Colin Powell, el primer secretario de Estado afroamericano de EE.UU., que desempeñó un papel fundamental en la conducción de la guerra de Irak, murió por complicaciones del COVID-19" a los 84 años.
Powell falleció este lunes por la mañana, después de recibir tratamiento en el Centro Médico Nacional Walter Reed en Maryland, indicó su familia en una publicación de Facebook, quien además aclaró que estaba completamente vacunado.
Queremos agradecer al personal médico del Centro Médico Nacional Walter Reed por su atento tratamiento. Hemos perdido a un esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso, esbozó luego.
Como general de cuatro estrellas, fue presidente del Estado Mayor Conjunto del Ejército bajo el presidente George H.W. Bush durante la Guerra del Golfo de 1991, en la que las fuerzas lideradas por Estados Unidos expulsaron a las tropas iraquíes de Kuwait.
Colin Luther Powell nació el 5 de abril de 1937 en el barrio neoyorquino de Harlem, dentro de una familia humilde. Se crió en el Bronx, empezó a estudiar en un colegio público de la Gran Manzana y después inició su formación universitaria en el City College de Nueva York, donde se graduó en Geología. Los estudios le sirvieron de puente para la que fue una deslumbrante carrera, primero como militar y después como político.
Powell fue un soldado profesional distinguido y pionero cuya carrera lo llevó del deber de combate en Vietnam a convertirse en el primer asesor de Seguridad Nacional negro durante el final de la presidencia de Ronald Reagan y el primer y más joven presidente afroamericano del Estado Mayor Conjunto bajo el presidente George H.W. Bush.
Su popularidad nacional se disparó a raíz de la victoria de la coalición liderada por Estados Unidos durante la Guerra del Golfo, y durante un tiempo, a mediados de los años 90, fue considerado uno de los principales contendientes para convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos.
Pero su reputación quedaría manchada para siempre cuando, como primer secretario de Estado de George W. Bush, presentó información deficiente ante las Naciones Unidas para abogar por la guerra de Iraq, que más tarde llamaría una "mancha" en su historial.