El candidato a presidente de los demócratas, Joe Biden, anunció que eliminaría los aranceles impuestos por Donald Trump a las importaciones de China, que en la práctica son impuestos a los consumidores y empresas de EE.UU. La declaración del exvicepresidente va contra la idea de sentido común de que el proteccionismo es una postura política ventajosa. Una encuesta realizada por Gallup en febrero de 2020 detectó que los estadounidenses apoyan más el comercio internacional: el 79% lo entiende como “una oportunidad de crecimiento económico” y solo el 18% lo ve como una “amenaza”.
Biden declaró su postura durante una entrevista con Lulu Garcia-Navarro, conductora de Weekend Edition Sunday y de Up First, el podcast matutino de noticias de la NPR, la radio pública de EE.UU.
“Hay quienes dicen que la postura de Trump sirve para contrarrestar la influencia de China”, afirmó Garcia-Navarro. “¿Mantendría los aranceles?”.
“No. Oiga, ¿quién dijo que la idea de Trump es buena?”, respondió Biden. “La fabricación entró en recesión. La agricultura perdió miles de millones de dólares que tuvieron que poner los contribuyentes”.
Biden presentó un enfoque multilateral para lidiar con las prácticas comerciales de China y criticó la táctica unilateral del Gobierno de Trump.
“Estamos encarando mal a China”, declaró. “China está robando propiedad intelectual y pone como condición para hacer negocios ahí que un 51% de las empresas estén en manos de chinos. Eso se tiene que terminar. Cuando era vicepresidente pasé mucho tiempo con el presidente Xi porque él quería que lo conociera. No es para nada democrático”.
Garcia-Navarro le preguntó: “Si elimina esos aranceles, ¿qué quiere a cambio? ¿O los levantará sin exigir concesiones?”.
“No, no, el tema es este”, afirmó Biden, que cuestionó la pregunta. “La cuestión es cuál es la conducta adecuada que deben tener ellos para entablar relaciones internacionales, para comerciar internacionalmente con nosotros, y la respuesta es que tienen que respetar las reglas internacionales. Lo que hicimos nosotros fue desarmarnos”.
“Somos el 25% de la economía mundial, pero les metimos el dedo en el ojo a todos nuestros aliados”, declaró Biden, en referencia a los aranceles que impuso el Gobierno de Trump a aliados como Canadá, Europa y Asia. “China va a reaccionar cuando juntemos al resto del mundo (?) Ahí van a empezar a cambiar las cosas. Ahí China va a empezar a cambiar de conducta”.
Perjudicados
A la industria manufacturera no le fue bien con las políticas comerciales de Trump. Estudios demuestran que los aranceles al acero y el aluminio, que no se aplicaron contra China, subieron los precios y redujeron el empleo en las industrias que usan esos productos.
“Los cálculos de un estudio presentado en diciembre por Aaron Flaaen y Justin Pierce en la Junta de la Reserva Federal revelan que para mediados de 2019, el encarecimiento de los insumos provocado por los aranceles al acero y el aluminio se asocia a una reducción de 0,6% del empleo en el sector manufacturero, que no habría existido sin los aranceles”, de acuerdo con las economistas Lydia Cox, de Harvard, y Kadee Russ, de la Universidad de California en Davis. “Calculamos que esto equivale a unos 75.000 puestos de trabajo perdidos en el sector atribuibles a los aranceles impuestos en marzo de 2018 al acero y el aluminio, sin contar pérdidas adicionales entre los exportadores de EE.UU. que deben pagar aranceles impuestos en represalia por otros países” (el subrayado es nuestro). David J. Lynch, del Washington Post, escribió que “Biden dijo que 'revisará' esos aranceles a los metales industriales”.
A los agricultores tampoco les fue bien con las políticas de Trump. Luego de que el Gobierno impusiera aranceles a los productos chinos, China tomó medidas contra los productos agrícolas estadounidenses, y así las exportaciones de soja de EE.UU. a China cayeron 74% en 2018.
Autor: Stuart Anderson