender entradas a precios superiores a su valor de venta al público con fines comerciales.
A finales del año pasado, la Unión Europea aprobó la Ley de Servicios Digitales, que exige a los revendedores de entradas que presenten pruebas de identificación e información de contacto, y obliga a los vendedores de terceros en los sitios de reventa a revelar su identidad, en un intento de reducir las prácticas manipuladoras en la reventa de entradas.
En el Reino Unido, las entradas de reventa vendidas en el sitio Eventim, uno de los competidores de Ticketmaster, tienen un límite de valor nominal más gastos de reserva, y en los Países Bajos las entradas tienen un límite de un 20% de margen sobre el valor nominal, según declaró a NBC News Sam Shemtob, director gerente del grupo de defensa de la reventa de entradas Face-value European Alliance for Ticketing.
Además de las restricciones a la reventa, la práctica de los precios dinámicos -o el ajuste de los precios de las entradas en función de la demanda- es menos común en Europa que en EE.UU., aunque algunos artistas de renombre han dado conciertos en el Reino Unido con precios dinámicos.
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