En el informe de la funcionaria estadounidense se adelantó que ambos mandatarios "celebrarán los 200 años de relaciones bilaterales" al tiempo que "reiterarán la solidez de la asociación entre EEUU y Argentina" con una agenda que abordará cómo "continuar asociándose para abordar los desafíos globales".
En el temario a tratar por los dos jefes de Estado, amplió la vocera, aparecen "los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología", como también "la cooperación económica" y los "valores compartidos de inclusión, democracia y la protección de los derechos humanos".
La posibilidad del encuentro ya circulaba en el Gobierno argentino, que modificó por ese motivo la previsión del viaje presidencial a la cumbre de Santo Domingo para agregar una estadía en Nueva York y Washington, pero la oficialización desde el sitio oficial de la Casa Blanca sumó el detalle final que todos esperaban.
Luego de que los anfitriones ratificaran la bilateral, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, compartió la noticia desde su cuenta oficial de Twitter para resaltar que el miércoles 29 de marzo los dos jefes de Estado mantendrán "una reunión de trabajo en el Salón Oval de la Casa Blanca".
La agenda del cónclave en el Salón Oval es abierta, pero Biden tiene intenciones de tratar la ofensiva de China en América Latina y el desarrollo tecnológico en la región. Alberto Fernández, a su turno, planteará las situación del sistema financiero global y su influencia en los países pobres y de medianos ingresos, los costos mundiales de la guerra en Ucrania y la necesidad establecer un flujo de créditos e inversiones que permitan sobrellevar las consecuencias del cambio climático.
El encuentro con Biden quizá sea la última oportunidad para pedirle mas apoyo en un año donde la sequía complicó aún mas la incertidumbre que ya existía por el frente electoral. Los tiempos electorales se acortan y se cree que al administración demócrata tiene la intensión de ayudar a que el gobierno pueda llegar a las elecciones.
Desde hace tiempo que Alberto Fernández buscaba lograr reunirse con su par norteamericano. Durante el año pasado las negociaciones encaradas desde el gobierno tenían confianza en lograrlo para finales de julio del 2022 pero por entonces el mandatario norteamericano había dado positivo en un test de coronavirus.
Con posterioridad, la agenda electoral de los Estados Unidos durante el año pasado fue dilatando la realización de la bilateral.
"Siempre trabajamos para realizar el encuentro entre ambos presidentes", había señalado, antes de la confirmación, una fuente diplomática argentina.
La relación entre el mandatario argentino y su par norteamericano tiene varios capítulos: Fernández había mostrado su preferencia por el dirigente demócrata en las elecciones en las que triunfó por sobre Donald Trump.
Luego de la asunción de Biden en enero de 2021, ambos dirigentes dialogaron en varias ocasiones y compartieron participaciones en diversos foros internacionales, entre ellos en el G20 de Roma y en el G7 de Munich, lugar al que Fernández fue especialmente invitado como representante por América Latina.
Sin embargo, la mayor interacción entre ambos se dio durante la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles, donde Fernández ostentó la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En aquel foro, en el que el representaba a todos los países de América latina y el Caribe, el discurso del presidente argentino fue especialmente crítico respecto de la decisión de EEUU de no invitar a la cumbre hemisférica a las representaciones de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Además, Fernández criticó el rol de la OEA encabezada por el uruguayo Luis Almagro en la preparación del golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia y dedicó un párrafo especial a la intervención del gobierno de Donald Trump ante el FMI en 2018, a la que calificó de "decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible" dirigido a la Argentina, por entonces gobernada por Mauricio Macri.