Después de que se conociera ayer una carta firmada por varios grupos tenedores de bonos argentinos exigiendo que las negociaciones continuasen, Martín Guzmán dejó en claro, una vez más, que la última oferta "es el punto máximo" al que el país puede llegar.
Si bien la diferencia entre ambas partes no es significativa, el ministro de Economía explicó que no es sólo una cuestión de números, sino que Argentina como país no puede hacer un esfuerzo más grande el que ya está realizando.
Así se expresó el ministro en pleno reportaje con Bloomberg TV, donde hizo hincapié en que es necesario un "comportamiento razonable" para llegar a un acuerdo y, para eso, Argentina no contempla comprometer "los objetivos sociales que queremos alcanzar" como país, afirmó el funcionario.
"El país perseguirá un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, independientemente del resultado de sus negociaciones con acreedores privados"
"Hemos hecho una oferta y, en el contexto de Covid-19, que tuvo consecuencias muy malas para la economía, la mejoramos significativamente. Sería poco realista seguir aumentando las promesas de lo que podemos pagarle a los acreedores", apuntó. Para Guzmán, detrás de la negociación de la deuda, "hay personas y familias", más allá de los "números en una hoja de cálculo".
Argentina -enfatizó el ministro- "está totalmente comprometida con la consolidación fiscal" y adelantó que el país perseguirá "un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, independientemente del resultado de sus negociaciones con acreedores privados".
El Jefe del Palacio de Hacienda precisó que la comunicación con el Fondo comenzará una finalizada la renegociación con los acreedores privados y completó: "A raíz del Covid-19, nos llevará más tiempo llegar al equilibrio fiscal, pero es nuestro objetivo".