A través de un comunicado, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), le pidió al gobierno argentino que reconsidere en forma urgente" el impuesto adicional del 35% aplicado a los tickets aéreos internacionales vendidos en el país a partir de las nuevas restricciones que estableció la semana pasada el Banco Central.
Afirmaron que este hecho podría afectar aún más al sector de los viajes y el turismo del país, que ya viene muy golpeado por la pandemia del Coronavirus.
IATA explicó en ese escrito que ya antes de la decisión del Banco Central, la carga impositiva de un pasaje aéreo en la Argentina era una de las más elevadas del mundo y que, con ese 35% adicional, nuestro país se ubicará en lo más alto del podio global en cuanto la carga tributaria soportada por un billete aéreo.
La Asociación dio el detalle en la carta de los impuestos que ya imponían a los boletos internacionales vendidos en el país, a los que ahora se le sumaría otro más: Impuesto PAIS: 30% de la tarifa aérea pagada en pesos argentinos; Impuesto DNT (Fondo Nacional de Turismo): 7% de la tarifa aérea* pagada; Tasa de aeropuerto para salidas internacionales: USD 51; ANAC (Impuesto de la Autoridad de Aviación Civil): USD 8; Impuesto de inmigración: USD 10; Nuevo impuesto gubernamental adicional: 35% de la tarifa aérea pagada.
La carta fue dirigida al titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, con copia a Miguel Angel Pesce, Presidente del Banco Central de la República Argentina; Mario Meoni, ministro de Transporte; Santiago Cafiero, Jefe de Gabinete; y Martín Guzmán, ministro de Economía.
La imposición del nuevo impuesto reducirá aún más el atractivo del país para las aerolíneas. IATA prevé que la demanda en el mercado argentino en 2020 disminuirá por lo menos un 67% con respecto a 2019. Como resultado, los ingresos de las aerolíneas generados por el mercado se reducirán en USD 3.260 millones, lo que pondrá en peligro 19.820 empleos directos y disminuirá la contribución de la aviación al PIB del país en USD 1.630 millones, expuso la asociación.
María José Taveira, Country Manager de IATA para Argentina, Paraguay y Uruguay; aseguró que esta decisión no podría haber llegado en un peor momento. Y explicó que debido a las medidas implementadas para enfrentar el Covid-19, la aviación en Argentina ha estado en tierra durante medio año. Aún no contamos con una fecha oficial para el reinicio de los vuelos domésticos e internacionales y nos imponen más impuestos gubernamentales.
Así no se puede reactivar la demanda, ni se permitirá a esta industria ser un catalizador de beneficios sociales y económicos que contribuya a mejorar la debilitada economía del país y su población una vez que se reanuden las operaciones tras la pandemia, siguió.