El jueves, el Gobierno autorizó a las fintech a canalizar el Ingreso Familiar de Emergencia a través de billeteras digitales. Fue el primer paso en el reseteo de una relación que había comenzado con algunas complicaciones. Qué pueden aportar las fintech en la era de la pandemia y por qué tiene que agrandarse el mercado.
La Cámara Fintech representa a 180 empresas de todo tipo de tamaño (desde MercadoPago hasta startups con meses de vida) que en total emplean a 10.000 personas y en poco más de 2 años ya abrieron 6 millones y medio de cuentas virtuales únicas (CVU). Hace menos de un mes, la cámara emitió un duro comunicado contra la derogación de una resolución del ministerio de Trabajo que prohibía el pago de sueldos a través de estas cuentas. El último jueves, el clima era otro. La Anses comenzó a homologar a las billeteras para canalizar el apoyo financiero de emergencia durante la pandemia y se informó al mismo tiempo el avance en las negociaciones para instrumentar financiamiento o ayuda estatal a las pymes. El desborde bancario del viernes 3 de abril hizo aún más evidente esta necesidad. El efectivo presenta inconvenientes frente al avance del coronavirus. “Siempre tuvimos contacto con el gobierno pero en los últimos días entró todo en aceleración”, cuenta Ignacio Plaza, flamante presidente de la entidad (todavía no cumplió un mes en el cargo) y managing partner de Draper Cygnus. Aunque todavía no hay datos certeros sobre el crecimiento de nuevos usuarios y transacciones desde que comenzó la cuarentena, Plaza informa que el alza mayor se verifica en pago online de servicios y transacciones entre usuarios. La app Ualá, por ejemplo, vio un aumento del 177% en el pago de facturas a través de la aplicación respecto a la primera semana la cuarentena.
“Siempre las fintech van por la digitalización y el efectivo es un problema físico que tenés que resolver con logística. Y encima es un vector de transmisión de cualquier tipo de gérmenes, incluyendo este virus. Entonces, esta es una oportunidad para acelerar este proceso. Existe esa dicotomía de la pérdida de la libertad individual, de la privacidad de lo que hacés con tu dinero, pero si esta historia termina con que las billeteras digitales sirven para frenar la epidemia, el balance es positivo”, afirma Plaza.
¿Cómo podrían intervenir las fintech en el problema financiero que atraviesan las pymes?
El gobieron anunció 350.000 millones para pymes a una tasa del 24%. A partir de ahí, los bancos tienen que ser muy específicos para evaluar riesgo y para no violar otras regulaciones. Pero hay posibilidades, como por ejemplo la factura de crédito electrónica, donde le prestan a una compañía grande pero la plata va a las pymes. Hay muchas cosas para ir destrabando. Las fintech están preparadas para distribuir recursos del Estado digitalmente. Es todo muy cambiante en este momento.
¿Ves predisposición?
Eso seguro. Es complejo a veces de implementar. Es un trabajo en equipo que requiere mucha coordinación y a veces una idea genial podría fracasar por un detalle. Por los frutos te conocerán, y creo que la voluntad de todos es buenísima. Después habrá que ver la capacidad de ejecución técnica, que los equipos fluyan y que a los usuarios les sirvan las soluciones.Se veía cierta reticencia del nuevo gobierno con el sector, al menos comparado con el impulso que le había dado algún área del gobierno anterior. ¿Cómo analizás esó
Mi visión es más macro. Hay países que quizás están demasiado apalancados (y quizás con un nivel de deuda más alto la crisis les pegue más) y en Argentina, la historia financiera hizo que el desarrollo del crédito de los privados sea muy bajo. Contra los países desarrollados tenemos un 10% o menos, y contra el promedio de la región, es un tercio o un cuarto. Es decir que Argentina, solo para alcanzar a la región, tiene el potencial de crecer entre 3 y 10 veces. Pero para aprovechar eso, la industria tiene que cooperar. Porque si hay una guerra para bloquear al otro, no es constructivo.
¿Con “guerra” te referís a los roces con los bancos?
Pensá lo siguiente. Si sos un gerente financiero de una compañía grande, lo que está dentro de tu plan, hay que ejecutarlo. Lo que está fuera, no existe. Y entonces, si por ejemplo tu plan es mantener el market share de pagos y tenés a mano una herramienta de lobby para frenar la estrategia de tus competidores, seguramente la vas a usar. Yo creo que eso es lo que pasa. No creo que nadie tenga un plan macabro. La verdad es que no es normal que una compañía tenga una visión tan amplia como para perder market share a cambio de la modernización del sistema. Incluso es algo que se verifica en el sector tecnológico. Pero después está el Gobierno que tiene el poder para decir: “che, abramos esto”. Es cierto que hubo algunas señales tendientes a “desdigitalizar” cosas, pero tal vez la pandemia haga que no solo se vuelva a lo anterior sino que se acelere el cambio. Los cheques digitales, por ejemplo. Yo creo que eso va a pasar tarde o temprano. Los préstamos a pymes todavía dependen mucho de papeles físicos, firmas certificadas? hay un montón de procesos en los que las fintech pueden generar muchos cambios y hacerlos seguros, eficientes y personalizados.
¿Cómo está la relación con los bancos?
Habría que ver caso por caso. Tenés actitudes competitivas pero también tenés de colaboración, porque ven la oportunidad. No me gustaría hablar de los bancos como si fueran un bloque. Mi opinión sobre la regulación es que hay que mantener un sistema estable, pero después abrirte a la posibilidad de la innovación. Ver qué tiene éxito afuera y darle mayores opciones a los consumidores. Si ves el mercado, está tan chico que deberíamos intentar correr más riesgos para que las posibilidades para que crezca sean mayores. Se pueden crear sandboxes más desreguladas para cuidar la estabilidad del sistema. Hay mil opciones. Nadie hubiera esperado esto que está pasando, pero tendríamos que aprovechar esta crisis para generar nuevas oportunidades.
¿Cómo ves la tendencia general de las fintech en el mundó Algunas compañías estaban muy endeudadas, ¿creés que será un problema?
Yo soy optimista con el mundo hacia adelante. Suponete que el mundo estaba yendo a un nivel insostenible en términos ecológicos. La biología sintética está ahí para reemplazar procesos insostenibles. La pandemia es una especie de advertencia en ese sentido: tu sistema es muy frágil, tenés que tener en cuenta variables que no estabas contando. A lo mejor empieza a haber una visión más universal para enfrentar los problemas estructurales de cómo funciona el mundo. Creo que la tecnología sigue siendo el camino para solucionar estos problemas. En el caso de las fintech, tal vez una compañía tenía una idea genial pero agotó sus recursos durante esta crisis y los inversores que la podían sostener desaparecieron, queda en el camino. Pero esa tecnología después vuelve a nacer en otro proyecto.