Para una audiencia de más de 600 empresarios, la disertación del presidente argentino Javier Milei era el plato fuerte del almuerzo que organizó este viernes la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), y que tuvo lugar en el hotel Radisson de Montevideo. La llegada del mandatario se hizo esperar una hora y media más de lo estipulado. Fue recibido de pie, con un fuerte aplauso y opera de fondo, tras la presentación que le realizó el periodista argentino Oscar González Oro.
Previo al almuerzo, Milei había sido muy crítico durante su discurso en la cumbre de presidentes del Mercosur sobre el funcionamiento y estancamiento del bloque en materia de apertura comercial. Allí el jefe de Estado dijo que se terminó convirtiendo en una "prisión". "Las instituciones no hay que evaluarlas por intenciones sino por sus resultados", lanzó.
En ese sentido, Milei dijo que el Arancel Externo Común (AEC) terminó no solo encareció la importación de bienes sino que también hizo "más caras" las industrias regionales. "Este bloque no puede seguir siendo un cepo que limite a nuestros países", cuestionó. Puso como ejemplo la demora de 20 años que llevó cerrar la negociación técnica con la Unión Europea por un TLC, que "aún dista de ser una realidad".
"Una charla distinta"
Al inicio de su disertación en ADM, fue el propio Milei el qué rápidamente aplacó las expectativas sobre el contenido que tendría su exposición, con "una charla distinta, a la que no están acostumbrados", lanzó. Lejos de la vehemencia que lo caracterizada, el tono del presidente no tuvo prácticamente sobresaltos.
Agregó que la única reflexión que iba a realizar sobre su doctrina libertaria sería que el "crecimiento económico depende de las instituciones porque lo que están plasmando son las bases morales de una sociedad". Añadió que cuando se "abraza a las ideas de la libertad, se prosperara", y que aquellos que promueven el liberalismo son "exitosos benefactores sociales".
El presidente argentino comentó que siempre en sus charlas hace referencia a los "valores de Occidente", cuya "base" ha promovido Israel a lo largo de su historia. "Por algo el marxismo cultural y la izquierda se asocian con el terrorismo, porque es la forma de destruir los valores de Occidente", afirmó.
Luego fue el turno para hablar sobre su fascinación y sus inicios como escucha de ópera. Recordó que tuvo una participación como columnista semanal en un programa radial de González Oro sobre ópera para repasar los "valores que transmitía" y rememoró cómo en un cumpleaños casual escuchó Nabucco del italiano Giuseppe Verdi.
"En el fondo es una opera de protesta, narra la ocupación de Israel a manos de Babilonia" y traza cierto "paralelismo con la ocupación de Italia con los austrohúngaros", relató. Milei dijo que la historia de Verdi tiene su paralelismo con el pueblo que más ha perseguido la libertad: "No hay grande que no haya querido destruir a Israel", aseguró.
Luego fue el turno de para hablar de la historia de Moisés y de su papel para liberar a los israelitas de Egipto hacia la libertad de la Tierra Prometida, y de su solitario enfrentamiento junto a Aarón (su hermano) con al faraón.
Finalmente, Milei cerró su discurso con algunas de sus reflexiones más clásicas sobre el papel del Estado y la importancia de luchar por la libertad. "Cada vez que el Estado dice que les va a regalar algo, les está quitando libertad. Por eso yo soy anarcocapitalista, porque el Estado no te da nada gratis, es a cambio de impuestos", rechazó.
En ese contexto, volvió a machacar sobre la importancia de "abrazar los valores" de Occidente, que es el capitalismo de libre empresa, "porque vamos a prosperar y tener un futuro maravilloso". Admitió que una parte de la sociedad no quiere recorrer ese camino porque "tiene miedo" y que por eso la libertad implica "un acto de coraje. Ese camino no es llano porque van a ser criticados y traicionados". Añadió que "lo más importante" es seguir avanzando "a pesar de los golpes que te tiran. Es mucho mejor llorar porque lo intentaron y fracasaron, que arrepentirse de que no lo intentaron.
"Si sale bien vamos a dejar un mundo muchísimo mejor", reflexionó Milei. Con una ópera de fondo y un: "Y viva la libertad, ¡carajo!", el presidente argentino cerró su "charla distinta" en ADM.